El aumento del nivel del mar está alcanzando cotas inquietantes. Pero para comprender sus consecuencias, así como el proceso que lo engloba, necesitamos analizarlo todo con perspectiva: desde el cielo.
El nivel del mar está aumentando. Es una consecuencia de un calentamiento global que ya está dejándose notar y cuyos efectos no alcanzamos a comprender. Pero sí sabemos cómo afectará a algunos puntos concretos de nuestro planeta. Entre otros a las costas, que comienzan a ver como el agua se acerca a niveles inquietantes. Pero, como decíamos, no solo el nivel del mar no es la única cuestión que debería preocuparnos. El cambio en el mar supone un cambio en el clima global de nuestro planeta. Por eso, y por muchas otras razones, estar atentos a cómo cambia es una de las prioridades que se tienen en las agencias científicas más importantes del mundo.
3 milímetros al año
En 1992 comenzó la misión del satélite Topex/Poseidon-Jason, que no era otra que observar los parámetros climáticos tales como la subida del mar. Desde entonces, y ahora con el lanzamiento del Jason-3, el nivel del mar ha aumentado 70 mm. Es decir, una media de 3 mm al año. Y no, no es algo normal. El aumento del nivel del mar coincide con la pérdida de masa helada en los polos, algo que llevamos detectando también desde hace décadas. Aunque antes de las misiones llevadas a cabo por satélites como el recientemente lanzado Jason-3 no existían, se estima que desde 1870 hasta 2004 el nivel del mar ha subido unos 195 mm. Esto implica una aceleración de 0,013 mm por año. Es decir, que cada año el aumento es mayor. Si el nivel sigue aumentando como se prevé, para 2100 se estima una subida de hasta 340 mm, es decir, 34 centímetros (1/3 de metro). Y esto supone un cambio enorme en todo lo que conocemos sobre el planeta.
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En primer lugar, las costas no serán como las vemos hoy día. El mapa variará ligeramente (o profundamente en algunas zonas. Aparecerán nuevas marismas, desaparecerán playas y construcciones, así como cambiarán las dinámicas de numerosos ríos. Por otro lado, el clima global, como explicábamos, se modificará. En definitiva, un aumento así de fuerte en el nivel del mar implica un cambio muy significativo en el mundo que conocemos. Los datos son muy claros en las últimas décadas: ha habido un aumento en la aceleración, lo que implica un aumento en el calentamiento global. Para estar más seguros y conocer cada vez más sobre las implicaciones, misiones como las del Jason-3 son importantísimas. Aunque solo sea para conocer qué nos espera en el futuro.
Jason-3, no solo midiendo el nivel del mar
El satélite Jason-3 se lanzaba ayer con éxito desde California a bordo del Falcon 9 de Spacex, otro satélite que, desgraciadamente, terminó explotando durante su intento de aterrizaje. La misión de este satélite no solo consistirá en monitorizar el nivel de los océanos, sino que también servirá para analizar el clima, el tiempo y los procesos meteorológicos. Se empleará también para mejorar los informes útiles para la navegación o las evaluaciones de tormentas. El Jason-3 trabajará en conjunto con el Jason-2 para analizar la dinámica oceánica y un montón de datos más que serán empleados por diversas agencias a nivel mundial. De hecho, el satélite es producto de la colaboración de la NASA con el NOAA americano, el CNES francés y el EUMETSAT europeo. Entre todos se mantiene una colaboración para estudiar en profundidad tanto los factores meteorológicos como los detalles referentes al cambio climático.
Jason-3 no solo monitorizará el nivel de los océanos, sino también los procesos meteorológicosAunque la dinámica oceánica y el aumento del nivel del mar seguirán siendo datos de interés máximo para los científicos. Como explicábamos, el planeta trabaja de forma global. Los mares y océanos son grandes motores que impulsan y controlan las corrientes de las que depende el clima. Si un área no recibe lluvias, hace más frío o se inunda por un monzón, todo esto depende de estos ciclos. La meteorología es una ciencia todavía con muchos aspectos desconocidos. Y estudia algo con lo que convivimos todos los días.
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Comprender cómo cambiarán las cosas en los años venideros, con la finalidad de prevenirlos o prepararnos para ellos, es una prioridad para cualquier científico. Por eso, la misión del Jason-3 no se limita, simplemente, a recolectar datos. Tenemos que ponernos en marcha para comprender y analizar esos datos de manera que nos ayuden a comprender mejor cómo funcionan las cosas en este pequeño planeta. Y aunque solo sea una herramienta flotando en nuestro cielo, el Jason-3 tal vez nos ayude a descubrir lo que necesitamos para proteger nuestro futuro y el de nuestro mundo.
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