Con una franquicia multimillonaria en sus manos, Disney ha creado una máquina de generar dinero gracias al UCM. Desde aquella época en la que Robert Downey Jr. se presentó al mundo como Iron Man, el universo superheroico ha crecido de una manera exponencial. Ningún fan marvelita hubiese imaginado en 2008 que todos sus sueños de la infancia se harían realidad en la gran pantalla, servidor incluido.
Los Vengadores, Hulk, Thor, el Capitán América, Viuda Negra, Ojo de Halcón y una pléyade descomunal de villanos fueron apareciendo poco a poco en el cine para dar forma a un contexto hiperconectado. Las referencias, detalles y guiños entre sagas se convirtieron en la comidilla de cada producción, incluyendo a un legendario Stan Lee colándose en cada una de ellas con un gracioso cameo. Sin embargo, la era previa a Tony Stark fue algo más sombría.
En Vida Extra
En pleno 2025 nos preguntamos, ¿qué narices es exactamente un tutorial en un videojuego?
Sí, Sam Raimi nos había regalado una trilogía espectacular con Spider-Man, pero Daredevil, unos irregulares 4 Fantásticos y un Hulk de Ang Lee se tornaron en pasos en falso. No parecía que hubiese rumbo ni dirección definidos, simplemente intentos de recrear a los personajes de La Casa de las Ideas de forma independiente y sin atisbos de verse entre ellos. Por ello, Marvel Ultimate Alliance apareció como un rayo de esperanza entre la penumbra.
La época de Activision apoderándose de Marvel para dar forma a toda clase de videojuegos puede ser más o menos controvertida, pero entre los aciertos conseguidos se encuentra el RPG de acción lanzado en 2006. En una época donde la distribución multiplataforma estaba a la orden del día, Raven Software se encargó de las versiones de PS2, Xbox y Xbox 360; Vicarious Visions se encargó de las de PSP, PS3 y PSP; Beenox tomó el mando del port para Microsoft Windows y Barking Lizards Technologies asumió la responsabilidad de hacer lo propio para Game Boy Advance.
En aquellos tiempos era imposible que te quedases sin jugar a un third party, pues una multinacional del calibre de Activision se encargaba de sacarle todo el jugo posible a cualquier proyecto. Sea como sea, yo pude sacarle partido a la edición de PS2 y que no difiere demasiado de la de sus hermanas mayores, PS3 y Xbox 360. Para que os hagáis una idea de lo que supuso el primer impacto para un chaval de 12 años, basta con echarle un vistazo a la secuencia introductoria.
Nick Furia defendiendo como puede el Helitransporte de S.H.I.E.L.D., al mismo tiempo que recibe una amenazadora llamada en primera persona del Doctor Muerte. Lejos de amilanarse, el máximo responsable de la institución solicita ayuda de un grupo de metahumanos espectacular: Spider-Man, el Capitán América, Thor y Lobezno aparecen en un instante sobre la superficie del aparato, listos para repartir estopa.
El nivel gráfico desplegado por Raven Software fue espectacular y logra en apenas un par de minutos mostrar las personalidades del cuarteto de héroes. El brutal liderazgo de Steve Rogers, la locura de Logan, el magnificiencia del Dios del Trueno y el desparpajo del trepamuros. Y tras alucinar por completo con semejante escena, tocaba controlarlos a gusto del cliente. Desde una perspectiva isométrica, Marvel Ultimate Alliance permitía desplazarse por escenarios únicos controlando a héroes increíbles.
Aquella primera misión nos enfrentaba con Escorpión, Bullseye, Soldado de Invierno, el Hombre Radioactivo y Fin Fang Foom, pero la sensación de universo cohesionado se ampliaba todavía más. Existía un repertorio de más de 20 personajes a escoger, con figuras tan jugosas como Blade, Estela Plateada, Elektra o el Motorista Fantasma. El componente de rol permitía realizar formaciones de cuatro héroes con habilidades únicas, pudiendo reunir a Los 4 Fantásticos, los Defensores o los X-Men para obtener potenciadores.
Era una fantasía poder intercambiar en un instante entre Dr. Strange, Deadpool, La Cosa y Ms. Marvel, todos ellos listos para repartir estopa en la Atlántida, Latveria, Asgard o el mismísimo infierno dominado por Mefisto. Con todo, la gran lacra que tuvo el videojuego en nuestras tierras fue la ausencia, ya no de un doblaje al castellano, sino que Activision ni siquiera se dignó a traducir los textos. Así pues, tuve que enfrentarme a las numerosas misiones de Marvel Ultimate Alliance sin quedarme claro qué debía hacer.
Apenas sabía conjugar el verbo to be, como para aclararme con qué portales dimensionales debía atravesar. Y si bien mi ausencia de dominio del inglés fue un hándicap, nada me impedía seguir avanzando para alucinar con Rondador Nocturno ofreciendo una coreografía digna del inicio de X-Men 2 de Bryan Singer; o a Loki cargando con un ejército de mutantes contra las puertas de Asgard, las cuales eran defendidas por dos valerosos soldados. Mientras que Los 4 Fantásticos contra Silver Surfer menospreciaba en el cine a la figura de Galactus, Uatu mostraba al Devorador de Mundos en toda su inmensidad.
Si hubo un detalle que me fascinó de Marvel's Spider-Man, ese fue sin duda la posibilidad de cambiar el traje de Peter Parker. No solo ofrece una variedad visual a elección del jugador, sino que es una forma muy sencilla de rendir homenaje a versiones diferentes del mismo personaje. Marvel Ultimate Alliance aprendió esa lección y la implementó de la mejor manera para poder configurar apariencias geniales en pantalla. Bien es cierto que era necesario encontrar todos los desbloqueables posibles, pero en 2006 todavía se llevaba la vieja moda de colar trucos en los videojuegos.
Las revistas de la época me facilitaron la tarea de encontrar los códigos necesarios para tenerlo todo desbloqueado, pues no iba a jugar en cooperativo local ni a rebuscar en cada esquina durante horas. Fue uno de aquellos títulos que disfruté por encima de las reglas que él mismo imponía, pero no me restó ni un ápice de diversión. Siempre que arrancaba la PS2 para jugar, sabía que había una nueva formación a la que no le había sacado partido o una misión que no había entendido. Duró menos que el UCM actual, pero era todo lo que podía llevarme a la boca.
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La noticia No entendía un pimiento, pero durante años este fue todo el UCM que me podía llevar a la boca fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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