Ayer dejé Arc Raiders a un lado durante un rato para volver a New World: Aeternum. Es la primera vez que entro desde que Amazon Game Studios anunció en cese de todo desarrollo y que la vida de los servidores no pasará de 2026. Es decir, que al juego le queda menos de un año para morir y desaparecer.
Todavía puedes jugar a New World, pero murió en el momento que Amazon compartió el comunicado sobre el cierre. Mi ciudad favorita, Villabuey, siempre estaba abarrotada de jugadores y ayer no había más de diez personas. Cuesta organizar Incursiones, llenar salas de PVP y puedes olvidarte de matar jefes a no ser que tengas un grupo de conocidos.
El juego ha pasado de tener 40.000-50.000 jugadores solo en Steam desde Nighthaven a no superar los 10.000 ni siquiera durante el fin de semana, según SteamDB. Sabiendo todo esto, te preguntarás por qué volver a sabiendas de que sería algo doloroso y triste. Lo fue, pero tenía una excusa excepcional: añadieron un nuevo tipo de arma, algo que no ocurre desde finales de 2023.
Un recordatorio de lo que perderemos en menos de un año
El blog de New World: Aeternum se actualizó ayer con una nueva publicación: el lanzamiento de las dagas, un nuevo tipo de arma con sus propios movimientos, mecánica y árbol de habilidades. Si bien no están terminadas, porque Amazon Games se ha encargado de echar a casi todos los desarrolladores del juego, los pocos que quedan no querían que nos perdiésemos esto.
Así que me pareció criminal no entrar a probarlas después de invertir cientos de horas en Aeternum. Las misiones para conseguirlas no están terminadas ni traducidas, otras nuevas tampoco, y efectivamente se trata de un arma sin terminar. Y a pesar de todo, molan tanto que me cuestiono si introducirlas ha sido una buena idea.
El árbol de habilidades se divide en dos estilos de juego: cuchillas para el combate directo y sigilo para los ataques furtivos y por la espalda. Imagino que las dagas también hubiese planteado mejoras en el sistema de sigilo del juego, ya que puedes hacerte invisible momentáneamente como ocurre con el Pícaro de World of Warcraft. Esto junto al sistema de puntos colocan a las dagas como una de las armas más potencialmente complejas y divertidas del juego.
Además, el set de movimientos (animaciones) básicos y de las habilidades molan muchísimo. El personaje lleva dos dagas con las que da puñaladas y realiza saltos estilizados para realizar los ataques especiales. Y hablando de estilo, a los desarrolladores les dio tiempo a crear varias versiones y skins de las dagas. Puedes ver estas últimas en la tienda de transfiguración, pero ni siquiera la previsualización funciona correctamente.
Sé que los pocos desarrolladores que quedan en New World: Aeternum han lanzado estas armas sin acabar con buena voluntad. Llegados a este punto, resultaría una tontería que nos las perdiésemos a sabiendas de que va a dar igual que no estén terminadas porque el juego desaparecerá en menos de un año. Sin embargo, admito que me ha sentado como una puñalada en el pecho. ¡Nunca mejor dicho!
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A nivel personal, la introducción de las dagas es un recuerdo cruel (aunque bienintencionado y bienvenido) no solo de todo lo que vamos a perder, también de todo lo que este MMORPG podría haber llegado a conseguir tras el repunte por la expansión de mapa gratuita de Nighthaven. Era una buena estrategia de futuro y estoy seguro de ello porque Bethesda la está siguiendo al dedillo desde Skyline Valley y próximamente Burning Springs de Fallout 76.
New World: Aeternum todavía tiene fronteras visiblemente ampliables y varios huecos más en el menú de armamento para nuevos tipos de armas. Y quién sabe cuántas cosas más: nuevas profesiones, equipamiento, materiales, historias, eventos de mundo... Las dagas se antojan ahora como la promesa de un futuro renovado y lleno de nuevo contenido, pero son una quimera para los jugadores que albergamos esperanzas. En realidad son un último coletazo de nuevo contenido mientras Aeternum se vacía poco a poco hasta que los servidores expiren.
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La noticia New World: Aeternum no podía morir tranquilo, tenía que darme esta puñalada trapera para recordarme todo lo que voy a perder fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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