Recuerdo perfectamente la primera vez que leí el término Net Yaroze. La revista oficial de PlayStation era una compra obligada durante la vida de la primera PlayStation: siempre incluía un disco cargado de demos con los lanzamientos que estaban en camino. Para alguien que no disponía de ingresos en aquella época, era la única forma de acercarse a juegos nuevos, aunque fuese durante escasos minutos.
Entre todas esas demos de Metal Gear Solid, Tony Hawk’s Pro Skater o el juego que estuviese de moda en ese momento, de vez en cuando llegaban también juegos completos. Eran los juegos de Net Yaroze, un kit de creación de juegos para la primera consola de Sony con el que cualquier usuario podía empezar a programar sus propios títulos.
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Net Yaroze: la semilla de la escena indie
Los juegos estaban muy lejos de las superproducciones habituales de la consola y, pese a la genialidad que escondían muchos de ellos detrás de una capa técnica algo pobre para aquellos estándares, era imposible para el usuario de a pie acercarse a ellos. Las dos únicas opciones era contar con un Net Yaroze o, si el juego despuntaba de alguna forma, que la citada revista decidiese incluirlo en un disco de demos.
Aquél puñado de mecánicas y gráficos simples fue, por así decirlo, el primer acercamiento que muchos de nosotros tuvimos con la escena independiente, con los títulos que se hacían en la habitación de algún universitario en vez de en una oficina plagada de empleados.
Ahora ese concepto está mucho más arraigado gracias a la llegada de plataformas como Steam o las tiendas de aplicaciones y , en segundo lugar, la disposición de las tres grandes compañías actuales a aprovechar el tirón de lo creado por los desarrolladores independientes, pero podéis imaginar lo que suponía aquello en una época en la que adquirir un kit de desarrollo de PlayStation costaba un riñón y hacerse un hueco en la industria aún era un sueño inalcanzable para muchos.
No era la primera máquina que hacía algo similar, la época de Amstrad y Commodore ya había tenido plataformas similares y hasta la primera NES tuvo su particular apoyo a los juegos de garaje, pero de alguna forma, Net Yaroze supuso el germen de lo que luego sería algo habitual en la industria del videojuego.
¿Qué era Net Yaroze?
De la mano de Ken Kutaragi, creador de PlayStation, Net Yaroze llegaba a las tiendas en 1997 a un precio de 550 libras en Reino Unido y 750 dólares en Estados Unidos. El proyecto se había iniciado con Japón en mente, pero pronto las divisiones inglesas y americanas decidieron sumarse a la ola.
El carísimo kit de desarrollo era limitado, evitando así que cualquiera pudiese alcanzar el grado de perfección de un juego completo que ofrecían los kits para empresas, pero tenía lo básico para que cualquiera pudiese crear su código y compartirlo. La pega era que sólo otros usuarios de la plataforma podrían correr ese código.
El pack incluía la consola, dos mandos, sus respectivos cables (incluido el de conexión al PC) y varios discos y manuales. Además, se añadía la opción a entrar en los foros privados de Net Yaroze, donde cada creador tenía su propia página y podía probar, colaborar y comentar los juegos de otros creadores.
En total se vendieron unas 1.000 unidades de Net Yaroze en Europa, otras 1.000 en Estados Unidos y unos números superiores en Japón. Estos últimos fueron los más aislados del proyecto por culpa del idioma y la escena norteamericana no acabó de despegar, pero el foro europeo se convirtió en un hervidero de ideas.
De amateur a desarrollador de Sony
De allí nacieron grandes pequeños juegos y más de un futuro en la industria. ‘Terra Incognita’, uno de los más famosos y recordados, le valdría a uno de sus creadores un posterior puesto en Square Enix, mientras que otros como ‘Total Soccer’ acabarían con su código siendo utilizado en múltiples versiones de ‘FIFA’ para consolas portátiles.
Triunfar en Net Yaroze, pese a lo complicado que era por su cara puerta de acceso y poca visibilidad, suponía labrarse un currículum más que notable para saltar a las ligas mayores. Era una inversión a fondo perdido porque, en esencia, aquellos foros eran como un gueto para desarrolladores noveles que sólo contaban con la promoción de la revista oficial de la consola como catapulta.
Eso y, por supuesto, que alguien de Sony se pasease por allí en busca de nuevos talentos como el diseñador Kenji Kaido, creador de la saga ‘Ape Escape’, o la compañía Shift, que vería como su proyecto de Net Yaroze acabaría convirtiéndose en el juego ‘Devil Dice’ y, posteriormente, acabarían desarrollando la saga ‘God Eater’.
Ahora, más de 20 años después, los foros de Net Yaroze ya han pasado a mejor vida y, lo que queda de ellos, es el recuerdo de muchos de nosotros y un puñado de discos de demo recopilatorios que se subastan a precio de oro. Eso y, por supuesto, todos los juegos que nacieron como una idea amateur en una plataforma cerrada y, con el tiempo, han pasado a engordar de una forma u otra el catálogo de juegos de la historia del medio.
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La noticia Net Yaroze: la máquina que hizo posible el sueño indie en la primera PlayStation fue publicada originalmente en Vidaextra por R. Marquez .
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