El nivel de integración entre productos y servicios del ecosistema de Apple es único. Nadie más tiene uno tan profundo, y sólo Microsoft puede aspirar a él.
En 2003, Apple presentó su suite de aplicaciones de entretenimiento, iLife. Dos años antes llegaron iTunes y el iPod. La idea de Steve Jobs desde su regreso a la compañía fue potenciar el ecosistema, la integración completa entre aplicaciones y entre dispositivos.
Ha tenido que pasar más de una década para que esa idea, que se ha ido potenciando con el tiempo y limando con la tecnología de cada época, haya sido redondeada hasta un punto en el que ya no tiene rival. El día 9, Apple dejó una imagen que plasma perfectamente su idea de futuro y ecosistema.
Cuatro sistemas operativos distintos, con cuatro kits de desarrollo distintos, conectados entre sí, principalmente a través de iCloud. Hablando el mismo idioma. Aunque la idea de Dan Counsell en Twitter sería la guinda a la hora de homogeneizar las distintas marcas.
¿Quién puede competir contra esto?
Sólo una empresa: Microsoft. Nadie más está, hoy por hoy, en condiciones de competir en este nivel de integración de sistema. Veamos qué detiene al resto:
Google no tiene un sistema operativo completo, de escritorio. ChromeOS y los Chromebook tienen un propósito, un área, y de ahí no pueden saltar a corto plazo por su propia arquitectura. Domina la cuota de mercado en móviles y tablets, y especialmente en móviles tiene asegurada una dominancia larga sin muchas preocupaciones. Por lo demás, tiene el buscador más usado del mundo, el servicio de correo más usado del mundo rodeado de una buena y larga suite de aplicaciones y servicios complementarios, y unos cuantos tentáculos más sobre los que alargar su integración: sistema operativo para wearables, Chromecast, Android TV...
Amazon tiene un fork, pero no un sistema operativo, y eso es lo que más le frena. A nivel de escritorio es inexistente, y a nivel de hardware propio en móviles le ha ido mucho peor que con sus tablets. En los últimos años ha intentado construir un pequeño ecosistema, pero ni siquiera siendo pequeño le ha salido como esperaba. Domina, eso sí, en comercio electrónico y en libros digitales.
Samsung es el gigante que debería tener todas las papeletas por su dominancia en ventas y catálogo de hardware. Tiene ordenadores, tiene tablets, móviles, cámaras de fotos... Hasta tiene Tizen, el sistema operativo multidispositivo que teóricamente sería el pilar maestro de su ecosistema. El problema es que no ha llegado al escritorio, y en móvil va a ritmos muy muy lentos, con más dudas y suspicacias que confianza. Lo bueno es que gracias a las modificaciones de Android, tiene a sus usuarios listos para que el día que quieran que den el salto, no sea traumático. Y es que la interfaz de los últimos TouchWiz es básicamente la misma que Tizen. Un ejemplo. Arriba, la interfaz de ajustes de TouchWiz. Abajo, un Tizen.
El ecosistema Microsoft
Sólo Microsoft está preparada para luchar contra el nivel de integración de Apple. Tiene un sistema operativo de escritorio completo, que además es el más utilizado del mundo. Tiene sus propias tablets y teléfonos (Surface, Lumia). Un buscador para acompañar, Bing; su propia nube, One Drive; y varios servicios complementarios más, con Office y Xbox a la cabeza, amén de una presencia sólida en empresas. Aunque sus terminales móviles no tengan las ventas que deseaba Microsoft, sí pueden servir para permanecer al menos en stand-by mientras se espera al efecto Windows 10. Recordemos que Sony, LG, y compañía no ganan dinero con sus smartphones, y si se sostienen sus divisiones móviles es únicamente porque viven subvencionadas por otras divisiones que sí dan beneficios.
Ecosistema Windows 10
Volvemos al meollo: Windows 10 es el epicentro de lo que quiere ser Microsoft. Un sistema parecido y al mismo tiempo muy distinto al de Apple: ecosistema e integración profundos, pero con un sistema operativo y una tienda de aplicaciones "iguales", con los matices de cada plataforma. Desde el móvil a la consola, "una experiencia", "un Windows", Windows 10.
Todo esto es lo bueno. ¿Lo malo? Simplemente, que está empezando. Por supuesto que hace mucho que Microsoft tiene integración entre dispositivos, cuentas únicas, etc. Pero el nivel de profundidad e integración del ecosistema al que aspiran ahora está más alto, supone un paso más. El énfasis que han dado a Windows 10 en torno a su llegada el 29 de julio, y el que le darán cuando llegue la hora de actualizar los Lumia, así como el protagonismo del sistema cuando llegue el momento de comercializar los nuevos Lumia de octubre, lo explica a la perfección.
El producto ya no es lo único que no importa
Cuando una persona compra un iPhone, no está comprando por lo general sólo el iPhone. También está pagando por la forma que tendrá de usar su ordenador, su tablet o su reloj gracias a tener ese iPhone, y no otro terminal. Lo mismo se aplica a cualquier eslabón de la cadena. Los iPhone, como los Mac, como los iPad, como el Watch, como iOS, como OS X, no son perfectos, ni siquiera su integración o una iCloud que debería parecerse más a Dropbox es absolutamente perfecta, pero es única. Un S6 Edge es un terminal magnífico, al igual que un Moto G a precios más asequibles, pero no la tienen. Nadie en el mercado puede reproducirla a día de hoy a ese nivel.
Haces una foto con el iPhone y aparece automáticamente en tu Mac, tu iPad y tu Apple TV. Instalas en el iPad o el nuevo Apple TV un juego que ya tenías en el iPhone y puedes continuar con tus progresos guardados, desde ese momento las partidas se sincronizan. Creas un documento con Pages o Keynote en el Mac, y puedes editarlo de camino al trabajo a través del iPhone. Estás en el sofá con el iPhone cargándose en la habitación, y puedes responder una llamada desde el Watch. Y así todo. Y así de forma nativa.
Nuevamente, sólo Microsoft ha llegado a ese camino. La diferencia es que le queda bastante por recorrer. Pinta bien, la llegada Windows 10 ha sido un éxito y dentro de cinco años no tengo ninguna duda de que se habrá superado por completo. Mientras tanto, todos los demás que intenten recrear el ecosistema Apple estarán persiguiendo sombras.
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