Algo que siempre me encantaba cuando era pequeño era quedar con mis amigos e ir a algún salón de máquinas recreativas a dejarme la paga con algunos juegos muy míticos en los que me encantaba jugar una partida tras otra. Lo mismo sucedía cuando me iba de vacaciones con mi familia, ya que había una sala similar justo debajo del piso en el que nos alojábamos, por lo que todas las tardes se convertía en una visita prácticamente obligatoria.
Esos tiempos que guardo con gran cariño los he podido revivir recientemente gracias a un aparato que he probado llamado Evercade Alpha Bartop Arcade, una réplica en miniatura de estas máquinas recreativas que me ha hecho sentir lo mismo que hace 30 años cuando pasaba tardes enteras divirtiéndome con ellas. Además, todo ello con una calidad estupenda que convierte a este producto en toda una pieza de coleccionista que no sabía que desearía tanto tener en mi posesión.
Todos sus botones y su stick son idénticos a los de las máquinas de toda la vida, con la diferencia de que su tamaño en general es más pequeño. Aun así, por mucho que sus dimensiones sean más reducidas, no deja de tener un tamaño a tener en cuenta a la hora de dejarla en algún rincón de la casa, por lo que no se puede guardar en cualquier parte. Para que os hagáis una mejor idea, son 41 centímetros de alto, 31,6 centímetros de largo y 24,4 de ancho.
Lo mejor de todo es lo rápido que te pones a jugar. Tan solo necesitas tener a mano un enchufe que esté cerca y listo, no necesitas nada más, porque no se puede conectar de ninguna manera a la televisión o a algún monitor que tengas por casa. Todo transcurre desde la pantalla de la máquina, nada más, lo que tampoco supone mayor problema porque la pantalla IPS tiene unas dimensiones de ocho pulgadas, que son más que suficientes para apreciar todo lo que aparece y con una calidad fantástica en alta definición.
Todos los videojuegos de la máquina están instalados en su interior, por lo que lo único hay que configurar unos pequeños detalles antes de comenzar a repartir estopa. Tan solo basta con seleccionar el idioma preferido de cada uno y configurar la conexión Wi-Fi y a partir de ahí ya puedes comenzar a jugar a todo lo que quieras. En mi caso tenía a mi disposición unos cuantos títulos de Street Fighter por ser el modelo que pude probar, pero también hay otro especializado en algunas obras de Mega Man. Exactamente esto es lo que incluye cada una:
| Versión Street Fighter | Versión Mega Man |
|---|---|
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Si a eso le sumas unos controles perfectamente adaptados a los juegos de lucha, pues la experiencia no puede ser más redonda. Es más, hasta alrededor del stick vienen unas indicaciones para que sepas mejor qué puedes hacer en cada dirección a la hora de ejecutar combos. Junto a esto hay otros tres botones más, uno para iniciar la partida, otro para insertar todas las monedas que quieras y un tercero para acceder al menú de esta especie de consola.
En Vida Extra
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Y no solo se ha cuidado al máximo su diseño para dar la impresión de ser una máquina recreativa auténtica. Es que también dispone de una ranura idéntica a las de las recreativas reales en las que introducías las monedas de 25 pesetas, los míticos cinco duros, para jugar una partida, aunque en este caso ese botón corresponde al de encendido y apagado. En otro orden de cosas, cuenta con un panel frontal que se ilumina y es intercambiable. De hecho, dentro de la caja vienen otras marquesinas por si quieres ir alternando entre unas y otras para darle un toque distinto cada vez que juegues.
Por lo demás, hay una ranura para insertar en ella los cartuchos de juegos retro que se pueden comprar por separado y que son compatibles. Eso sí, hay algunos que se pueden desbloquear mediante códigos secretos y así acceder a su descarga, de ahí que sea tan necesaria la configuración del Wi-Fi, para poder disfrutar de otras obras para que el entretenimiento no cese en ningún momento. Para mi sorpresa, esto me permitió encontrarme con un juego llamado Collie Defense, un simpático tower defense del que no conocía su existencia.
Aun así, no es oro todo lo que reluce. La máquina no viene acompañada de serie con ninguna opción para que pueda unirse un segundo jugador, por lo que es necesario hacerse con un mando compatible para así librar peleas con buenos piques en compañía de otra persona. Asimismo, me dio la impresión de que los botones suenan demasiado fuertes cada vez que pulsas uno, aunque reconozco que esto ya depende del gusto personal de cada uno. Como puedes enchufar unos auriculares, a pesar de que el sonido es excelente gracias a sus altavoces laterales, el asunto de los botones puede suponer un problema si no quieres molestar a otras personas de la casa.
Por otro lado, la interfaz me ha encantado. Es tremendamente simple, intuitiva y de lo más accesible. Desde ella puedes seleccionar rápidamente a qué quieres jugar entre todo lo que está instalado o desbloqueado y configurar multitud de detalles, como el tema de fondo o el volumen del sonido. Lo que sí que he echado en falta es una opción para escoger el nivel de dificultad, porque tan solo hay uno, el mismo para todos los juegos, y se podría decir que requiere ser un tanto habilidoso para no morder el polvo constantemente.
Esto supone que sufrirás un poco si no se te dan demasiado bien los juegos de lucha. En mi caso tampoco es que me considere un gran experto, así que me permitió recordar lo mal que me lo hicieron pasar en su momento personajes como Balrog, Vega o M. Bison en el clásico Street Fighter II Champion Edition. De todos modos, me ha parecido un puntazo el que puedas guardar y cargar la partida en cualquier momento, ya sea porque no te apetece seguir jugando, quieres hacer una pausa o repetir una y otra vez los mismos encuentros.
En resumen, los ratos que he podido disfrutar de la Evercade Alpha Street Fighter Bartop Edition me han encantado. Es cierto que hay detallitos que provocan que no termine de ser un producto de diez, pero en una balanza pesan mil veces más los puntos positivos, de ahí que se haya convertido en una máquina que no me habría importado en absoluto que pasase a formar parte de mi colección. El sitio para guardarla quizás habría sido un inconveniente, pero para eso siempre hay solución con tal de poder sacar el niño que llevo dentro siempre que quiera reviviendo todas estas viejas glorias con una calidad magistral y unos controles sublimes.
En el caso de que queráis haceros con la vuestra, la podéis encontrar en cualquier tienda especializada con un precio de 249,99 euros, aunque también estáis a tiempo de solicitarla como regalo para los Reyes Magos. Sería un acierto garantizado.
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La noticia No sabía cuánto quería una máquina recreativa en miniatura hasta probar una cucada como la Evercade Alpha Bartop Arcade fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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