
Su consumo ha sido asociado a la diabetes, la obesidad, enfermedades cardiacas, trastornos mentales y más; pero de una cosa no se puede culpar: las explosiones repentinas de hiperactividad en los niños.
Cuando en una celebración infantil los niños corren y gritan salvajemente, no falta quien manifieste que ese comportamiento hiperactivo se debe al… Seguir leyendo...
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