
La historia de Samsung con el Note 7 se está convirtiendo en el cuento de nunca acabar. Podría parecer que con el recall lanzado para todos los terminales y la decisión de cambiar de proveedor de baterías los problemas tendrían conclusión, pero claro, ahora la firma coreana deberá enfrentarse a todas las consecuencias producidas.
La cuestión es que los problemas provocados por las explosiones registradas del terminal han sido graves, podrían haber sido peores pero el hecho de que un terminal explote y hiera a un niño de seis años puede ser tildado de muy grave. No obstante, parece que por ahora ese no va a ser el episodio que más dolores de cabeza le pueda otorgar a Samsung...
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