Noticia Qué es Nandroid y cómo se hace

Qué es Nandroid y cómo se hace


Si te gusta trastear con tu móvil Android, instalar ROMs o probar mods y kernels personalizados, sooner or later te toparás con el término Nandroid. Y es muy probable que te digan eso de: “antes de hacer nada, haz un Nandroid”. No es una frase hecha: es literalmente el salvavidas que separa un susto gordo de un simple “bah, restauro la copia y listo”.

En este artículo vamos a ver con calma qué es exactamente un backup Nandroid, qué guarda, para qué sirve y cómo se hace con un recovery personalizado. Además, aprovecharemos para repasar conceptos clave de Android (particiones, recovery, ROMs, kernel, etc.) para que entiendas qué está pasando por debajo y no solo sigas una lista de pasos a ciegas.

Qué es Android por dentro (lo justo para entender Nandroid)​


Android no es solo la pantalla de inicio, las apps y los iconos que ves cada día; por debajo hay toda una estructura de capas y componentes que trabajan juntos. En la base de todo está el kernel Linux, que se ocupa de la seguridad, la gestión de memoria, los procesos, la red y el acceso al hardware.

Encima del kernel hay una Capa de Abstracción de Hardware (HAL) que permite que el sistema hable con la cámara, el GPS, los sensores, la pantalla táctil o el módem de forma uniforme, sin que las apps tengan que saber qué chip concreto lleva tu dispositivo. Gracias a esa capa de abstracción de hardware, un mismo Android puede correr en cientos de modelos diferentes.

Sobre esa base corre el runtime de Android (antes Dalvik, ahora ART). Este entorno se encarga de ejecutar el código de las aplicaciones, compilando el bytecode a un formato optimizado para funcionar bien en dispositivos con recursos limitados. Cada app corre en su propio proceso con su propia instancia de la máquina virtual, lo que aporta aislamiento y seguridad entre aplicaciones.

Más arriba encontramos las bibliotecas nativas en C/C++ (multimedia, gráficos 2D y 3D con OpenGL ES, motor WebKit, base de datos SQLite, bibliotecas SSL, etc.) y el framework de aplicaciones en Java/Kotlin. Ese framework ofrece las API que usan las apps para mostrar interfaces, acceder a la cámara, al GPS, a los contactos o a las notificaciones.

En la capa superior están las aplicaciones: correo, mensajes, navegador, mapas, Google Play, así como las apps de otros desarrolladores. Todo esto se apoya en un esquema de particiones: system, boot, vendor, data, recovery y algunas más, según el fabricante y la versión de Android.

Qué es un Nandroid y qué guarda exactamente​


Con esta foto global de Android ya puedes intuir que una copia de seguridad normal (las que haces con Google Drive, por ejemplo) cubre sobre todo datos de usuario y algunas configuraciones, mientras que un Nandroid actúa a un nivel mucho más bajo. Un backup Nandroid es, simplificando, una instantánea completa de las particiones del dispositivo en un momento concreto.

Un Nandroid no se limita a copiar las fotos o las apps que has instalado, sino que clona el estado de las particiones importantes del sistema: suele incluir boot, system, vendor, data, y a veces otras como EFS o modem (es recomendable hacer un backup del IMEI), dependiendo del recovery y del dispositivo. Por eso, al restaurarlo, el móvil queda exactamente igual que estaba: misma ROM, mismas apps, misma configuración y mismos datos.

La gracia de este tipo de copia es que se hace desde un entorno separado del sistema principal, el recovery personalizado (TWRP, OrangeFox, etc.). Desde ahí se puede acceder a las particiones sin que Android esté arrancado, lo que permite clonar la memoria interna a bajo nivel y restaurarla después sin interferencias.

Piensa el Nandroid como si fuera la imagen completa de un disco duro en un PC: no estás copiando solo archivos sueltos; estás copiando el contenido real de las particiones que forman el sistema. Es como congelar el móvil en el tiempo y guardar esa foto en la tarjeta SD o en la memoria interna.

Por qué es tan importante hacer Nandroid antes de modificar Android​


Cada vez que instalas una ROM (oficial o cocinada), flasheas un kernel, aplicas un módulo Magisk conflictivo o tocas archivos del sistema, existe la posibilidad real de que algo se rompa. Y cuando algo se rompe en el nivel de sistema, no se arregla reinstalando una app; hace falta restaurar el estado completo del dispositivo.

Ahí es donde el Nandroid se convierte en tu mejor amigo: si al flashear una ROM beta el móvil entra en bootloop, si al instalar un mod se queda congelado en el logo o si una actualización manual deja la ROM inestable, solo tienes que arrancar en el recovery e iniciar la restauración del Nandroid que hiciste antes de empezar a trastear.

La ventaja principal es el tiempo y los dolores de cabeza que te ahorra. Sin un Nandroid, un fallo gordo significa volver a instalar la ROM desde cero, reconfigurar cuentas, bajar todas las apps, restaurar datos (si los tienes en la nube) y ajustar cada detalle o consultar cómo actualizar la ROM sin pérdida de datos. Con un Nandroid, simplemente vuelves al punto exacto en el que estaba todo funcionando en cuestión de minutos.

Para quienes cambian de ROM a menudo, prueban recoveries distintos o juegan con kernels alternativos, los backups Nandroid son casi obligatorios. Incluso si solo haces este tipo de cambios de vez en cuando, tener una copia completa hecha antes de tocar nada es una red de seguridad imprescindible.

Qué necesitas para poder hacer un Nandroid​


Antes de lanzarte a crear tu primera copia Nandroid, es importante saber que no se hace desde Android “normal”, sino desde un entorno especial llamado recovery. De fábrica, los móviles traen un recovery básico muy limitado, así que para hacer Nandroid necesitas un recovery personalizado con soporte de backups avanzados.

El más conocido es TWRP (Team Win Recovery Project), aunque hay otros como OrangeFox o versiones modificadas por algunas comunidades de ROMs. Para poder instalar uno de estos recoveries normalmente hace falta desbloquear el bootloader, algo que cada fabricante gestiona a su manera: algunos lo facilitan, otros lo complican y otros simplemente no lo permiten.

Además del recovery, necesitarás espacio de almacenamiento suficiente. Un Nandroid completo puede ocupar varios gigabytes, porque incluye la partición de datos con todas tus aplicaciones y su información. Lo ideal es disponer de una tarjeta microSD o bastante espacio libre en la memoria interna para guardar al menos una o dos copias completas.

No está de más exportar previamente tus fotos y vídeos más importantes al PC o a la nube, por si acaso. Aunque el Nandroid los incluya, siempre conviene tener un extra de seguridad con aquellos archivos que consideras totalmente irremplazables.

Cómo se hace un backup Nandroid en un recovery personalizado​


Aunque cada recovery tiene su propia interfaz, la lógica general para crear un Nandroid es parecida: eliges las particiones que quieres copiar, defines el destino de la copia y confirmas la operación. El proceso se ejecuta en el propio recovery y suele tardar desde unos pocos minutos hasta más de diez, según la velocidad del almacenamiento y la cantidad de datos.

Al entrar en el modo recovery personalizado verás un apartado con nombre similar a «Backup» o «Copia de seguridad». Desde ahí podrás marcar las particiones que van a formar parte del Nandroid. Lo habitual es incluir Boot, System y Data como mínimo, y en algunos dispositivos también Vendor y otras particiones críticas.

En ese mismo menú se suele poder cambiar la ubicación del backup: memoria interna o tarjeta microSD. Siempre que puedas, es preferible usar una tarjeta externa para evitar perder la copia si más adelante formateas el almacenamiento interno o cambias de ROM de forma agresiva.

Tras seleccionar el destino, el recovery te pedirá que confirmes el inicio de la copia. A partir de ahí, simplemente comenzará a leer las particiones y a guardar los datos en un conjunto de archivos comprimidos. Durante este tiempo no debes apagar el móvil ni interrumpir el proceso. Cuando termine, el recovery te mostrará un mensaje de éxito y podrás reiniciar el sistema con normalidad.

El backup Nandroid quedará almacenado en una carpeta concreta (normalmente con el nombre de tu dispositivo o del recovery) y podrás volver a esa misma sección de «Backup/Restore» para restaurarlo más adelante cuando lo necesites. Es buena práctica renombrar el backup, si el recovery lo permite, con una descripción clara de la ROM y la fecha.

Cómo se restaura un Nandroid y qué ocurre al hacerlo​


Qué es Nandroid y cómo se hace


Restaurar un Nandroid es igual o más importante que crearlo, porque es lo que te salva de los sustos. Para recuperar un Nandroid primero necesitas arrancar otra vez en el recovery personalizado que usaste para hacer la copia, ya que cada recovery tiene su propio formato de backup.

Dentro del recovery encontrarás un apartado llamado «Restore» o similar. Al entrar verás la lista de copias disponibles ordenadas por fecha o por nombre. Seleccionas la que quieras recuperar y, como en la creación, marcas las particiones que deseas restaurar (por lo general, las mismas que guardaste en su momento).

Cuando confirmas la restauración, el recovery comienza a sobrescribir las particiones actuales con el contenido guardado en ese backup. Esto significa que cualquier aplicación, dato o cambio de sistema que hayas hecho después de crear la copia se perderá. A cambio, tu dispositivo volverá exactamente al estado en el que estaba en el momento de hacer el Nandroid.

Una vez que el proceso termina, lo normal es limpiar la caché y Dalvik/ART cache (si el recovery ofrece la opción) y reiniciar el dispositivo. El primer arranque puede tardar un poco más de lo habitual, pero si todo ha ido bien deberías encontrarte con tu pantalla de inicio, tus apps, tus ajustes y tus cuentas tal cual los recordabas.

Por eso es importante tener claro que un Nandroid no es una herramienta de sincronización parcial, sino un “viaje en el tiempo” completo: restaurar es irte de vuelta a un punto concreto de tu historia con el móvil, dejando fuera todo lo que haya venido después, tanto lo bueno como lo malo.

Diferencias entre Nandroid y otras copias de seguridad en Android​


En Android hay muchos tipos de copias de seguridad, y conviene tener claro qué hace cada una para no confiar en la herramienta equivocada. Las copias de Google (Drive) suelen guardar apps instaladas, algunos datos asociados a tu cuenta, historial de llamadas, contactos o ciertos ajustes del dispositivo.

Luego están las copias que hacen apps de terceros, como las que exportan solo fotos, solo SMS, solo conversaciones de mensajería o solo configuraciones específicas. Todas estas opciones son útiles para el día a día, pero no sirven cuando lo que se rompe es la ROM, el arranque o la propia estructura del sistema.

El Nandroid juega en otra liga: no sabe nada de si una app es esta o aquella ni de si es de Google o de otro desarrollador, simplemente clona las particiones que forman el sistema. Por eso, cuando restauras, recuperas hasta el fondo de pantalla, la posición de los iconos y las sesiones de las apps, como si nada hubiera pasado.

Una combinación razonable para usuarios avanzados es usar diariamente las copias en la nube de Google y servicios específicos (por ejemplo, la copia cifrada de tus chats de mensajería) y reservar los Nandroid para momentos en los que vayas a tocar el sistema a fondo (instalar ROMs, flashear kernels, cambiar recovery, aplicar mods de sistema, etc.).

De este modo, aunque un Nandroid se quede obsoleto con el tiempo porque cambias muchas cosas, seguirás teniendo tus datos más importantes sincronizados y, si algo sale mal al flashear, podrás volver rápidamente a una base estable desde la que seguir trabajando.

Android, ROMs y personalización: dónde encaja Nandroid en todo esto​


Android, como sistema operativo, tiene detrás una enorme comunidad de desarrolladores y fabricantes. Google mantiene el AOSP (Android Open Source Project) bajo licencia Apache, y a partir de ese código se construyen tanto las versiones oficiales de los fabricantes (One UI, MIUI, Pixel UI, etc.) como ROMs personalizadas de la comunidad como LineageOS, Pixel Experience o GrapheneOS.

Los fabricantes suelen añadir su propia capa, aplicaciones y servicios, mientras que las ROMs comunitarias tienden a apostar por un sistema más limpio, centrado en la privacidad o la personalización avanzada. Cada ROM trae su propio conjunto de características, su esquema de actualizaciones y, muy importante, sus propios requisitos de particiones y de bootloader.

En paralelo, Android ha ido evolucionando mucho en diseño y seguridad. Desde Dalvik hasta ART como runtime, desde las primeras interfaces con botones físicos hasta la navegación por gestos y el diseño Material You, pasando por refuerzos en sandboxing, permisos, cifrado de datos y servicios de Google Play para aislar funciones del sistema y actualizarlas sin depender de una nueva versión completa.

Sin embargo, esa evolución también ha traído problemas como la fragmentación: hay decenas de versiones activas y no todos los móviles reciben las mismas actualizaciones ni al mismo ritmo. Muchos fabricantes dejan de dar soporte relativamente pronto, y ahí es donde las ROMs personalizadas se convierten en una forma de alargar la vida útil de los dispositivos que el fabricante ya ha dejado atrás.

En este ecosistema tan variado, el Nandroid es una pieza clave para cualquiera que quiera probar ROMs, flashear imágenes o recoveries distintos sin miedo. Saber que puedes congelar tu estado actual y volver a él en cualquier momento hace que experimentar con el sistema sea mucho más seguro y relajado.

Consideraciones de seguridad, privacidad y fiabilidad de Android​


Android ha sido objetivo de estudios de seguridad desde hace años, y aunque a veces se le ha tachado de sistema más vulnerable que otras plataformas, los datos no son tan simples. En algunos informes se han contabilizado muchas más vulnerabilidades críticas en sistemas competidores, pero también se han registrado más ataques efectivos y malware orientado específicamente a Android, en parte por su enorme cuota de mercado.

Google ha ido respondiendo con capas de seguridad cada vez más estrictas: verificación de arranque, cifrado por defecto, permisos granulares, actualización de módulos del sistema a través de Google Play y análisis automático de aplicaciones. Aun así, el usuario sigue teniendo responsabilidad: instalar APKs de fuentes dudosas o desactivar mecanismos de seguridad básicos abre la puerta a problemas.

En cuanto a la privacidad, se sabe que tanto Android como otros sistemas recopilan información del uso que se hace del dispositivo y de las apps, algo que se ha visto también en filtraciones y documentos de agencias de inteligencia. Servicios como mapas, publicidad o redes sociales pueden exponer datos de geolocalización o comportamiento, por lo que conviene revisar bien los ajustes de permisos y de actividad en la cuenta de Google.

Android está presente en muchísimos tipos de dispositivos, no solo en móviles: relojes, televisores, coches, decodificadores, incluso electrodomésticos. En todos ellos la base es similar, pero la implementación y las actualizaciones dependen mucho del fabricante. Esto hace que la experiencia pueda ser excelente en algunos casos y bastante floja en otros, tanto en fluidez como en soporte a largo plazo.

A la hora de elegir un móvil Android, no solo cuenta el hardware o el precio: es fundamental tener en mente la política de actualizaciones y la seriedad del fabricante. Una buena combinación de dispositivo, soporte de ROMs personalizadas y costumbre de utilizar Nandroid antes de toquetear hace que Android sea una plataforma potentísima para quienes quieran ir un paso más allá de lo que ofrece el sistema “de serie”.

Todo este entramado de capas, particiones, ROMs y herramientas puede sonar denso al principio, pero en la práctica hacer y restaurar un Nandroid se reduce a unos pocos toques en el recovery; la clave está en entender que estás guardando una réplica entera de tu Android tal y como está y que, gracias a ello, puedes permitirte experimentar con ROMs, kernels y personalizaciones con mucha tranquilidad, sabiendo que siempre podrás volver atrás con un par de gestos y recuperar tu móvil exactamente igual que estaba cuando todo funcionaba perfecto.

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