El universo de ciencia ficción de las películas de Matrix nos presentó una realidad alternativa cargada de acción, pero también nos dejó con un argumento que requería mucha concentración para entenderlo perfectamente. Los hermanos Wachowski (ahora hermanas) se lo tomaron muy en serio, así que plantearon un desafío intelectual al elenco de la primera entrega, lo que les obligó a realizar un curso intensivo de filosofía.
Mucho antes de que arrancara el rodaje, los directores de esta primera cinta exigieron a todos los actores, incluyendo a gran parte del equipo de producción, que leyeran una serie de obras filosóficas con el fin de comprender mejor todos los conceptos en los que se basaba la trama. Por lo tanto, un libro que fue común para todos se trató de "Simulacro y Simulación", del filósofo y teórico cultural Jean Baudrillard.
Esta obra en cuestión, que fue escrita en 1981, buscaba examinar las relaciones que existían entre la realidad, los símbolos y la sociedad. Sobre todo, los significados y el simbolismo de la cultura y los medios relacionados en la construcción de una comprensión de la existencia compartida. Es decir, un libro que sin duda estaba estrechamente relacionado con los pilares en los que se sustenta el argumento.
Y no fueron los únicos deberes que se les impuso, porque también se incluyeron otras obras de filósofos como Platón y Descartes, dado que sus ideas sobre la percepción, la existencia y la verdad, estaban presentes por todas partes en el guion de estas películas. Unos deberes que buscaban que los actores no se dedicaran únicamente a interpretar a sus personajes, sino también que comprendieran perfectamente lo que querían transmitir y el mensaje filosófico que había en esta historia futurista.
Aun así, aunque hay que reconocer que todos se convirtieron en unos eruditos filosóficos, quien tuvo más trabajo fue Keanu Reeves. El encargado de dar vida a Neo tuvo que leer dos libros adicionales, siendo uno de ellos "Fuera de control: La nueva biología de las máquinas, los sistemas sociales y el mundo económico", de Kevin Kelly, e "Introducción a la psicología evolutiva" de Dylan Evans, lo que demuestra que se lo tomó muy en serio para dejarnos con unos de los papeles más emblemáticos de su carrera.
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La noticia Para entrar en Matrix, tocaba hincar codos: la exigencia que transformó a sus actores en eruditos filosóficos fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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