Hablamos de cómo Rocket League ha superado las expectativas de Psyonix, sus creadores, y de su camino a seguir
El otro día me encontraba la noticia de que, Rocket League juego que ya analizamos, había sobrepasado los cinco millones de descargas. Así, en menos de un mes, los chicos de Psyonix veían cómo conseguían el doble de descargas que el precursor que ellos mismos desarrollaron, Supersonic Acrobatic Rocket-Powered Battle-Cars.
Tres semanas han bastado para conseguir más de cinco millones de descargas
Es una noticia que me alegra debido a que, como ya hemos comentado, Rocket League me parece un monumento a la diversión y lo que es casi más importante, un proyecto muy puro y nuclear que se aleja de virguerias y volteretas para impresionar. Va al grano y confía en que lo que tiene que ofrecer funcione.
La única pega posible de Rocket League queda, entonces, en el plano del contenido Y desde el estudio ya anunciaron días después del lanzamiento que su trabajo iba a enfocarse en ofrecer novedades a este respecto: más estadios, más coches, más efectos y un largo etcétera.
Para empezar, ya se ha anunciado la próxima adición del modo espectador, algo que puede suponer un importante empujón del proyecto hacia unos e-Sports donde, a priori, encajaría sin problema precisamente por lo ya comentado, lo conciso de su concepto y lo interesante de su aspecto competitivo.
Más allá, también de forma gratuita, recibiremos pronto el escenario Utopia Coliseum, una versión remozada de uno ya visto en la entrega lanzada en 2008. Junto a estos añadidos, además, veremos cómo llegan cambios en aspectos como las físicas o las explosiones, por ejemplo, así como detalles como 70 nuevas banderas nacionales que lucir en el banderín de nuestro vehículo.
Y, ya previo pago, llegará en agosto la actualización Supersonic Fury, incluyendo dos coches, dos efectos de turbo, dos tipos de llantas, cinco nuevos tipos de pintura y una ración de trofeos. Todo ello a un precio de 3,99$.
Es totalmente loable el hecho de que el contenido que pueda dividir la base de jugadores, como son los escenarios, llegue de forma gratuita a todo el mundo (tanto en PC como PS4, de forma simultánea) e igualmente comprensible que lleguen piezas de pago, máxime cuando una inmensa mayoría de las copias del juego han llegado a través de Playstation Plus (no estaría de más poder saber cuántos de los más de cinco millones han ido a parar a PC y cuántos a PS4).
Habrá que comprobar qué estrategia pretenden seguir en Psyonix pero todo apunta a que Rocket League funcionará como un falso free2play (cabe recordar que tiene un precio de 19,99€), recibiendo multitud de paquetes de contenido adicional. Sea como fuere, Rocket League es uno de esos juegos con los que es difícil que cueste contribuir pasando por caja.
El contenido de pago empezará a llegar en agosto con Supersonic Fury
El debate sobre lo positivo y negativo de lanzar un título de la mano de Playstation Plus sigue abierto pero dudo que en Psyonix se arrepientan de la decisión tomada. Sería extraño que el pago previo de Sony (todos los títulos promocionados en PS Plus lo son previo acuerdo económico con SCEE) haya compensado y/o sido equivalente a los más de cinco millones de descargas pero, no cabe duda, han servido como trampolín y perfecta vía de promoción de un juego que vive en base al boca-oreja. Ahora, pasado este mes, Rocket League abandonará su condición de "free2play" (en PS4, evidentemente) y, esperemos, siga funcionando como hasta ahora.
Recordad, por cierto, que tenéis hasta el 4 de agosto para haceros con la copia de Playstation Plus.
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