
Por otro lado, a finales de año, Apple le arrebató el liderazgo mundial en cuanto a ventas de smartphone y, por si fuera poco, el heredero del grupo, Lee Jae-Yong es detenido y acusado de realizar sobornos en una trama que ha llegado a salpicar al gobierno de Corea del Sur. Casi nada. Pero aún así, Samsung ha mejorado, y mucho, sus beneficios.
El negocio más rentable de Samsung son las pantallas

A esto hay que sumarle el hecho de que cerró el pasado año 2016 con unos resultados trimestrales sencillamente inmejorables. Muestra de ello es que entre octubre y diciembre, cuando saltó toda la polémica del Galaxy Note 7, el fabricante obtuvo un beneficio operativo de 9.2 billones de Wones, unos 7.340 millones de euros al cambio.
Una cifra que no se registraba desde el tercer trimestre del 2013 y que mejora en un 50.1% respecto al mismo periodo del año anterior. Y las previsiones de futuro no podían ser más positivas, pues Samsung prevé obtener un beneficio operativo de 9.9 millones de wones (8.200 millones de euros). ¿Su secreto? La venta de pantallas.
Apple ha comprado a Samsung 100 millones de pantallas para sus nuevos iPhone
Los inversores comparten los buenos augurios de Samusng. La mayoría de firmas de análisis sostienen que comprar acciones de Samsung es una opción muy rentable. Por ejemplo Morgan Stanley cree que los valores de bolsa de Samsung tienen un trayecto alcista del 15%, mientras que Nomura pronostica un avance del 35% en los próximos doce meses.
Pero, ¿cómo puede una firma de análisis de mercado pensar que Samsung va a crecer de forma tan boyante si tenemos en cuenta todos los escándalos que salpican a la compañía, especialmente el daño producido a la imagen de Samsung tras la polémica del Galaxy Note 7? Muy sencillo. Samsung es popular por los teléfonos, pero el negocio de las pantallas es la división que más beneficios genera al fabricante.
Samsung es el mayor fabricante de pantallas en el mercado

Samsung tiene el honor de ser el mayor fabricante de pantallas, muestra de ello es que todo tipo de dispositivos electrónicos utilizan las soluciones del gigante coreanos gracias a la impresionante calidad de sus pantallas AMOLED.
Sin ir más lejos, Apple, el gran rival de Samsung en el mercado de la telefonía, tiene una dependencia brutal de la compañía surcoreana. Las pantallas OLED de sus teléfonos iPhone 7 han sido fabricadas por Samsung y han firmado un acuerdo para que le suministre hasta 100 millones de pantallas para los nuevos iPhone que estrene Apple en 2017. Por estas pantallas el fabricante americano pagará unos 4.000 millones de euros.
Para que os hagáis a la idea del valor que tiene la división de componentes para Samsung, ésta aporta la mitad del beneficio de todo el grupo. Y esta cifra no para de aumentar año tras año.
Es una realidad que la marca ha sufrido un grave daño en su imagen. Según la lista global RepTRAK 100, que mida cómo son vistas las marcas por el consumidor, Samsung cayó al número 70 desde la posición 17 que ocupaba el año pasado. Las baterías explosivas del Note 7 han pasado factura, pero el impacto tampoco ha sido excesivamente alto, más si tenemos en cuenta que Apple pasó del puesto 10 al 20, y no se ha visto salpicado por grandes polémicas como su rival.
Curiosamente, según el ranking Brand Finance Index 2017, Samsung ha escalado un puesto respecto a la edición anterior, siendo actualmente la secta marca más valiosa del mundo en una clasificación que encabeza Google con puño de hierro.
Y ojo, que el próximo 28 de abril llegarán al mercado los Galaxy S8 y S8 Plus por lo que el fabricante muy probablemente aumentará aún más sus beneficios con la venta de este dispositivo.
Samsung ha apostado mucho para que sus pantallas sean las mejores y lo ha conseguido. No solo eso, sino que posiblemente marcará un antes y un después en el mercado de la tecnología al presentar el primer teléfono con pantalla flexible.
El artículo Samsung, cuando el daño a la imagen no afecta a los beneficios ha sido originalmente publicado en Androidsis.
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