Aprovechando la llegada de Windows 10 y la inminente salida de OS X El Capitán probamos la última versión de Parallels para ver si las mejoras justifican el precio de actualización y si el rey de las máquinas virtuales lo sigue siendo.
Como viene siendo habitual, de la mano de los últimos sistemas operativos para Mac y PC (El Capitán y Windows 10) llega una nueva versión de Parallels (ya van 11) con mejoras de rendimiento y la posibilidad de usar Cortana como novedad estrella. Aunque los avances no se quedan ahi, parece que cada año se le hace más difícil a Parallels justificar a sus usuarios la necesidad de pagar el precio de actualización, por eso hemos pasado un par de días probando las últimas mejoras para ver cuanto ha avanzado Parallels este último año.
La primera novedad, aunque no la más importante, es que Parallels 11 es totalmente compatible con los últimos sistemas operativos de Apple y Microsoft. De esta forma si queremos crear una máquina virtual de Windows 10 o OS X El Capitán desde Yosemite o el propio El Capitán no tendremos ningún tipo de incompatibilidad ni problema. Ni siquiera si queremos emular sistemas operativos antiguos.
Hasta que Apple se decida por llevar Siri a OS X podemos usar Cortana gracias a Parallels 11 La que quizás si sea la novedad estrella es la posibilidad de usar Cortana, el asistente virtual de Microsoft, de forma nativa en Mac. Sinceramente no creo que nadie vaya a instalar Parallels y crear una máquina virtual de Windows 10 para usar Cortana en su Mac, pero si es un extra muy interesante que nos puede hacer el día a día mucho más sencillo. Al menos hasta que Apple se decida por llevar a OS X a Siri y la “inteligencia” de iOS 9.
Otra de las mejoras, y que además no suele faltar en cada nueva versión, es una mejora de rendimiento. Según los creadores de Parallels en esta nueva versión los tiempos de arranque y apagado de una máquina virtual en Windows 8.1 y 10 pueden ser hasta un 50% más rápidos, la suspensión de máquinas virtuales hasta un 20% y muchas tareas de Windows hasta un 25% más veloces. Esta es la teoría, y aunque en la práctica no sabría decir si el porcentaje se ajusta a la realidad, si que he notado que todo funciona un poco más rápido.
El modo viaje es ideal si pasamos bastantes horas lejos del cargadorEntre estas mejoras de rendimiento también nos encontramos con un nuevo modo “viaje” que recorta los procesos más intensivos para alargar la duración de la batería hasta un 15% cuando no tenemos un enchufe cerca. Esta es quizás una de las novedades que más agradezco (y seguramente otros muchos usuarios) al pasar muchas horas fuera de casa con mi portátil.
Pese a que no es ninguna novedad, una de las características que más me siguen gustando de Parallels es su modo coherencia, que nos permite ejecutar aplicaciones de Windows como si fuesen apps nativas de OS X. Así podemos usar únicamente la aplicación que necesitamos de Windows sin salir de nuestro entorno habitual. Además, gracias a la asociación de archivos, podemos indicar que todos los archivos de un mismo tipo de abran por defecto con la app de Windows que tenemos en la máquina virtual lo que hace todo mucho más fácil.
Esta undécima edición de Parallels también cuenta con una versión Pro pensada para usuarios exigentes como los desarrolladores y otros profesionales. Entre las mejoras nos encontramos con la posibilidad de usar las funciones de depuración remotas de Visual Studio para correr una app en una máquina virtual que nos permita optimizarla. También facilita las cosas para los desarrolladores multiplataforma, puesto que podemos correr desde Windows hasta Android pasando por Linux y Chrome OS, de manera que podamos probar nuestra web o app en múltiples sistemas sin cambiar de ordenador.
El modo Pro está pensado casi exclusivamente para los programadores más exigentesA parte de una mayor optimización para software de desarrollo, la versión Pro de Parallels nos permite dotar de una mayor potencia de procesamiento a nuestras máquinas virtuales subiendo el máximo de 8 GB y 4 vCPU a 64 GB y 16 vCPU. De esta forma las aplicaciones más exigentes sacarán todo el provecho de ordenadores como el Mac Pro.
Y en el caso de aquellos usuarios que hasta ahora usaban Bootcamp para instalar Windows en su Mac, esta última versión de Parallels incluye un asistente mejorado que nos permitirá convertir de forma sencilla la partición del disco duro en una máquina virtual. Así nos evitamos tener que configurar desde cero Windows y todas las aplicaciones que usamos para el trabajo.
Hablando de dinero, Parallels sigue manteniendo la misma estrategia que en años anteriores. El precio sigue siendo de 79,99€ para nuevos usuarios domésticos y estudiantes y de 99,99€ al año para usuarios profesionales. En el caso de tener una licencia de una versión anterior (versión 9 o 10) el precio de actualización es de 50€ para los usuarios domésticos y gratuita para los profesionales, puesto que están pagando una subscripción anual. Aquellos que hayan comprado y activado una licencia de Parallels 10 entre el 29 de julio y el 15 de octubre de 2015 podrán actualizar de forma gratuita.
Si vemos Parallels como un juguete puede que nos parezca caro, pero como herramienta de trabajo no tiene precioPodríamos entrar en el debate de es justificable pagar una “cuota” de 50€ al año por actualizar Parallels para obtener “solamente” unas mejoras de rendimiento y funciones como Cortana, pero personalmente creo que si nos estamos haciendo esta pregunta es que no usamos o necesitamos lo suficiente este programa. Parallels es un software que cubre unas necesidades muy concretas de un grupo de usuarios mucho más pequeño del que creemos. Y es que mientras algunos ven Parallels como un juguete con el que pasar la tarde configurando un par de maquinas virtuales con Windows para otros es una herramienta de trabajo que les permite ejecutar en un mismo ordenador Mac OS X (desde Lion), Windows (desde XP), Ubuntu (desde 10.04 LTS) y otros tantos sistemas operativos. El sueño de cualquier desarrollador multiplataforma.
Podéis comprar (o actualizar) Parallels 11 desde su web.
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