Aunque parezcan muy resistentes, también pueden sufrir daños. Si quieres conservarlo por más tiempo, hoy te decimos cómo cuidar tu disco duro externo.
La forma más sencilla de ampliar el espacio de almacenamiento de nuestra laptop o PC de escritorio es comprando un disco duro externo. Estos dispositivos, que llevan con nosotros ya unos años, han experimentado un acelerado crecimiento en su capacidad de almacenamiento y hoy ya es posible encontrar discos duros portátiles de varios miles de gigabytes (terabytes) a precios realmente accesibles.
Su gran capacidad de almacenamiento y su facilidad de transporte los hacen los favoritos a la hora de realizar respaldos (backups) o compartir archivos grandes entre varias computadoras.
Los discos duros externos son hoy por hoy, los favoritos para realizar respaldos y compartir información.
Los hay de dos tipos: unidades magnéticas y unidades de estado sólido. Los primeros, al igual que los discos duros tradicionales, graban la información en un disco de aluminio a través de campos magnéticos generados por un cabezal a medida que el disco rota. Los segundos tienen una ventaja considerable sobre los primeros debido a que no existen partes movibles y son mucho más silenciosos y resistentes, sin embargo su precio es bastante elevado.
Si tienes un disco duro externo del tipo unidad magnética, es conveniente que consideres las siguientes recomendaciones si quieres extender su vida útil un poco más.
1. Cuida la posición
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Las unidades magnéticas están diseñadas, según su forma, para mantenerse en un posición horizontal mientras trabajan. Ten cuidado de no inclinarlo hacia arriba o hacia un lado porque en su interior los platos giran rápidamente y la aguja magnética se encuentra a una millonésima de pulgada de él, aunque en realidad nunca se tocan. Esta extrema precisión se basa en el hecho de que el disco duro externo debe estar acostado en una posición plana.
Si tu disco duro externo no está acostado, entonces la aguja puede llegar demasiado cerca o demasiado lejos del plato y puede provocar una velocidad de lectura lenta y disminuir su rendimiento.
2. Cuida los cables
Asegúrate de que el cable que utilizas para conectar el disco duro externo al PC se encuentre en buen estado y no quede floja la conexión porque si esto sucede, el disco duro externo puede estar conectándose y desconectándose del ordenador sin que te des cuenta y puede provocar pérdida de datos.
Una forma de mejorar el rendimiento del disco duro externo es conectarlo mediante cables más cortos. Esto hace que la transferencia de datos sea más rápida.
3. Cuídalo de las caídas
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Aunque los discos duros externos están diseñados con una carcasa que preserva su integridad física ante golpes y caídas, no está de más añadir una capa extra de cuidado protegiéndolo con una funda o carcasa extra.
Procura que la funda de transporte que elijas incluya compartimentos para almacenar los periféricos del disco (bases o cables), de esta manera es menos probable que alguno de ellos se extravíe, y tu dispositivo siempre estará listo para utilizarse.
4. Cuida la forma en que almacenas la información
Algo muy importante que hay que recordar es que el disco duro portátil se debe utilizar como un dispositivo de almacenamiento, no como una posición de referencia de memoria. Esto significa que cualquier trabajo que realicemos primero debe ser almacenado en un disco duro interno y, una vez terminado, ya puede ser trasladado a la unidad de disco duro portátil. Por ejemplo, si vas a editar un video, crea el archivo desde una ubicación dentro del disco duro interno de tu PC y cuando hayas terminado de trabajar con él guárdalo. Posteriormente podrás crear una copia del archivo para almacenarlo en tu disco duro externo.
Esto ayudará a cuidar tu disco duro externo para que no se queme, pues de lo contrario cada vez que guardas un cambio realizado sobre el archivo se ponen en marcha todos los mecanismos necesarios para guardar el cambio físicamente dentro del disco duro externo.
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