La compañía taiwanesa HTC está entrando en una dinámica demasiado irregular y peligrosa. Dejando a un lado la decepción que han supuesto las cifras cosechadas por el HTC 10, ahora la firma viene de incumplir presuntamente una promesa que podría dejar un muy mal sabor de boca a sus usuarios más fieles.
Y es que cuando hablamos de actualizaciones y mantener al día el software, más que ofrecer un buen servicio es vital cumplir tu palabra. Los responsables de HTC prometieron que las nuevas versiones de Android llegarían a sus dispositivos en un plazo máximo de 15 días tras ver la luz. Pero parece que los plazos no van a cumplirse en el caso del modelo One A9...
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