Noticia Ocho relatos catalanes

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Las elecciones de Catalunya del próximo 27-S marcarán su futuro. Hablamos con ocho ciudadanos para que nos cuenten sus perspectivas ante los comicios.


Último día de campaña. En algún bar del Eixample probablemente suene Boig per tu, la mítica canción de Sau. La desaparición de Carles Sabater marcó un punto de inflexión en la música en catalán. Pero sus míticos versos bien sirven de metáfora para las elecciones de Catalunya del próximo 27 de septiembre.


"Sé molt bé que des d´aquest bar jo no puc arribar on ets tu, però dins la meva copa veig reflexada la teva llum" ("Sé muy bien que desde este bar no puedo llegar donde estás tú, pero desde mi copa veo reflejada tu luz")

Es probable que en las últimas horas para pedir el voto y convencer a los indecisos, la incertidumbre aceche las sedes de los diferentes partidos. ¿Qué ocurrirá el domingo? Parafraseando a Sabater -aunque él se refiriera a la Luna-, no podemos llegar a toda la población catalana, pero sí contemplar su reflejo.


¿Cómo se vive el procés en Catalunya? ¿Es tan claro el apoyo a la independencia? ¿Por qué y cómo hemos llegado a esta situación? ¿Qué papel ha jugado la crisis? Para pulsar las sensaciones previas a la jornada electoral del 27 de septiembre, Hipertextual ha contactado con ocho personas que residen actualmente en esta región para que nos expliquen sus perspectivas de cara al domingo.

Crónica de un distanciamiento anunciado


Al volver la vista atrás, es posible que pocos recuerden el 12 de septiembre de 2011. Ninguna portada de periódico mostraba ese día una concentración multitudinaria en pro de la independencia. Porque no la hubo. Sólo una pequeña manifestación por el centro de Barcelona, que contó con el apoyo de Plataforma pel Dret de Decidir, Sobirania i Justícia, Sobirania i Progrés, ERC, CUP y Òmnium Cultural, entre otras entidades y partidos, reunió a 10.000 personas según la Guardia Urbana. La marcha terminó con incidentes, tras quemarse banderas de España y Francia y una foto del rey Juan Carlos I en el Paseo Lluís Companys y en el barrio del Born.La manifestación de la Diada de 2011 concentró a sólo 10.000 personas

Nadie hablaba en aquella época -al menos de manera tan masiva- de independencia. Los periódicos del día después de la Diada de Catalunya sí citaban las reacciones contra una sentencia sobre el modelo de inmersión lingüística, pero nada hacía sospechar que sólo cuatro años después viviríamos unos comicios en clave de plebiscito. ¿Qué conduce a este distanciamiento?

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Página 12 de La Vanguardia del 12 de septiembre de 2011. Artur Mas hablaba de "soberanía y libertad", mientras que un desconocido García Albiol parecía abocado a una moción de censura.


Una joven entrevistada por Hipertextual, que prefiere identificarse como A.O. (Barcelona, 32 años), explica que "desde hace muchos años por parte de la Generalitat y del Estado, Catalunya se ha utilizado como herramienta política para desviar la atención y el descontento de la población catalana y española". Además, también explica que "el sistema de educación bilingüe se ha visto afectado".El Estatut, la crisis, el sistema bilingüe o la corrupción son las posibles causas del "procés"

A.G. (Tarragona, 27 años) habla de "desgaste" al referirse a los motivos que han llevado a la situación actual. A partir de la redacción del Estatut en 2006 y el caso omiso desde el gobierno central, comenzó a generarse una visión negativa sobre "cómo nos trataban desde Madrid". Otra fuente consultada por Hipertextual, profesor de la Universitat de Barcelona, coincide en esa visión pero añade una razón más.

"El recurso del PP al Estatut cuando ya se había votado en Catalunya y el largo período entre el recurso y la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010" hicieron mella en la sociedad, a su juicio. En lugar de buscar el entendimiento, "ha habido aprovechamiento político de todos los grupos", puntualiza. El distanciamiento entre la región y el resto del Estado parece claro -al menos a nivel político-, y de hecho muchas veces se ha comparado con una ruptura sentimental. Ruptura como la que describen Els Amics de les Arts en su canción Reykjavík:


"Ara potser et sembla que el món s'acaba i que ho haguém de cremar tot, però tan tu com jo en trobarem un altre i tot es posarà al seu lloc" ("Ahora podría parecerte que el mundo se acaba y que lo deberíamos quemar todo, pero tanto tú como yo encontraremos a otro y todo se pondrá en su sitio")


Para M.M. (Menorca, 36 años), "la crisis económica fue el detonante de la situación actual". El gobierno catalán encabezado por Artur Mas, según su opinión, aplicó todo un conjunto de medidas de ajuste, especialmente en sanidad, que crearon gran descontento entre la población. "CiU nunca ha sido un partido independentista y para evitar ser desbancados, culparon a Madrid de todos los recortes", afirma.

Esta visión también es compartida por A.G., aunque con matices. "El caldo de cultivo (Estatut, crisis, sentimiento independentista) estaba ahí", señala. Mientras M.M. piensa que el detonante fue la crisis, aunque hubiera desentendimiento de forma previa, A.G. plantea que "hay quien dice que CiU defiende una idea que jamás había apoyado para tapar sus miserias de corrupción". Pero también añade que "otros ven a Artur Mas como el mesías que ha sabido escuchar al pueblo". Mario -nombre ficticio- explica que "el origen del auge independentista está en la petición de un régimen fiscal propio y en la corrupción". También señala "que muchos creen inocentemente que un país nuevo solucionará todos los problemas", aunque probablemente no sea así.

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CDC (Flickr)


P.F., otro joven entrevistado a Hipertextual, señala dos motivos principales del descontento popular. El primero, que el TC tumbara el Estatut d'Autonomia -que proponía una mejora en el reconocimiento de la lengua catalana, de la financiación y las competencias, añade-. P.F. recuerda que Alfonso Guerra dijo que "se habían cepillado el Estatut" por aquel entonces, pero también añade un segundo motivo: el rechazo del pacto fiscal por parte del Gobierno de Mariano Rajoy en el 2012. El joven (Barcelona, 1988) también cree que "están equivocados los que piensan que esto [refiriéndose al proceso independentista] es una manipulación, sino que es un movimiento social al que Mas tuvo que sumarse para no verse arrollado".

A las dos razones ofrecidas por P.F., un entrevistado identificado como Pau -nombre ficticio- añade motivos de carácter lingüístico y cultural (cuestionamiento del modelo educativo catalán o las declaraciones de Wert sobre la "españolización de los catalanes") y de tipo económico. En este segundo caso, Pau menciona el "tan repetido déficit fiscal de 16.000 millones de euros" o "los intereses políticos y centralistas a criterios científicos a la hora de conceder financiación a proyectos de I+D", una crítica realizada por el Dr. Manel Esteller, uno de los investigadores que apoya la candidatura de Junts Pel Sí.

¿Falta de infraestructuras?


Otra fuente consultada por Hipertextual, que prefiere identificarse como C.E.C., señala siete factores que han influido en el auge del independentismo. Por un lado, el recorte del Estatut y el no diálogo de Madrid con Barcelona ("probablemente porque el PP sabe que su granero de votos no es Catalunya y su política de no diálogo le reporta votos en el resto del del estado español", afirma).La carencia del corredor del Mediterráneo es uno de los ejemplos de falta de inversión, aunque no sólo implica a Catalunya

Por otro lado, la crisis económica, la necesidad de Convergència de separarse de 30 años de Pujolismo, la implicación de los jóvenes y el desconocimiento de parte del Estado sobre lo que ocurre en Catalunya (en particular, sobre la convivencia lingüística) también han podido servir como catalizadores del procés. Como ejemplo, C.E.C. indica la falta de infraestructuras relevantes como "el aeropuerto al que Iberia ha abandonado o las conexiones de la terminal de contenedores del Puerto de Barcelona con las vías de comunicación de carreteras y trenes".

El profesor de la Universitat de Barcelona también relaciona la falta de inversiones y el Estatut. "Se ha incumplido la Disposición adicional III, que comprometía gastos en infraestructuras", señala. Como ejemplo cita el corredor del Mediterráneo, que hubiera sido positivo no sólo para Catalunya, sino para la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía.

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Así quedaría el corredor del Mediterráneo una vez completado, según los planes del Ministerio de Fomento. Actualmente, por ejemplo, Barcelona y Valencia no están conectadas por líneas de alta velocidad, pero sí Madrid con Barcelona y Madrid con Valencia.


P.F., sin embargo, considera que este tipo de ejemplos son "síntomas de un problema más profundo", en referencia a "la mentalidad conservadora y autoritaria que tiene en general el Estado, que ha perjudicado y perjudica ante todo a los ciudadanos españoles y como se ha visto a lo largo de la historia también a los ciudadanos catalanes". Según Mario, "la crisis afecta a toda España, y Cataluña es una región que siempre ha tirado del carro, por lo que el hartazgo podría estar influido por la situación económica".

¿Posibles soluciones?


¿Se trata entonces de una cuestión de cifras? A.G. defiende que "al caldo de cultivo que ya había se le añadió la crisis y el España ens roba, lo que provocó una exaltación del sentimiento catalán". A día de hoy, según su opinión, muchos de los que quieren la independencia de Catalunya lo hacen desde los sentimientos. "Creo que es muy difícil argumentar de manera racional asuntos que se han convertido en sentimentales".El 74% de los catalanes estaban a favor de una consulta sobre la independencia

El profesor de la Universitat de Barcelona, por su parte, considera que "francamente se ha llegado muy lejos y que será muy difícil reconducir la situación con los mismos políticos al frente". ¿Qué opinan el resto? ¿Es posible una vuelta atrás? C.E.C. cree "sin ninguna duda" que una reforma de la Constitución y/o un régimen fiscal propio para Catalunya serían fundamentales. M.M. también piensa que "la aceptación plena del Estatut de 2006" podría ayudar. Mario, por su parte, valora que "un régimen fiscal como el del País Vasco o Navarra suavizaría la situación".

¿Debería realizarse una consulta a la ciudadanía catalana? A.G. cree "que no va a suceder", mientras que C.E.C. considera que "si se hace la consulta debe ser vinculante, pero se tendría que pactar qué porcentaje sería necesario para proclamar la independencia". En ese sentido, también apunta que "no se puede declarar la independencia con un 55% de votos a favor, pero con un 65% podría ser aceptable".

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Jove (Wikimedia)


El profesor de la UB trae a colación una encuesta realizada por el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), en el que se determinó que el 74% de los catalanes estaban a favor de la celebración de un referéndum. "En Catalunya hay un porcentaje muy mayoritario que quiere celebrar una consulta, superior a la tasa de catalanes que desean declarar directamente la independencia", comenta. A.O. comparte esta opinión, pues reflexiona que "el pueblo catalán quiere y necesita una consulta sobre la independencia, y que si el Estado aceptara su realización, debería tener fecha".El referéndum vinculante es visto por muchos como una posible solución

Pau explica que "la situación podría reconducirse según el deseo de los catalanes si el Estado aceptara un referéndum vinculante". En ese sentido, opina que no servirían ni un régimen fiscal nuevo ni una reforma de la Constitución, sino que "habría que mirar a Escocia". Para reconducir la situación, añade, "sólo habría que conseguir que los catalanes votaran "no" a la independencia, pues se llega tarde para otras propuestas", afirma tajantemente.

P.F. también coincide con Pau al reconocer que "ya es demasiado tarde". No considera que cambie la situación, sino que "desde 2012 existe una sensación de desapego con el Estado, pero no de odio ni de rabia". Según describe a Hipertextual, "es como cuando ya no quieres a tu pareja, no puedes volver a reconducirlo porque ya no está ahí el sentimiento". Además, también piensa que "es altamente improbable que una reforma constitucional o un nuevo régimen fiscal cambien algo, puesto que la independencia catalana es más viable".

La influencia de la campaña


La campaña electoral para el 27-S arrancó el pasado 11 de septiembre, coincidiendo con la Diada de Catalunya. La gran manifestación de la Vía Lliure fue el comienzo de dos semanas apasionantes o tediosas -según se mire-, en el que hemos visto a candidatos bailar al ritmo de Queen, pelearse por las banderas del Ajuntament de Barcelona o al ministro de Asuntos Exteriores debatir sobre la independencia con Oriol Junqueras, líder de ERC.En la campaña no se han debatido los costes ni los beneficios de la independencia

¿Han cambiado estas dos semanas las perspectivas de los entrevistados? M.M. confiesa "estar cansada de la guerra entre el independentismo y el PP". A.G. también se hace eco de este cansancio, ya que según su opinión, "llevamos en campaña desde el año pasado". C.E.C. considera que en las autonómicas se va a votar en clave referéndum vinculante, "sin tocar aspectos sociales o económicos de los programas de los partidos, y sin que nadie explique cómo será el primer día del estado independiente".

Todas las personas entrevistadas en Hipertextual comentan que no se han valorado de forma suficiente los costes y los beneficios de la independencia, pero tampoco de la unión con España. En ese sentido, C.E.C. apunta que "un enorme porcentaje de la población tiene muy claro su voto y todas las mentiras por ambos bandos, así como todas las amenazas, que no harán cambian la elección".

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Clara Polo (Wikimedia)


El profesor de la UB señala que la campaña sólo ha servido para "agudizar las tensiones", y que "existe una cohesión muy grande en apoyo a la independencia, además de que se han realizado insinuaciones que sólo dan alas al movimiento independentista". A.G. ve las declaraciones de la Banca o de la Iglesia de los últimos días como una "medida de presión electoral porque nadie sabe exactamente qué sucederá". El profesor va un paso más allá, al calificarlas como "una voluntad de generar miedo".El carácter plebiscitario ha dominado claramente la campaña

Pau cree que la campaña ha ayudado a mejorar sus sensaciones, ya que antes de que comenzara "tenía dudas sobre el carácter plebiscitario de los comicios". Las reacciones del Gobierno central, así como la patronal bancaria o el Banco de España le han servido para "despejar los interrogantes sobre el sentido de las elecciones de Catalunya". El debate de Margallo y Junqueras, comenta, "es un gran paso para confirmar el carácter especial" del 27-S. Además, las declaraciones de Rajoy en Onda Cero o la manipulación en el comunicado de la Comisión Europea son reflejo, según su opinión, de "los mensajes contradictorios y confusos del bando unionista que han beneficiado al voto independentista".

Según Imma Aguilar, periodista especializada en comunicación política, "la campaña es muy positiva para los partidarios de la independencia", mientras que la escenografía del resto se ha centrado más en la negación. En el storytelling de estas dos últimas semanas ha dominado claramente el relato sobre el sentido plebiscitario de los comicios, sin debatir otras propuestas e ideas de los programas electorales. Como cantara Sopa de Cabra en Camins, la campaña ha transitado por senderos diferentes a los habituales aunque todavía no sepamos a dónde nos llevan.


"Camins que ara s'esvaeixen, camins que has de fer sol, camins vora les estrelles, camins que ja son nous" ("Caminos que ahora se desvanecen, caminos que tienes que hacer solo, caminos cerca de las estrellas, caminos que ya son nuevos")


¿Y después del 27-S?


Al hablar de la visión de Catalunya fuera de la región, el docente también considera que "el resto de España ha tardado mucho tiempo en reaccionar". A.O. prefiere no valorar esta perspectiva, aunque sí cree "que el resto del mundo observa las elecciones de Catalunya con curiosidad". M.M. habla de "manipulación informativa sobre la situación catalana" de medios afines al nacionalismo español que ha logrado, según su opinión, hacer ver a "los independentistas catalanes como victimistas y egoístas". En ese sentido, Mario cree que "el resto de España entiende que el auge independentista se debe a motivos económicos".Los entrevistados piensan que habrá mayoría independentista el 27-S

A.G. comenta a Hipertextual que "los que viven en otros puntos de España suelen creer que el sentimiento pro-independencia es mucho más radical de lo que es en realidad". C.E.C., por su parte, apunta que "en la mayoría de las ocasiones la situación se ve con incomprensión por desconocimiento de la realidad catalana". El profesor de la UB considera que "España sólo ha reaccionado en los últimos 3-4 meses, cuando los dados ya estaban rodando sobre la mesa".

Sea como fuere, las elecciones de Catalunya ya están aquí y aunque los resultados del 27-S son una incógnita, todavía es más complicado adivinar qué ocurrirá después del domingo. En ese sentido, el docente piensa que "habrá una mayoría clara en escaños del independentismo y la duda reside en si también se traducirá en mayoría de votos". Pau también considera que "habrá mayoría absoluta", aunque puntualiza que vendrá de la mano de Junts Pel Sí y de la CUP.

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Convergència Democràtica de Catalunya (Flickr)


En opinión de A.G., el domingo habrá mayoría independentista, y posteriormente "irán a negociar a Madrid y conseguirán quizá con suerte el régimen fiscal propio". A este respecto, considera que la declaración unilateral de independencia es "bastante inviable". M.M. espera que "algunas formaciones consigan los votos necesarios para empezar a trabajar en los temas del día a día y no enfoquen la política únicamente en el tema independentista".

La suspensión de la autonomía o la intervención militar son percibidas como "amenazas"Pau no cree "que se produzca una DUI el 28 de septiembre ni a corto plazo", una opinión compartida por el profesor de la UB, que considera que "la DUI, de producirse, no será inmediata". ¿Qué ocurrirá entonces? Pau opina que "se dará "otra vez la oportunidad al gobierno español de ofrecer un referéndum vinculante y no aceptará". C.E.C. tampoco piensa que habrá DUI, por lo que las insinuaciones sobre la suspensión de la autonomía o la intervención militar no son más que "una amenaza".

¿Qué sucederá a largo plazo? De acuerdo a la visión de Pau, "entraremos en el período de 18 meses de negociación, en el que muy probablemente habrá implicación (en la sombra) de la UE para presionar una negociación y evitar añadir más tensión a la Eurozona". Según A.O. la DUI también es bastante inviable, pero espera que "tras el 27-S se pueda intuir si Catalunya tiene una mayoría que quiere ser independiente o no".

En opinión de A.G, "se llegará a un pacto como mucho para que Catalunya tenga más independencia en la gestión", puesto que "una DUI sin tener una mayoría (y por mayoría entiende al 99,9%, aclara) es peligrosa". Esta visión es totalmente contraria a la de P.F., que considera que "una mayoría del 50+1 debería tener suficiente fuerza para seguir adelante, tanto por un lado como por el otro, pues al fin y al cabo, la democracia es eso".

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Partido Popular de Cantabria (Flickr)


Lo que casi todos tienen claro es que se trata de un "conflicto político", y aunque algunos piensan que puede haber cierta tensión, las relaciones entre la sociedad no se verán en general afectadas. M.M. piensa que "hay independentistas catalanes que nunca se llevarán bien con los nacionalistas españoles". A.G. añade que "no ve la situación como una fractura, sino que cada uno tiene sus propias ideas".

Por el contrario, C.E.C. cree que "dentro de la propia Catalunya se está dividiendo al país en dos grandes bloques, ya que la gente la han obligado a posicionarse". El profesor de la UB considera que "hay gente que evita hablar del tema porque ya tiene sus posiciones". Pero resta importancia a esta posible polarización, porque "es similar a lo que pasa con el fútbol". Una opinión compartida por P.F., que opina que "todo el mundo se ha radicalizado un poco", pero que no habrá problemas en las relaciones ni se romperán familias por ello.

Bonus track


A pesar de que la mayoría piensa que no habrá declaración unilateral de independencia -al menos de forma inmediata-, el futuro de Catalunya sigue siendo una incógnita. M.M. cree que una región independiente "se quedaría fuera de la Unión Europea", mientras que P.F. duda que salieran del euro (cita de ejemplo a Andorra) y de la UE, pues según su opinión, "sería la primera región que estando ya en la UE (parte de un estado miembro) sale para volver a pedir la admisión".El futuro de Catalunya en España y en la UE es incierto, así como la situación económica

Esta sensación es compartida por Pau, que valora que "la Unión mediará para evitar un problema mayor en su cuarta potencia económica, cinco veces mayor que la economía griega", recalca. El tema financiero es también valorado por A.G, quien considera que "si el país nuevo genera dinero, no nos echarán a la calle". C.E.C., sin embargo, piensa que "la UE nunca reconocerá a Catalunya como estado independiente", y en relación a la moneda, "podrían adoptar el euro pero no con el respaldo del Banco Central Europeo". El profesor de la UE y A.O. rebajan estas preocupaciones, señalando que a pesar de lo que digan los Tratados, "la UE siempre ha sido pragmática, y va resolviendo los conflictos del día a día como puede".

La diversidad de opiniones en estos ocho relatos catalanes sirve para comprobar la "temperatura" en la previa de estos comicios. A menos de 72 horas de la celebración de las elecciones de Catalunya, la incertidumbre y las dudas marcan el final de la campaña más intensa en la historia reciente de esta región. Los resultados del 27-S determinarán en buena medida su futuro, pero también en cierta medida el del conjunto del Estado. Como cantara Lluís Llach, "que tinguem sort" ("que tengamos suerte").


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