Hace varios días se presentó la Sony A7R II, el nuevo buque insignia en la fotografía de la marca nipona. Pero, ¿qué nos aporta?
Del mismo modo que ocurrió con la Sony A7, era de esperar que la empresa nipona también anunciase los modelos S y R de su nueva versión, la Sony A7 II. Ante esto, son muchas las dudas que nos surgen sobre lo nuevo que nos aporta.
Estaba claro que la nueva A7R II iba a ser una cámara que reuniría las bondades de la A7 II con un sensor de mayor resolución, predicciones totalmente acertadas. Sin embargo, aunque posee 42,4 megapíxeles, esa no es la única novedad presente entre sus características.
Su sensor full-frame ahora es un CMOS Exmor R retroiluminado, el cual traslada la capa de los fotodiodos a un nivel superior para así obtener una mayor luminosidad en la imagen. Asimismo, también afecta a la definición de la toma y al ruido mostrado, permitiendo utilizar una sensibilidad mucho mayor sin que esto sea extremadamente perjudicial en los resultados mostrados.
Resulta obvio que la sensibilidad de 102.400 solo debe ser utilizada en casos extremos, donde las circunstancias lumínicas nos obliguen a ello y no tengamos otra alternativa. El granulado mostrado en la A7 II era muy fino y permitía combatir fácilmente las escenas nocturnas, por lo que en esta nueva versión, si se cumple con lo que está sobre el papel, el sensor debería ofrecer unos resultados incluso mejores.
Prueba de ISO Sony A7 II
Parece que en la Sony A7R II vuelven muchas de las funciones ausentes en la A7 II y que se encontraban presentes en modelos anteriores, tales como el modo silencio para reducir el sonido del obturador.
Por otro lado, según Sony se ha mejorado el enfoque híbrido, incorporando 399 puntos por detección de fase y 25 para la detección por contraste. Precisamente este era un factor que critiqué durante el análisis de la Sony A7 II, ya que su enfoque parecía resistirse en zonas especialmente oscuras. Sin embargo, en esta ocasión los números parecen indicar unos resultados totalmente diferentes.
El video
Como ya hemos podido comprobar con la A7 II, el sistema de estabilización de 5 ejes muestra sus principales bondades cuando utilizamos el modo video. Es una función que ayuda a eliminar ese molesto tembleque cuando deseamos grabar cualquier momento.
En principio, lo que hace es mover el sensor para así compensar aquellas vibraciones causadas por nuestro pulso, algo que se puede unir a la estabilización del propio objetivo para conseguir movimientos muy suaves.
La Sony A7S era una cámara elegida por muchos amantes del vídeo, ya que su calidad a altas sensibilidades la configuraba como un dispositivo idóneo para grabar incluso con poca luz y obtener una gran calidad de imagen.
A pesar de ello, la A7 II parecía situarse un paso por detrás de la anterior cámara de Sony, ya que su resolución máxima era de 1920 x 1080 (60p/50Mbps), dejando así de lado el nuevo estándar de resolución para muchos cinematógrafos, el 4K.
Pero eso ha cambiado en la Sony A7R II, en la que no solo se ha recuperado el 4K a 30fps, sino que también se han añadido el modo de grabación Súper 35mm que prometen ofrecer nuevas posibilidades con respecto al vídeo. Según la compañía nipona, mediante este sistema se recopila más información de la grabación, algo ideal para eliminar imperfecciones como el efecto muaré. Asimismo, también se incluye un modo Slow motion, que nos otorga la posibilidad de grabar hasta 120 fotogramas por segundo a una resolución de 720p.
La A7R II tendrá un precio de 3.500 euros, lo que le convierte en una cámara no apta para demasiados bolsillos. Aunque su lanzamiento está previsto en agosto, el próximo lunes tendremos la oportunidad de acudir a un evento de Sony para obtener unas primeras impresiones acerca de lo que nos ofrece este nuevo dispositivo. Por ello, si tenéis alguna duda os animamos a que nos la hagáis saber en los comentarios y trataremos de resolverla tras probar la A7R II.
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