Cuando Nintendo presentó su Switch 2, muchos se apresuraron a compararla con la estrategia de Apple. Y es que sí, el iPhone 16 no ha sido precisamente el más rompedor. Pero lo que pocos saben es que estas dos compañías llevan décadas compartiendo mucho más que una simple filosofía de diseño. Han mantenido visiones similares durante años, aunque sus caminos se hayan cruzado directamente en contadas ocasiones. Es una historia de colaboración, respeto mutuo y visiones compartidas que merece la pena contar.
Y es que, aunque hoy en día desde nuestros iPhone podemos jugar a juegos de videoconsolas tan potentes como la PlayStation 5, los que finalmente terminan triunfando son juegos al estilo "Nintendo": ligeros, entretenidos y con buena historia. De hecho, en el catálogo de Apple Arcade encajarían títulos tan famosos como Zelda. Sueños aparte, y sabiendo que desde que vivía Steve Jobs el interés por el mundo japonés ha estado presente en Cupertino... Aprovechemos para mirar la nueva Nintendo Switch 2 bajo el prisma de Apple.
El experimento Pippin: cuando Apple quiso jugar a ser Nintendo
Estamos en marzo de 1991 y Michael Spindler (CEO de Apple) hace una declaración que hoy nos parece sorprendente: "Nintendo era la empresa que más temían en los 90". Y no era para menos: mientras Apple luchaba por encontrar su lugar en el mercado, Nintendo dominaba el entretenimiento digital con mano de hierro.
Hay que recordar que Apple ya había despedido a Steve Jobs y fue una de las épocas en las que más lanzamientos locos vimos. Esta situación propició uno de ellos porque Apple no se quedó de brazos cruzados. Nos vamos ahora a 1996, y es que pocos recuerdan que Apple tuvo su propia consola de videojuegos. Fue en colaboración con Bandai y la llamaron Pippin. Una consola que costaba la friolera de 599 dólares (unos 1.000 dólares actuales).
El proyecto fue un fracaso estrepitoso, vendiendo solo 42.000 unidades frente a los millones de PlayStation y Nintendo 64. ¿La razón? Intentaron crear una consola que también fuera un ordenador, algo que el mercado no estaba preparado para entender. Curiosamente, este fracaso enseñó a Apple una valiosa lección que aplicaría años después con el iPhone: hay que crear dispositivos con un propósito claro y bien definido. La Pippin intentaba hacerlo todo y acabó sin hacer nada especialmente bien. Curiosamente, hubo un momento en que ambas empresas compartieron tecnología. Tanto Apple como Nintendo utilizaron procesadores PowerPC en sus dispositivos, gracias a la alianza AIM (Apple-IBM-Motorola). Era un guiño del destino a lo que vendría después.
El presente de Apple y Nintendo
Hoy en día, la relación entre ambas empresas es más cercana que nunca, y hubo una fecha clave que muchos recordamos con especial ilusión: el 7 de septiembre de 2016. Fue durante la keynote de presentación del iPhone 7 cuando de repente algo inimaginable sucedió en el escenario.
Shigeru Miyamoto, el padre de Super Mario, aparece junto a Tim Cook en el Bill Graham Civic Auditorium de San Francisco. El auditorio estalló en aplausos, y no era para menos: Mario, el fontanero más famoso del mundo, llegaba por primera vez a iOS. "We are going to bring Mario to iOS!", anunció Miyamoto con una sonrisa, mientras lucía una camiseta con el logo del juego. Super Mario Run no solo fue el primer juego móvil de Nintendo protagonizado por Mario, sino que además fue exclusivo temporal de iOS. La decisión no fue casualidad: Nintendo eligió la plataforma de Apple por su control de calidad y usuarios premium, algo que encajaba perfectamente con su visión. El juego alcanzó 40 millones de descargas en tan solo 4 días, rompiendo récords.
El caso de la Nintendo Switch 2
La nueva consola de Nintendo es casi un homenaje a la filosofía Apple: refinamiento sobre revolución. Y aunque hay veces que esto se puede considerar una crítica, cuando algo se ha hecho tan bien no hace falta cambiarlo, solo perfeccionarlo. Al igual que cada nuevo iPhone mantiene la esencia de su predecesor, la Nintendo Switch 2 es una evolución cuidadosa de un diseño ya perfecto. Y esta filosofía funciona: la Switch original ha vendido más de 130 millones de unidades.
La nueva Nintendo Switch 2 confirma que el gigante japonés ha aprendido la lección más valiosa de Apple. La consola es un ejercicio de precisión en diseño:
- Pantalla ligeramente más grande
- Bordes más redondeados y ergonómicos
- Mejoras internas importantes
- Mismo concepto híbrido que revolucionó el mercado
Es como cuando Apple presentó el iPhone 16 Pro: a primera vista parece idéntico a su predecesor, pero los cambios están ahí, cuidadosamente implementados. Solo los ojos más expertos notarían las diferencias respecto a la Switch original si no fuera por los nuevos colores y acabados. Pero es que precisamente va dirigida a ese tipo de personas.
Lo que algunos podrían ver como "aburrido" es en realidad una muestra de madurez empresarial. Nintendo, al igual que Apple, ha alcanzado ese punto donde los cambios drásticos simplemente no hacen falta. El valor de marca, el ecosistema y en su caso los juegos, son suficientes. El diseño es instantáneamente reconocible, la marca está consolidada y los usuarios saben exactamente qué esperar.
Como dijo una vez Steve Jobs: "la simplicidad es la máxima sofisticación", y Nintendo parece seguir esta lección: cada cambio en la Switch 2 está meticulosamente pensado, nada es al azar. Nintendo y Apple. Dos empresas distintas. Dos continentes distintos, pero que tienen la misma filosofía: la experiencia del usuario es lo primero.
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La noticia Nintendo Switch 2 ha seguido la misma estrategia que Apple con el iPhone 16. Y esto nos da una pista de su éxito fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .
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