Safari para iOS no es el nuevo Internet Explorer, es el reflejo de las prioridades de Apple.
Hace unas semanas este artículo de Nolan Lawson se hizo muy famoso tras ser mencionado en Arstechnica. Tras un título, que puede ser calificado como un gran clickbait, el desarrollador explica las quejas de un grupo de personas muy importantes para la web: los desarrolladores.
Todo comienza tras su comparecencia en la conferencia EdgeConf, con los principales protagonistas de la industria web. Charlas sobre el futuro de la web y compañías como Google, Mozilla, Microsoft y Opera con importante representación. Curiosamente, faltaba Apple. Cree además, que la frustración con la compañía californiana y su navegador, principalmente en iOS, está generalizada en el mundo del desarrollo web. Todas las API mencionadas en dicha conferencia no están implementadas en Safari y, acorde a su criterio, Apple no ha mostrado interés alguno en implementarlas. Además, cuando lo hace, lo hace a su manera.
Como desarrollador, es legitimo que exprese su opinión, aunque el titular diste mucho de lo que en realidad dice el cuerpo del artículo. Internet Explorer era la web, tenía una cuota seguramente superior al 90% con el combo PC Windows + Internet Explorer. No puede ser comparado a Safari. En realidad, el señor Nolan, se queja de que Apple no adopte las características necesarias para que los desarrolladores creen aplicaciones webs instalables que se parezcan a las nativas de iOS. Entiendo que para los desarrolladores sea algo fantástico, pero no es de ningún modo, ni para Apple, ni para los usuarios de sus dispositivos, una prioridad.
John Gruber sintetizó a la perfección lo que llevaba pensando días en su último Talkshow: las prioridades de Apple tienen el siguiente orden: Apple, los usuarios, los desarrolladores.
Históricamente siempre ha sido así. Recordemos cuando Steve Jobs y su equipo decidió no dar soporte a Flash en su navegador para iOS (aquí la carta abierta). Recordemos las quejas y llantos que provocaron en los desarrolladores de medio mundo y usuarios. Años más tarde todos podemos concluir que fue una de las mejores decisiones para Apple y para los usuarios.
Para Apple porque las experiencias que se intentaban implementar con Flash eran similares a las aplicaciones nativas, pero con una experiencia terrible para el usuario, la batería de nuestros dispositivos, la privacidad y la seguridad.
Apple logró, gracias al éxito del iPhone, que las aplicaciones webs se trasladasen a aplicaciones nativas con la salida de su App Store y que los usuarios disfrutasen de experiencias nativas desarrolladas por y para su dispositivo exacto, el iPhone sin compromisos de batería, seguridad o privacidad. Es el ejemplo perfecto de Apple primero, la experiencia de usuario segundo y, por último, los desarrolladores.
Funciones tradicionalmente atribuidas a la web, sin la web.
Sigue ocurriendo lo mismo con Safari para iOS. Además, debemos tener en cuenta que pese a que Apple no tenga problema alguno de dinero, si que lo tiene a la hora de encontrar ingenieros talentosos. De momento, sigue operando casi como una startup y no todo se solventa con grandes sumas de dinero.
Por eso no es una prioridad para ellos implementar las nuevas tecnologías web si no van a tener un beneficio claro para Apple y para sus usuarios. Primero, porque no generan ingresos través de ellas y, segundo, porque las aplicaciones nunca serán tan buenas como las nativas. El sueño de los desarrolladores es programar una vez y obtener una experiencia homogénea en todos los dispositivos, no lo es para los usuarios ni para Apple.
Apple porque desea brindar la mejor experiencia a sus usuarios, algo único, adaptado a sus dispositivos y, claro está, cobrar un 30% por ello. La prioridad es tener el mejor ecosistema de aplicaciones en el mejor sistema operativo posible, no es una prioridad soportar API para hacer aplicaciones web.
Los usuarios tendrán una mejor experiencia con aplicaciones nativas desarrolladas por y para su dispositivo que usen las API de ese sistema operativo con sus funciones y posibilidades diseñadas e implementadas por Apple.
Es comprensible la frustración de los desarrolladores, pero establecer la prioridad en ellos y no en los usuarios ha creado, demasiadas veces, experiencias horribles en la web. Pasó con las aplicaciones de Java en Mac hace muchos años, pasó con Internet Explorer y Silverlight y derivados, no pasará con Apple cuyo objetivo es que todas las experiencias web se realicen a través de sus aplicaciones. Usando la web, claro, pero sin ella.
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