Rise of the Tomb Raider llegó la pasada semana y las ventas tras su primera semana en Reino Unido han hecho saltar las alarmas. Analizamos los motivos
Rise of the Tomb Raider, la secuela del reinicio de la franquicia que vimos en 2013, llegó la pasada semana a Xbox 360 y Xbox One. Las sensaciones apuntaban a que era uno de los juegos más esperados de un año en el que sale muy caro destacar y que, a nivel cualitativo, el trabajo de Crystal Dynamics era un paso adelante en toda regla, cuajando un proyecto más grande y ambicioso. ¿Pero qué dicen las cifras? El juego ha vendido menos de un tercio de lo que lo hizo, en el mismo periodo de tiempo, la entrega anterior. ¿Por qué?
Tomb Raider (2013) vendió tres veces más que su secuela, Rise of the Tomb Raider
Eso sí, si analizamos los números y los comparamos con los de la entrega anterior, hablar de fracaso sería sumamente precipitado; si en 2013, entre tres plataformas sumando más de 200 millones de usuarios, vendió 186.000 copias en su primera semana, no debería ser algo negativo que ahora sumen alrededor de 60.000 unidades vendidas en un parque de consolas (Xbox One y Xbox 360) de poco menos de cien millones de consolas. Hablamos, repito, de copias vendidas en su primera semana a la venta. Además, en mercados como el español fueron muchos los comercios que no pusieron a la venta el título hasta el pasado viernes, sin haberse cumplido todavía su primera semana a la venta.
El problema viene cuando, ya en 2013, Square Enix declaró abiertamente que las cifras de venta del reboot de la franquicia podían considerarse como un fracaso. Merece la pena recordar que los otros dos títulos publicados por la compañía, Hitman Absolution y Sleeping Dogs, también siguen estando lejos de considerarse como éxitos de ventas. Es evidente, pues, que no pueden estar contentos con las cifras de un juego que, a tenor de lo visto, habrá contado con un desarrollo más costoso.
¿Cuál ha sido el problema con Rise of the Tomb Raider? Evidentemente, la calidad del juego no lo es. Si el título de hace dos años era un más que notable juego de aventuras que podía plantar cara a cualquier juego del género y, sobre todo, conseguía una identidad propia, el nuevo título de Crystal Dynamics es un más y mejor en toda regla en el que, por encima de todo, se ha tenido muy en cuenta el feedback del aficionado. Por si fuera poco, incluso la versión de Xbox 360 parece mantener el tipo de forma encomiable.
Si nos fijamos en las cifras, la exclusividad temporal no debería ser sinónimo de ventas más bajas
Muchos apuntan a la exclusividad con Microsoft como parte del problema y aunque, es evidente, la cifra sería mayor si el lanzamiento fuera simultáneo en todas las plataformas, Xbox One cuenta con alrededor de quince millones de usuarios, una cifra nada desdeñable. Asimismo, la buena tracción adquirida este año con una rebaja de precio, una potente y variada lista de exclusivos, la retrocompatibilidad o la nueva interfaz de usuario hacen de Xbox One una consola a tener mucho más en cuenta y que no debería perjudicar a nivel de cifras el lanzamiento de una franquicia como esta. Por contextualizar, Splatoon alcanzó los 1.62 millones de unidades vendidas tras solo un mes en una consola con menos de diez millones de usuarios en el momento del lanzamiento del juego. Recordamos, entre Xbox 360 y Xbox One suman prácticamente cien millones.
Así pues, el problema no es otro que Fallout 4. O, más bien, cómo Square Enix y Microsoft no han sabido reaccionar a los movimientos de Bethesda y su estatismo les ha “condenado”. La exclusividad temporal de Rise of the Tomb Raider parecía, en su anuncio, un movimiento cuyo objetivo claro por parte de Microsoft era contar con una propiedad intelectual capaz de rivalizar con un Uncharted 4 que, estaba previsto, se lanzaría a finales de este 2015. Poco después, tras de cambiar los encargados del proyecto, Naughty Dog confirmaba el retraso del juego y Lara Croft se quedaba “sola” en la recta final del presente año. Desde Square Enix, Crystal Dynamics y Microsoft se frotaban las manos.
Y entonces llegó Bethesda. Habían pasado siete años desde Fallout 3 y casi cuatro de su gran éxito, Skyrim y para concluir una conferencia ejemplar anunciaban que Fallout 4 llegaría en apenas cinco meses, el 10 de noviembre. El movimiento, de los que deberían tomarse como ejemplo, encendía una máquina del hype que no ha parado de funcionar y, a día de hoy, está en su punto álgido. Es prácticamente imposible no verse bombardeado con noticias, guías, trucos o curiosidades de Fallout 4.
Esto, hasta cierto punto, era totalmente esperable y no es nada sorprendente. Sí llama la atención que una franquicia que nunca había llegado de tal manera al público general, esté moviendo unas cifras de ventas de auténtico escándalo pese a que, y de esto también hablaremos, estamos ante el juego peor valorado por los medios de la historia de Bethesda Game Studios.
Es por ello incomprensible la inmovilidad y la nula capacidad de reacción de Square Enix, Crystal Dynamics y Microsoft. No sería la primera vez que un juego retrasa o, mejor para los jugadores, adelante su lanzamiento por coincidir con un peso pesado o para aprovechar una temporada algo menos congestionada. Ahí tenemos el caso de Dying Light, una nueva IP sin una gran desarrolladora o campaña de promoción detrás que no tardó demasiado en alcanzar la friolera del millón de copias vendidas tras haberse lanzado en un mes de marzo donde la competencia tenía muy poca presencia. Me sigue pareciendo muy extraño, por tanto, que Microsoft y Square Enix no acordaran el adelantar el lanzamiento un par de semanas y, de paso, sortearan los lanzamientos de otros pesos pesados como Black Ops III o Assassin’s Creed Syndicate.
Lo que al final debería importarle a cualquier jugador y aficionado del sector es que Rise of the Tomb Raider es uno de los mejores juegos de 2015 y todo un imprescindible para los interesados en la saga o en el género de las aventuras. No deja de ser una pena, pues, que un proyecto tan rotundo haya tenido un recibimiento tan tibio cuando, además, esto podría haberse evitado de mil y un maneras. Esperemos que la trayectoria de ventas vaya in crescendo y, después de llegar a PC y PlayStation 4, venda lo suficiente como para que podamos volver a ver a Lara Croft en un futuro relativamente cercano. Tanto Crystal Dynmics como los jugadores lo merecemos.
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