Hay que tener un grado de empatía prácticamente nulo para terminar Hellblade: Senua's Sacrifice y no sentir ganas de querer darle un abrazo a la protagonista de la franquicia de Ninja Theory. La obra publicada en 2017 es un viaje por la mitología nórdica y la cultura celta que difícilmente habríamos llegado a disfrutar en otra época, pues el tratamiento narrativo es muy peculiar.
Y es que el personaje encarnado por la actriz Melina Juergens debe llegar hasta las tenebrosas tierras de Helheim para enfrentarse a los duros desafíos de la diosa Hela, ya que debe rescatar a su amado muerto de las garras de la deidad. Sin embargo, el factor clave reside en la profunda psicosis que sufre Senua, la cual le provoca la aparición de numerosas voces en su cabeza que no tienen otro objetivo que atormentarla y disuadirla de cualquier meta continuamente.
El valor de Senua se encuentra en cómo se mantiene firme ante todas las adversidades, convirtiéndose en un referente y ejemplo a seguir por su determinación frente a cualquier problema. Ella misma podría ser considerada una diosa, una figura a respetar, de la misma forma que veneró la sociedad celta en la antigua Britania a Senuna. No hace falta señalar de dónde proviene el nombre de la muchacha del videojuego.
Ninja Theory tomó el hallazgo del tesoro de Ashwell en 2002 como inspiración para nombrar al personaje principal de su título. Compuesto por unos 27 objetos de oro y plata, el botín se encontró en un templo romano-británico en Ashwell (Hertfordshire) que fue enterrado en una época situada entre finales del siglo III o IV d.C. Una estatuilla de plata dorada, un conjunto de oro, placas de oro y plata y otros elementos fueron descubiertos con referencias a Senuna o Sena.
La divinidad era totalmente desconocida para la sociedad arqueológica de principios del siglo XXI y se encontraron, con excavaciones posteriores, la existencia de diferentes zonas al aire libre dedicadas a rituales vinculados a Senuna. Banquetes, festividades religiosas y otra clase de eventos fueron muy habituales en la zona fueron documentados y archivados por el Museo Británico, protegiendo un patrimonio que entrelaza pueblos muy distintos.
La etimología atribuida a Senuna divide su nombre desde la raíz galobritánica Seno- (viejo) y el sufijo -una, el cual es muy habitual en el glosario de dioses celtas. Por lo tanto, la traducción más apropiada sería "La Diosa Vieja" o "La Anciana", siempre desde una perspectiva de respeto y reverencia. Si bien prácticamente todas las referencias halladas la nombran como Senuna, sí que existe una inscripción en la que es llamada Sena, lo cual ofrece potenciales vinculaciones con dioeses equivalentes en la Galia, Noricum y España en su momento.
Esto habla de una difusión de una figura como la de Senuna por el Viejo Continente y tiene todo el sentido si atendemos a las virtudes a las que estaba vinculada. Naturaleza, agua, sabiduría, guerra, prosperidad y fortuna son algunas de ellas, por lo que tenerla contenta debía ser un objetivo prioritario para las personas de hace un buen puñado de siglos. ¿Quién no querría tener a su lado todas estas dichas? Incluso tuvo un río a su nombre en el sur de Britania. Lo mejor de todo es que el origen primigenio de Senuna nos obliga a lanzar la mirada hacia el contexto romano.
Se logró reconstruir una estatua perteneciente al tesoro de Ashwell que presentaba una cornucopia, una armadura escamada y, probablemente, un casco para representar a Senuna. Si formáis la imagen en vuestra mente, seguramente podríais identificar la figura como una diosa romana, en concreto dos: Minerva y Fortuna. Ambas deidades fueron mostradas en su tiempo con elementos similares, por lo que parece evidente que existió un comunión o inspiración de los celtas sobre los romanos.
Y es que durante el siglo I d.C. se produjo la conocida como rebelión de Boudica, un conflicto armado de grandes consecuencias para el Imperio Romano. Durante su ocupación de Inglaterra y Gales, el gobernador Suetonio Paulino seguía siendo testigo de los problemas generados por los pueblos oriundos de la zona, los cuales se resistían a claudicar frente al yugo romano. Es por ello que inició una campaña de masacre contra diferentes regiones, aunque un importante movimiento comenzó a gestarse al este de Britania.
Con la muerte de Prasutago, rey de los icenos, se proclamó que en su testamento debía cumplirse que sus dominios se repartirían a partes iguales entre el emperador Nerón y sus hijas, pero el procurador romano Cato Deciano decidió unilateralmente reclamar todo el territorio. Aquí es cuando surge Boudica, la cual se erigió como reina y sacerdotisa vinculada a la diosa Andraste, lo cual le confirió una gran potestad frente a sus compatriotas icenos.
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El Imperio Romano llevó a cabo toda clase de abusos y saqueos para obligar a los icenos a hincar la rodilla, pero Boudica convocó a las tribus britanas y logró aunarlas bajo el lema de luchar por su libertad frente a la tiranía. La escalada de violencia fue fructífera para los insurrectos, pues acumularon más de 70.000 bajas en las filas romanas a su paso por ciudades como Camulodunum y Londinium, lo cual obligó a Suetonio Paulino a tomar medidas drásticas.
Gracias a su experiencia en combate y sus tácticas de guerra, logró arrinconar a los britanos en Lichfield, y ellos confiaron en su amplia superioridad numérica. Unos 11.000 romanos frente a 230.000 britanos, según diferentes fuentes, parece una batalla decidida, pero lo cierto es que los britanos actuaron con desconcierto frente a las formaciones impenetrables de los romanos. 80.000 habitantes de las islas murieron frente a apenas 400 bajas romanas, por lo que Boudica decidió abandonar nuestro mundo.
Volvió a terreno iceno y se suicidó junto a sus hijas, pero Paulino recrudeció su política imperialista, por lo que fue sustitutido por Publio Petronio Turpiliano, un nuevo gobernador designado para mantener unas relaciones más estables con las élites locales. Si bien Boudica no consiguió su objetivo, sí que se transformó en todo un símbolo de cómo resistir frente a la opresión de los invasores, acciones que son más que meritorias como para alabarla durante generaciones.
Ninja Theory tomó inspiración de ambas historias para construir a la delicada Senua en apariencia, quien se enfrentó con temor a sus demonios internos y a los desconocidos que se hallaban en su camino impulsado por el amor. Dos personalidades tan potentes para la cultura celta y britana fueron las responsables de que hayamos disfrutado de una de las protagonistas más queridas y complejas de los videojuegos.
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La noticia Senua es una heroína en Hellblade, pero en la antigua Britania ya era un símbolo de esperanza antes de Ninja Theory fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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