Noticia Natación, deporte para adelgazar


Natación, deporte para adelgazar. Anteriormente, ya habíamos dado un repaso por los ejercicios que puedes practicar este verano y que te ayudarán a mantener o modelar tu figura, disfrutar en familia y mejorar tu estado de ánimo.

Hoy nos enfocaremos solamente en uno de esos deportes: la natación y abordaremos esta entretenida y refrescante actividad física como una excelente manera para perder peso y conseguir la figura que deseas.


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Antes, cabe recordar que siempre es necesario realizar los estiramientos necesarios y dedicar algunos minutos al calentamiento previo, para evitar lesiones y obtener otros beneficios. Sigue leyendo y entenderás.

Practicando natación vamos a lograr en mayor medida perder materia grasa, lo que equivale a adelgazar. Para comprobar esto, es muy aconsejable ir midiendo nuestro índice de masa corporal (IMS) o utilizar algún medidor de tejido adiposo. Algo más sencillo es, en caso de tener barriga o caderas, ir midiendo la circunferencia de esa zona e ir comprobando como se reduce con el tiempo.

La natación posee muchos beneficios, por ejemplo puede ser practicado durante un mayor periodo de tiempo a un ritmo moderado, al contrario de la carrera o el spinning, también puede ser realizado casi por cualquier persona, ya que al ser un ejercicio de bajo impacto no daña nuestras articulaciones, lo que lo hace muy aconsejable para personas con obesidad o con edad avanzada.

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Como toda actividad física, durante su realización del deporte necesitamos de energía, estas calorías se incorporan a nuestros músculos y a todo nuestro organismo y provienen de las reservas energéticas que nuestro cuero acumula, ya sea como glucógeno o en forma de grasa.

Al iniciar una sesión de natación debemos tener en cuenta que durante los primeros minutos nuestros músculo se “alimentarán” del glucógeno que se reserva principalmente en ellos mismos, pero esta acumulación se acabará con cierta rapidez (aproximadamente a los 20 minutos de iniciada la actividad física en una persona sedentaria y más o menos entre 30/40 minutos en personas entrenadas).

Es desde ese momento que comenzamos a consumir la grasa acumulada por nuestro organismo. Es decir, la pérdida de grasa se iniciará aproximadamente entre 20 y 40 minutos después de iniciada la actividad física. Cabe destacar que esto ocurre siempre y cuanto desarrollemos el ejercicio de forma constante, si descansamos cada cinco minutos, por ejemplo, es muy difícil que se logre.

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Aquí es donde toma preponderancia lo anunciado anteriormente. Perderemos más materia grasa si practicamos un ejercicio aérobico (como es la natación) de bajo o medio impacto y de larga duración. Aguantar una hora de práctica de carrera o spinning requiere de un tiempo de entrenamiento considerable, pero una hora de natación, con un poco de entrenamiento, será fácil de realizar. Por lo tanto comenzaremos a ver los resultados en menos tiempo.

Cabe destacar que al ser la natación un ejercicio que no impacta nuestras articulaciones, hará que sólo se fortalezcan por su uso y aumenten su flexibilidad.

Lo ideal es practicarlo tres o cuatro días a la semana en sesiones que duren al menos cuarenta minutos. No olvides realizar los estiramientos y calentar por lo menos diez minutos antes, esto ayudará además a que el glucógeno muscular se agote más pronto, por lo tanto iniciarás el consumo de grasa antes.

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También será muy beneficioso si después de terminada la sesión o clase, nades lentamente. Esto te ayudará a bajar las pulsaciones y estaremos más tiempo dentro de la zona de “quemar grasas”.

Al decidir iniciar alguna actividad física para perder peso, es fundamental que también inicies una dieta balanceada en función de las calorías que requieres. El deporte ayudará a que estés más sano, en forma y sin duda te hará perder grasa, pero no verás resultados si después de la sesión te agasajas con hamburguesas y patatas fritas, por ejemplo.

Si deseas iniciar algún deporte y padeces de obesidad, la dificultad para encontrar alguna actividad física que se adapte a tus condiciones se acrecienta. Muchos deportes están contraindicados para personas obesas (ciclismo, spinning, carrera o step, por ejemplo) y otros deportes no se adaptan a la morfología de una persona obesa, por ejemplo Pilates, ya que aunque la persona pueda anatómicamente realizarlo, no obtendrá el 100% de sus beneficios.

Por el contrario, con la natación lo primero que notarás al ingresar al agua es que dejas de sentir tu propio peso, lo que significará un descanso en tus extremidades inferiores. Desde ese momento notarás mayor libertad en tus movimientos y tendrás mejor flotabilidad, por lo que practicar este deporte te será mucho más fácil y pronto comenzarás a ver sus resultados.

Para terminar, una recomendación: cuando tenemos un tiempo limitado y una buena preparación física (que si no la tienes la lograrás con el tiempo) tenderemos a buscar un ritmo más alto; eso está bien, pero siempre intenta permanecer más tiempo nadando que descansando.

Por ejemplo, si realizamos una serie fuerte y luego debemos descansar 30 segundos para poder seguir, esa serie no habrá sido útil para perder peso. Mejor es hacer una serie menos intensa y descansar sólo 10 segundos, así permaneceremos dentro de la zona de “quemar grasa”, el esfuerzo habrá valido la pena y veremos resultados en menos tiempo.

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