Imagina esto: Ana, una joven profesional, quiere acceder a un nuevo servicio financiero que requiere que los usuarios tengan entre 25 y 30 años con un ingreso anual de entre 50.000 y 60.000 euros. Sin embargo, no quiere compartir su edad y salario exactos, preocupada por su privacidad y los riesgos de comercio de datos […]
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