Todos hemos vivido esa horrible situación, la de despertarnos en mitad de la noche, y notar cómo cierto dolor en la pierna se va agudizando. Depende de la persona, y de la intensidad, algunos se vuelven a dormir, mientras que otros tienen que hacer algo, porque el dolor puede llegar a ser insoportable.
Puede ocurrir que el dolor no te deje pensar o que no sepas qué hacer, y solo dejes pasar el tiempo, intentando que se pase. Bien, para esas ocasiones, lo primero que tienes que hacer es intentar estirar el músculo. Esto se hace de varias formas. Primero, puedes intentar ver si puedes hacerlo tumbado. Si el dolor se reduce, entonces es que no ha sido tan grave, pero si no es suficiente, incorpórate, y siéntate en el borde de la cama.
Una vez que estás sentado en el borde de la cama, estira la pierna completamente, e intenta mover el tobillo con formas circulares. Te dolerá, te lo aseguramos, porque el gemelo tarda bastante en volver a acomodarse a su sitio. Si esto tampoco funciona, con cuidado, ponte de pie. No pongas todo el peso en esa pierna, sino en la otra, e intenta ver hasta qué punto puedes soportar el peso. Esta es una de las formas más efectivas, y más rápidas, aunque el tiempo se nos haga eterno.
Después te preguntarás: ¿Hay alguna forma de evitar esto? Sí, la hay: esto es el resultado de una sobrecarga muscular, así que intenta no forzar demasiado tus músculos durante el día. Si vas a hacer algo de ejercicio físico, el calentamiento es muy útil.
Pero no solo eso ayuda. Si duermes con los pies en alto, también puedes evitar tener estas molestias. No debe ser exageradamente alto, sino que con un almohadón grande te vale.
Al día siguiente, seguirás teniendo algunos dolores, como si tuvieras agujetas, pero esto puedes aliviarlo con un masaje. Y si es con una crema que tiene propiedades para mejorar la circulación, mejor que mejor.
La entrada Qué hacer si se te monta un gemelo por la noche aparece primero en Ocio.
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Puede ocurrir que el dolor no te deje pensar o que no sepas qué hacer, y solo dejes pasar el tiempo, intentando que se pase. Bien, para esas ocasiones, lo primero que tienes que hacer es intentar estirar el músculo. Esto se hace de varias formas. Primero, puedes intentar ver si puedes hacerlo tumbado. Si el dolor se reduce, entonces es que no ha sido tan grave, pero si no es suficiente, incorpórate, y siéntate en el borde de la cama.
Una vez que estás sentado en el borde de la cama, estira la pierna completamente, e intenta mover el tobillo con formas circulares. Te dolerá, te lo aseguramos, porque el gemelo tarda bastante en volver a acomodarse a su sitio. Si esto tampoco funciona, con cuidado, ponte de pie. No pongas todo el peso en esa pierna, sino en la otra, e intenta ver hasta qué punto puedes soportar el peso. Esta es una de las formas más efectivas, y más rápidas, aunque el tiempo se nos haga eterno.
Después te preguntarás: ¿Hay alguna forma de evitar esto? Sí, la hay: esto es el resultado de una sobrecarga muscular, así que intenta no forzar demasiado tus músculos durante el día. Si vas a hacer algo de ejercicio físico, el calentamiento es muy útil.

Pero no solo eso ayuda. Si duermes con los pies en alto, también puedes evitar tener estas molestias. No debe ser exageradamente alto, sino que con un almohadón grande te vale.
Al día siguiente, seguirás teniendo algunos dolores, como si tuvieras agujetas, pero esto puedes aliviarlo con un masaje. Y si es con una crema que tiene propiedades para mejorar la circulación, mejor que mejor.
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