
En varias de las tomas más inquietantes de Skinamarink no ocurre mucho. La imagen permanece estática, en ángulos incómodos, mientras enfoca una pared o el suelo. Al fondo, se escucha cómo juguetes de plástico chocan unos con otros y la risa de un niño. También se puede deducir por el movimiento de la cámara subjetiva […]
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