Noticia Si quieres usar un bloqueador de contenidos, que no sea AdBlock Plus

dinero.jpg



Los bloqueadores de contenido son comprensibles, pero hay motivos por los que si quieres usar uno quizás deberías pensar en uno que no sea AdBlock Plus.


AdBlock Plus es con seguridad el bloqueador de contenidos (es decir, publicidad, rastreadores, etc) más popular del mundo. En Chrome es una de las extensiones más instaladas y se ha hecho tremendamente popular desde que se estrenó en Firefox hace casi diez años. Llegó como una modificación de un tercero de un producto anterior, AdBlock, que funcionaba prácticamente al revés.

El AdBlock original mostraba por defecto toda la publicidad y se le iban indicando ciertas reglas: bloquear un tipo concreto de anuncio, bloquear webs por completo, dejar otras en la lista blanca, etc. AdBlock Plus cambió al modelo que conocemos el día de hoy: bloqueo total e indiscriminado desde el primer día.

Este modelo puede ser acusado de muchas cosas, pero es innegable que para el usuario es muy muy cómodo. El problema llega con las técnicas de extorsión de AdBlock Plus: cobrar dinero a cambio de introducir por defecto ciertas webs en la lista blanca. Es decir, si un administrador de una web quería pedir a AdBlock Plus la inclusión por defecto en dicha lista, ha de pagar.

La excusa oficial de AdBlock Plus es que "requiere un esfuerzo" mantener esas listas de URL's y "no es suficiente con el equipo de voluntarios". Un momento, ¿estáis diciendo que "requiere un esfuerzo" ir añadiendo URL's a una lista y que la solución es cobrar por ello? En realidad sólo es la mecánica y el entramado de AdBlock Plus: extorsión.

¿Quieres usar un adblocker? Nos parece hasta normal, pero por favor, busca otro


Hay muchas alternativas. Ahora que los bloqueadores de contenidos han vuelto a la palestra con su llegada a iOS 9, el modelo de Marco Arment parecía bastante más lógico: cobrar al usuario por crear un software, y no caer en la extorsión a los medios, doblemente perjudicados. Porque, por cierto, las cantidades no eran precisamente nimias.

Por otro lado, el inconveniente de convertirse en juez y parte. De la misma forma que un proveedor de hostelería no puede decidir las cuotas alimenticias de un país, una empresa que está extorsionando a los medios no puede decidir qué tipo de publicidad es "aceptable" y cuál no. Está bien que se cree un debate en torno a ello y se llegue un acuerdo entre cuantas más partes mejor, pero no de forma unilateral por quien tiene intereses económicos (y de hecho, sobre la viabilidad de la empresa) depositados allí.

El caso Crystal


Crystal, otro bloqueador para Safari en iOS 9, anunció un acuerdo con Eyeo en su blog hablando de "anuncios aceptables". Lo bueno es que con ello ya no son juez y parte, postura en la que AdBlock Plus ha encontrado un lugar tan cómodo como poco ético. Lo malo es que...

  1. El usuario paga por un bloqueador
  2. El bloqueador cobra al usuario
  3. El bloqueador cobra indirectamente, vía Eyeo, a medios que no quieren ser bloqueados
  4. El usuario, que ha pagado por el bloqueador, ve anuncios

La imprecisión de Crystal ha sido jugar a ambas manos. Si es gratuito, puede combinarse con monetización vía medios. Si es de pago, no puede mostrar anuncios a cambio de enriquecerse más. Con la estrategia actual corre serio peligro de enfado de sus usuarios, lo cual puede derivar en una mala fama como desarrollador incluso de cara a futuros productos. Así y todo, en su anuncio y en su producto se ve bastante más inocencia y transparencia que en AdBlock Plus, y ofrece soluciones, aunque sea a través de ajustes avanzados de la aplicación.

Alternativas


AdBlock Plus, aparte de por llegar temprano, se ha ganado su fama a costa de reinvertir sus ganancias fruto de la extorsión en autopromocionarse, creando un círculo vicioso. Otras aplicaciones bastante más discretas hacen trabajos similares y no caen en tácticas mafiosas. Los bloqueadores de contenidos no tienen vuelta atrás, no se van a ir, y recurrir al berrinche no sirve de nada, en todo caso sirven para hacer el ridículo y demostrar lo mismo que demostraron algunos vendedores de música en formato físico con la llegada del mp3, algunos taxistas con la llegada de Uber o algunos conductores de autobús con la llegada de BlaBlaCar.

Lo único que podemos hacer mientras arrancamos desde ya una transición que se adapte a este escenario es pedir la inclusión en listas blancas de las webs que te gustan, visitas frecuentemente y/o no tienen publicidad que consideres intrusiva. Eso, y una cosa más: si quieres usar bloqueadores, que no sean AdBlock Plus, hay alternativas. El resto deberá correr por nuestra cuenta. Si quieres escuchar más sobre el tema de bloqueadores y nuestra posición como medio, puedes echar un oído a nuestro último podcast:


wEvCemCtyR4


Continúar leyendo...