Noticia ¿Por qué tocar el móvil está prohibido pero no otros controles del coche?

Hombre usando un teléfono móvil en un coche


En los últimos años, las dudas sobre si es legal tocar la pantalla del coche o el móvil mientras conducimos han ido en aumento debido a los cambios tecnológicos y a la evolución de la normativa de tráfico. Los conductores se preguntan habitualmente por qué está terminantemente prohibido manipular el teléfono móvil mientras están al volante, pero sí pueden –en ciertas situaciones– interactuar con la pantalla táctil del coche. Evaluar esta diferencia, en qué casos puede ser sancionado e incluso cuándo te pueden multar aunque estés parado en un semáforo, es fundamental para evitar complicaciones en la carretera… ¡y en el bolsillo!

Vamos a profundizar en las razones legales y prácticas detrás de estas normativas, qué margen de maniobra hay realmente, cómo afecta la tecnología a la seguridad vial y resolver todas las dudas sobre por qué tocar pantalla del coche parece estar permitido y el móvil no, pero con muchos matices y advertencias a tener en cuenta.

La normativa actual y sus motivos: móvil, radio y pantalla táctil bajo la lupa​


La Ley de Tráfico y la Dirección General de Tráfico (DGT) han endurecido notablemente las sanciones asociadas al uso del teléfono móvil mientras se conduce. Tras varios años siendo una de las principales causas de accidente y distracción al volante, la normativa se ha vuelto tajante:

  • Utilizar el móvil mientras se conduce es una infracción grave, aunque sólo sea para sostenerlo con la mano sin manipularlo.
  • La sanción económica por este motivo asciende a 200 euros y la retirada de 6 puntos del carnet de conducir, según la última modificación legal.
  • El riesgo que implica apartar la atención de la carretera durante incluso unos segundos es tan alto, que la regulación considera sancionable el simple hecho de sujetar el teléfono mientras se está al mando del vehículo.

Ahora bien, ¿qué pasa con las pantallas táctiles integradas en el salpicadero o los sistemas multimedia de los coches modernos? Aunque parezca contradictorio, la ley no es igual de dura ni específica con este tema:

  • Manipular pantallas táctiles o sistemas multimedia integrados puede ser motivo de sanción si el agente de la autoridad determina que dicha acción supuso una distracción grave.
  • En el caso de introducir una dirección en el GPS, navegar por menús o realizar cualquier acción compleja que implique apartar la atención, sí puede conllevar una multa de 200 euros y retirada de 3 puntos en el carnet.
  • Sin embargo, acciones consideradas simples como subir el volumen de la radio o ajustar la temperatura rara vez son sancionadas, salvo que el agente interprete que la salud y la seguridad vial se han puesto en peligro por esa distracción.

¿Por qué el móvil está más penalizado que la pantalla del coche?​


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Tanto los agentes de la Guardia Civil como la DGT coinciden en que el móvil distrae mucho más que una pantalla integrada. El teléfono móvil suele emplearse para una enorme variedad de funciones ajenas a la conducción: registrar mensajes, consultar notificaciones, interactuar en redes sociales, leer correos electrónicos o incluso hacer vídeos o fotos. Estas acciones requieren apartar la vista y retirar al menos una mano del volante durante demasiado tiempo, disminuyendo drásticamente la capacidad de reacción.

Por su parte, la pantalla táctil del coche está diseñada expresamente para interaccionar con ciertas funciones del vehículo como climatizador, radio, navegación u ordenadores de a bordo. En teoría, deberían ser más accesibles y menos invasivas en la conducción, aunque la realidad no siempre es así. Actualmente muchos vehículos modernos obligan a pasar por varios menús para tareas tan simples como ajustar la temperatura, lo que puede aumentar el riesgo de distracción.

Esto ha llevado a que Euro NCAP (autoridad europea en seguridad vial) y diversos organismos de seguridad hayan recomendado a los fabricantes volver a los botones físicos para ciertas tareas clave, permitiendo al conductor identificar y activar funcionalidades esenciales sin apartar la mirada de la carretera.

Multas y sanciones asociadas a pantallas, móviles y otros dispositivos​


La ley es muy específica en cuanto a la manipulación del móvil, pero no lo es tanto con las pantallas táctiles. Veamos los principales supuestos y el tipo de sanción asociada:

  • Uso o sujeción del teléfono móvil en marcha: multa de 200 euros y retirada de 6 puntos.
  • Manipular navegadores GPS, tablets u otros dispositivos electrónicos mientras se conduce: también sancionable con 200 euros y 3 o 6 puntos (según las circunstancias o si se trata del móvil).
  • Interactuar con la pantalla táctil del coche para acciones complejas (como introducir un destino en movimiento): sancionable con 200 euros y retirada de hasta 3 puntos.
  • Ajustar el volumen, sintonizar emisora o modificar el climatizador en la pantalla: en principio no se sanciona salvo que el agente determine que hubo peligro real para la seguridad vial.

Una de las grandes dudas es qué ocurre cuando el vehículo está parado en un semáforo o un atasco. La ley es clara: mientras no estemos correctamente estacionados y con el vehículo inmovilizado, seguimos siendo responsables activos de la conducción, por tanto utilizar el móvil o manipular pantallas puede ser motivo de multa en esas situaciones.

¿Qué dice exactamente la ley sobre la manipulación de dispositivos?​


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El artículo 18 de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial establece que el conductor está obligado a mantener su libertad de movimientos, el campo de visión y la atención permanente a la conducción. Por eso, cualquier acción que implique perder el control o dejar de mirar la vía será susceptible de sanción.

Además, el artículo 76 sanciona como infracción grave conducir utilizando manualmente navegadores o cualquier otro sistema de comunicación. Esta referencia incluye tanto el GPS, como las pantallas integradas o los propios móviles si funcionan como navegador, incluso cuando no se sostienen en la mano. Es decir, no sólo está prohibido manipular el móvil, sino también cualquier dispositivo que distraiga de la conducción, aunque esté integrado en el coche.

En el caso de estar parados en un semáforo, la normativa lo considera una “detención”, no una “inmovilización”, por lo que no se permite manipular móviles ni otras pantallas mientras esperamos. El matiz es importante, porque muchas personas creen erróneamente que pueden enviar mensajes, mirar el GPS o tocar cualquier pantalla en un atasco o semáforo, cuando la realidad es que la sanción puede llegar igual.

¿En qué casos sí está permitido manipular dispositivos?​


La única situación exenta de sanción es cuando el vehículo está completamente parado y bien estacionado. En ese caso, se considera que el conductor no está en situación activa de conducción y puede programar el GPS, consultar el móvil, cambiar parámetros en la pantalla o cualquier otra acción (siempre y cuando después reanude la marcha de forma segura).

Además, el uso de mandos al volante o asistentes de voz está permitido para determinadas funciones, como responder una llamada, cambiar la emisora o ajustar la temperatura, siempre que no sea necesario desviar la atención de la carretera ni retirar las manos del volante. Muchos fabricantes han implementado integración con Apple CarPlay, Android Auto o asistentes virtuales para minimizar riesgos. La recomendación de la DGT es configurar GPS, emisoras y climatización antes de iniciar el viaje y no durante la marcha.

¿Qué puede multar la DGT realmente? Ejemplos frecuentes​

  • Ajustar el GPS tocando la pantalla mientras el vehículo está en movimiento.
  • Navegar por menús complejos del sistema multimedia durante la marcha.
  • Utilizar el móvil para consultar el tráfico, WhatsApp o cualquier otro uso, incluso aunque esté en un soporte.
  • Manipular la pantalla mientras se está parado en un semáforo o atasco, especialmente para acciones que requieren atención visual o manual prolongada.
  • Sujetar el teléfono móvil, aunque no se utilice activamente (basta con tenerlo en la mano para que sea motivo de multa).

La experiencia demuestra que los agentes suelen emplear el sentido común y el criterio profesional para valorar si la acción puede considerarse una distracción relevante. No obstante, cualquier manipulación innecesaria es susceptible de ser sancionada.

La seguridad: la razón de fondo detrás de todas las restricciones​


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El origen de estas restricciones está en la necesidad de reducir el número de siniestros causados por despistes al volante. Más de un 30% de los accidentes de tráfico tiene su origen en distracciones, y en los últimos años las pantallas táctiles y los teléfonos móviles han incrementado notablemente este problema. Basta una distracción de 3 segundos a 120 km/h, para recorrer más de 100 metros “a ciegas”.

Así, la seguridad vial y la protección de todos los usuarios de las carreteras están por encima de la comodidad digital. La recomendación más sensata es no manipular dispositivos electrónicos durante la marcha y programar todo lo necesario antes de conducir. Cualquier ajuste imprescindible, debe realizarse sólo cuando el vehículo esté bien parado y en un lugar seguro.

Hoy en día, además, se está produciendo un cambio de tendencia: los fabricantes están reconsiderando la digitalización total de los coches y muchos ya apuestan por regresar a los botones físicos para las funciones esenciales. Euro NCAP, a partir de 2026, obligará a que determinados controles (intermitentes, luces de emergencia, limpiaparabrisas y claxon) tengan mandos físicos para poder obtener la máxima puntuación en seguridad.

Aunque la ley española aún no ha prohibido de forma tajante la manipulación de pantallas integradas, sí sanciona cualquier uso que suponga una distracción relevante. El consejo fundamental: todo lo que no puedas hacer sin perder atención a la carretera, mejor espérate a estar estacionado. Ante la duda, lo más seguro –y económico– es evitar cualquier manipulación de pantallas, sean móviles o del propio coche, mientras tu vehículo esté en marcha o simplemente detenido en un semáforo.

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