Noticia Músicos y videojuegos: una alianza (casi siempre) condenada a desafinar

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El mundo de la música se ha visto duramente sacudido recientemente por el fallecimiento de dos figuras absolutamente míticas: Lemmy Kilmister primero y David Bowie después. Además de dedicar su vida al mundo de la canción, ambos compartieron también el haber aparecido como estrellas invitadas en un videojuego.

La vinculación entre famosos de todo tipo y videojuegos nunca ha sido algo extraño en esta industria, y en el caso de los músicos la alianza ha sido aún más común de lo que podría parecer a simple vista. Hemos podido ver de todo: desde apariciones puntuales como las antes mencionadas, hasta obras enteramente dedicadas a engrandecer a un artista.

Desde apariciones puntuales hasta obras enteramente dedicadas a engrandecer a un artista

En algunos momentos la idea funcionaba y en otros, más previsiblemente, terminaba desafinando por completo, pero es en cualquier caso una faceta de este mundo que merece la pena repasar. Aquí van unos cuantos de los muchos intentos que se han realizado de poner a músicos en el centro de una experiencia interactiva.

Wu-Tang Clan en Wu-Tang: Shaolin Style (1999)

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El grupo de raperos Wu-Tang Clan siempre demostró interés por las artes marciales en su iconografía y en sus letras, así que el siguiente paso lógico era preparar un juego de tortas, ¿no? Y fijaos por donde, el proyecto encargado a Paradox Development no terminó siendo tan terrible.

Aerosmith en Revolution X (1994)

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Aunque hoy recordemos con gran nostalgia la era dorada de las recreativas, también aquella época contó con sus productos infumables, como este shooter sobre raíles de Midway que intentaba aprovechar de mala manera el tirón de Aerosmith.

Incubus en Incubattle (2011)

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Con un aire claramente retro y con fines puramente promocionales, el grupo de rock Incubus presentó en 2011 esta sencilla aventura en la que nuestro objetivo era evitar la filtración de su nuevo disco.

Ozzy, Rob, Lemmy y Lita en Brutal Legend (2009)

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Un juego creado para honrar al Metal no podía salir apropiadamente adelante sin su correspondiente elenco de estrellas, y vaya que si las tuvo: además del ya comentado Lemmy Kilmister, participaron en este proyecto mitos como Rob Halford, Ozzy Osbourne y Lita Ford. Ahí es nada.

Spice Girls en Spice World (1998)

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Intentar defender esto es hacer perder vuestro tiempo y el mío. Creado a partir de la película del mismo nombre, sirvió para sacar aún más partido económico del girl group por excelencia de la época. Y poco más.

Kiss en Kiss: Psycho Circus: The Nightmare Child (2000)

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Expertos como han sido siempre en la explotación comercial de su imagen, Kiss también probaron suerte en el mundo de los videojuegos con un mediocre FPS concebido por Third Law Interactive que nadie en su sano juicio recordará con cariño.

Michael Jackson en Michael Jackson’s Moonwalker (1990)

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Sin duda, uno de los casos más célebres de la categoría, por estar entre los primeros que se conocieron y por tener al frente del mismo al eterno Rey del Pop. El título en realidad se basaba en la película del mismo nombre, que a su vez se basaba en la canción del mismo nombre, que dio nombre también al baile del mismo... Bueno, creo que ya sabéis de qué va el tema.

Y en Michael Jackson: The Experience (2010)

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El siguiente asalto de Jacko al mundo de los videojuegos, este ya más reciente y emprendido de manera póstuma por Ubisoft. Tenía sin duda menos carisma que el clásico 'Moonwalker', pero vendió a espuertas, prueba del tirón que siempre tendrá este artista.

Queen en Queen: The eYe (1998)

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Uno de los ejemplos más pobres de la categoría nos llegó a costa de los británicos Queen, quienes cedieron su música para actuar como eje conductor de esta aventura que no convenció ni al más acérrimo defensor de Freddie Mercury.

50 Cent en 50 Cent: Bulletproof (2005)

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Creado por y para mayor gloria del rapero 50 Cent, este mediocre shooter de Genuine Games contaba una insípida historia de venganza que se vio continuada unos años después por Swordfish Studios con '50 Cent: Blood on the Sand'.

David Bowie en Omikron: The Nomad Soul (1999)

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Sin duda, una de las más respetables muestras de la categoría, en buena medida porque su participación se concibió de manera prudente y no como una burda manera de vender más juegos a costa del nombre famoso. Hablamos más tranquilamente de él hace unos días a raíz de la triste noticia.

Frankie Goes to Hollywood en Frankie: The Computer Game (1985)

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Frankie Goes to Hollywood vendrían a ser la sublimación en formato musical de lo que fueron los ochenta, para lo bueno y para lo malo. Y el juego desarrollado por Denton Designs inspirado en ellos se afanó todo lo posible en mantener esa idea, para lo bueno y para lo malo.

Todo el elenco de Rock Band y Guitar Hero

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La explosión hace unos años del género del ritmo hizo que multitud de artistas vieran adaptada su imagen al formato videojuego, con dos sagas especialmente activas en esta materia. 'Guitar Hero' tuvo a Metallica, Van Halen y Aerosmith entre otros, mientras que 'Rock Band' pegó fuerte con The Beatles o Green Day.

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La noticia Músicos y videojuegos: una alianza (casi siempre) condenada a desafinar fue publicada originalmente en Vidaextra por Gallego .









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