Noticia ¿Sigue siendo resistente al agua un móvil tras ser reparado?

si mi móvil es reparado deja de ser resistente al agua


Cuando compramos un smartphone con certificación de ser resistente al agua, muchas veces creemos que podemos relajarnos y dejar que las salpicaduras o incluso una caída inesperada en el agua no sean un problema. Sin embargo, ¿qué pasa si ese teléfono necesita una reparación? ¿Se mantiene intacta esa protección frente al agua y al polvo o simplemente desaparece sin que lo sepamos?

Esta es una duda que comparten muchos usuarios, especialmente cuando tienen que cambiar la pantalla o batería de su móvil. La reparación puede tener un impacto directo en la integridad del sellado del dispositivo, y por tanto, en su capacidad para resistir líquidos. En este artículo vamos a profundizar en todos los factores que influyen en la resistencia al agua de un móvil antes y después de una reparación, analizando tanto los riesgos como las precauciones a tener en cuenta.

¿Qué significa que un móvil sea resistente al agua?​


La resistencia al agua en un móvil viene determinada por una certificación IP (Ingress Protection), que generalmente va acompañada de dos cifras, como IP67 o IP68. La primera cifra corresponde a la protección frente al polvo, y la segunda refleja el nivel de protección frente al agua.

Por ejemplo, un móvil con certificación IP68 puede, en teoría, sumergirse en agua dulce hasta cierta profundidad (normalmente 1,5 metros) durante 30 minutos sin sufrir daños. Pero esto no significa que el móvil sea completamente impermeable. La certificación se aplica bajo condiciones controladas en laboratorio, no en situaciones reales como una caída en agua salada o con el teléfono ya envejecido.

¿Puede perder la resistencia con el tiempo?​


si mi móvil es reparado deja de ser resistente al agua


Aunque el móvil no haya sido abierto o reparado, la resistencia al agua puede deteriorarse con el uso y el paso del tiempo. Factores como exposición prolongada al sol, caídas, contacto con agua salada, polvo acumulado en las rejillas o cambios bruscos de temperatura pueden modificar el sellado que protege los componentes electrónicos.

Si bien no es lo habitual, un uso intensivo de esta resistencia puede provocar su pérdida de eficacia. Es decir, si por ejemplo el móvil se expone frecuentemente al agua por confianza en su certificación, eso puede dañar las juntas o adhesivos internos encargados de evitar la entrada de líquidos.

¿Qué sucede cuando se repara un móvil?​


Aquí es donde entramos en terreno más delicado. Cuando un móvil con resistencia al agua se abre para reparar cualquier componente como la batería o la pantalla, se rompe el sellado hermético que le otorgaba esa protección. Incluso en reparaciones realizadas por técnicos profesionales, es muy complicado conseguir que la resistencia vuelva a ser la misma que tenía inicialmente.

En centros oficiales como Apple, se utilizan adhesivos y herramientas especiales para volver a sellar el dispositivo tras una reparación. Aun así, los propios técnicos suelen reconocer que no pueden garantizar al 100% la misma resistencia que tenía el dispositivo antes de ser abierto. Es similar a lo que ocurre con los productos que prometen eliminar el 99,9% de bacterias: siempre queda un pequeño margen de fallo.

Casos frecuentes que reducen en el móvil ser resistente al agua​


A continuación, repasamos las situaciones más comunes que pueden comprometer la resistencia al agua de un teléfono, ya sea tras una reparación o con el uso habitual:

  • Golpes o caídas: incluso una pequeña grieta en la pantalla o carcasa puede permitir que el agua entre en el interior del dispositivo.
  • Contacto con agua salada: a diferencia del agua dulce, el agua del mar es altamente corrosiva y no está contemplada dentro de las pruebas de las certificaciones IP.
  • Acumulación de polvo o basura: especialmente en las rejillas del altavoz o micrófono, puede afectar el sistema de sellado sin que el usuario lo note.
  • Alta temperatura o humedad: exposición continuada en ambientes calurosos o húmedos puede deformar los sellos internos y afectar la protección.

¿Y si el técnico asegura que lo ha sellado bien?​


Muchos foros y comunidades online como la de Apple o HTCMania reflejan que aunque el técnico ponga todo de su parte y utilice los adhesivos adecuados, el usuario puede notar cambios sutiles en el ensamblaje del móvil tras la reparación. Por ejemplo, al presionar los bordes de la pantalla se puede ver cómo se comprimen ligeramente, algo que no pasaba antes. Este tipo de detalles pueden dar pistas de que el sellado no ha quedado perfecto.

Estos cambios no siempre implican que entrará agua, pero sí elevan el riesgo en caso de contacto prolongado con líquidos. Por eso, es importante extremar las precauciones una vez el móvil ha sido reparado, incluso si sigue teniendo la certificación IP en su ficha técnica.

¿Qué hacer para proteger su función resistente al agua?​


Aunque no se puede garantizar la impermeabilidad total, hay ciertos consejos que ayudan a mantener la protección lo mejor posible tras una reparación:

  • Evitar el contacto innecesario con líquidos, incluso si el móvil ha sido sellado de nuevo.
  • Secar inmediatamente el teléfono si entra en contacto con agua, usando una toalla suave.
  • No cargar el teléfono si está mojado, ya que esto puede generar cortocircuitos en el puerto de carga.
  • Usar fundas o carcasas con sellado adicional si se prevé que el móvil estará expuesto a ambientes húmedos o riesgosos.
  • Evitar utilizarlo en la playa o en piscinas, ya que el agua salada y el cloro son especialmente agresivos para los sellos internos.

¿Merece la pena reparar un móvil si se pierde esta característica?​


Determinar si vale la pena reparar un móvil considerando la resistencia al agua depende mucho del uso que se le dé y de las condiciones en las que se emplea.

Para muchos usuarios, la resistencia al agua no es un factor determinante en el uso cotidiano del móvil. Si tu uso es mayoritariamente en interiores o en condiciones normales, es probable que no notes ninguna diferencia aunque se haya perdido parte de esa protección.

Pero si eres una persona que suele estar en entornos húmedos, al aire libre o simplemente quieres tener una protección extra frente a accidentes, quizá deba valorarse si conviene cambiar de dispositivo o adquirir una carcasa especializada para mantener un nivel de seguridad similar.

Es fundamental que, si decides reparar el teléfono, lo hagas en un centro con experiencia y que utilice repuestos originales y adhesivos profesionales. Esto no solo influirá en la funcionalidad del dispositivo, sino también en esa frágil barrera frente al agua que todos damos por garantizada pero que puede desaparecer con cualquier mínima intervención mal hecha.

Pese a que los móviles con certificación IP ofrecen cierta tranquilidad, en la práctica esa protección puede verse afectada por múltiples factores. Reparaciones, golpes, envejecimiento o incluso un simple descuido pueden dejar expuesto el interior del dispositivo. Por eso, usar el teléfono con sentido común y no asumir que esa resistencia nos protege en todo momento es esencial. Cuidar el dispositivo antes y después de una reparación puede marcar la diferencia entre conservar su integridad o tener que lidiar con daños por humedad inesperados. Comparte la información y más usuarios podrán resolver sus dudas sobre si su móvil deja de ser resistente al agua.

Continúar leyendo...