Sony vuelve a insistir en el mercado de las tablets con una nueva iteración de su gama Xperia. Se llama Xperia Z4 Tablet y este es su análisis completo.En 2010, el primer iPad cambió las reglas. Se postulaba como un dispositivo en la intersección entre los ordenadores de escritorio y los smartphones. Un dispositivo que combinaba lo mejor de ambos mundos y que rellenaba ese hueco existente entre ambos nichos. Era un producto prometedor.
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Pronto, fabricantes como Samsung, Sony, HTC y ASUS activaron sus propios órganos para generar productos en la misma línea. Ninguno de ellos estaba dispuesto a quedarse sin su trozo de pastel viendo las grandes expectativas que los analistas y el público general iban mostrando respecto a este mercado.
Así, llegamos a 2011, año en el que comenzamos a ver las primeras apuestas "serias" contra el iPad. Dos de ellas procedían de Sony, quien lanzó la Sony Tablet S y Sony Tablet P. Ambas llegaron con Honeycomb, la primera versión de Android construida por y para las tablets. En ese momento, todo parecía ir sobre ruedas.
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A estas dos tablets le sucedieron, con el paso de los meses, la Sony Xperia Tablet S, la Sony Xperia Tablet Z, Sony Xperia Z2 Tablet y, más recientemente, la Sony Xperia Z3 Tablet Compact. La fórmula mejoraba con cada iteración, obviamente, pero no evolucionaba al mismo ritmo que el iPad de Apple. Y el gap existente entre ambas corrientes no hacía más que aumentar.
Pero en 2015, Sony pretende dar la vuelta a la tortilla. Al menos parcialmente. Para ello, su arma es la Sony Xperia Z4 Tablet y este, su análisis a fondo.
Omnibalance en cada ángulo
El diseño de la Sony Xperia Z4 Tablet no te sorprenderá. No si estás familiarizado con los productos de la compañía. Y es que continúa las mismas líneas de diseño que el Sony Xperia Z inició en 2013. El diseño Omnibalance sigue predominando, aunque eso no tiene por qué ser una mala noticia. Gracias a él, la Z4 Tablet es elegante, sobria y, en cierto modo, atractiva. En ella predominan las líneas rectas, el continuismo y los ángulos puntiagudos. Tan solo el botón home rompe esa tendencia presente a lo largo de toda la superficie.
Resulta muy fácil transportarla y/o usarla gracias a su reducido grosor (6.1 milímetros) y a su escaso peso (393 gramos). No en vano, es una de las tablets más ligeras y delgadas que podemos adquirir ahora mismo. Y eso, en el segmento de las 10 pulgadas, se agradece. Más de lo que puede parecer.
Su tacto semigomoso le otorga un agarre extra que resulta de gran ayuda cuando sostenemos la tablet con una mano. Y la certificación IP68 contra agua y polvo hace que llevarla a la playa o tenerla en la cocina para consultar recetas no suponga ningún riesgo —de hecho, es una tendencia que, personalmente, me encantaría ver en más productos conforme pasen los años—. Además, en esta Z4 Tablet el puerto microUSB queda libre de tapas protectoras, un pequeño cambio que se agradece en el día a día.
Pero no todo es perfecto en el diseño de la Sony Xperia Z4 Tablet. Aunque el tacto gomoso aporta un extra de agarre, también devalúa ligeramente el status de la misma si se compara con el aluminio del iPad Air 2, por ejemplo. Los marcos que rodean a la pantalla, por otra parte, son otro punto de mejora: útiles para sostener la tablet, pero perjudiciales en lo que a portabilidad se refiere.
A pesar de ello, el diseño y la construcción de la Sony Xperia Z4 Tablet no podemos catalogarlo como terrible. Tampoco como perfecto, obviamente. Pero sí que cumple con los requisitos asociados a la gama alta y, además, aporta un extra como es la certificación IP68.
La pantalla como principal atractivo
Recuerdo mis palabras sobre la Sony Xperia Z2 Tablet hace, aproximadamente, un año. Hablaba de la resolución Full HD de aquel modelo, en un mundo en el que los iPads y las Samsung Galaxy Tab S apostaban por la desaparición casi definitiva de los píxeles.
Afortunadamente, la situación no ha vuelto a repetirse en 2015 con la Z4 Tablet -habría sido preocupante, para ser honestos-. Sony ha montado un panel IPS de 10.1 pulgadas con una resolución de 2560 x 1600 y una densidad de pixeles de 299. Mayor densidad de pixeles que el iPad y que las principales tablets del mercado. Es decir: Sony le ha dado la vuelta a la situación en 12 meses.
Más allá de la resolución, el panel cuenta con una gran calidad. Un contraste de 1:1024, un nivel de negros de 0.46 cd/m2, un brillo máximo de 471 cd/m2 y un gamma de 2.17. Para dar algo de contexto, el iPad Air 2 ofrece un contraste de 1:1160 cd/m2, un brillo máximo de 407 cd/m2, un nivel de negros de 0.35 cd/m2 y un gamma de 2.22. Estas mediciones se traducen en una Sony Xperia Z4 Tablet que ofrece imágenes nítidas, brillantes y contrastadas. A unos niveles relativamente similares a los del iPad Air 2, que ha demostrado ser la tablet de referencia durante los últimos meses.
Sony sigue sin adoptar los 4:3, algo que perjudica la experiencia global del producto.
Pero, al igual que no es oro todo lo que reluce, la pantalla de esta Xperia Z4 Tablet tampoco es la panacea. Carga con una serie de defectos que le impiden coronarse como la mejor pantalla en el segmento tablet:
Formato. En su momento, critiqué la Sony Xperia Z2 Tablet por su formato panorámico. La razón era bien sencilla: formatos como el 4:3 permiten distribuir mejor el contenido y resultan más prácticos en un rango de situaciones mayor. La Sony Xperia Z4 Tablet vuelve a cometer el mismo error, y no es más que una muestra de insistencia, pues los principales players de la industria (Samsung, HTC, Apple, etc.) ya han aceptado el formato 4:3 como el estándar.
Saturación y temperatura de color. Al igual que ocurre en el Sony Xperia Z3, la temperatura de color de la Z4 Tablet se sitúa por encima de los valores ideales, azulando ligeramente los tonos más claros –aunque se puede solventar manualmente en Ajustes–. Por otra parte, los colores tienden a estar ligeramente saturados, lo que, si bien genera ese efecto wow al encender la tablet por primera vez, perjudica al realismo y neutralidad de la imagen.
Reflejos. La Z4 Tablet cuenta con un brillo bastante elevado (unos 470 nits), pero el cristal que recubre la pantalla no le hace ningún favor. Atrae las huellas como un imán y refleja en exceso la luz, dificultando así la visibilidad en exteriores en algunos momentos. Es como montar un motor de 80 CV en un 599 GTB. Devalúa y perjudica al conjunto que, en realidad, sí es muy solvente.
A pesar de esos defectos, la pantalla de la Sony Xperia Z4 Tablet ocupa, indudablemente, un puesto en el top 5. No llega a coronarse como la mejor, pero tampoco queda excesivamente lejos de “lo ideal”.
Usando la Xperia Z4 Tablet
Todo proyecto ambicioso debe comenzar, imperativamente, con una base sólida y estable. En el caso de Sony, esa base se llama Qualcomm MSM8994 Snapdragon 810, uno de los SoCs más potentes de 2015 –con permiso de la gama Exynos 7 y del A8X del iPad Air 2–. Cuenta con ocho núcleos (cuatro A53 a 1.5 GHz y cuatro A57 a 2 GHz), una GPU Adreno 430 y un amplio set de chips de conectividad. A este le acompañan 3 GB de memoria RAM y 32 GB de memoria interna.
En la práctica, este conjunto resuelve todos los procesos con soltura y eficacia, haciendo la Sony Xperia Z4 Tablet un producto ideal tanto para trabajar como para entretenernos. Eso sí, cuando la enfrentamos a tareas intensas durante periodos prolongados, el conocido sobrecalentamiento del Snapdragon 810 aparece y el rendimiento máximo disminuye como consecuencia. No es un problema excesivamente grave, pero has de tenerlo en cuenta si planeas someter a esta Z4 Tablet a tareas intensas.
Siguiendo la analogía, todo proyecto ambicioso también debe de enriquecer su base de la mejor forma posible. En este caso, Sony ha enriquecido su base con Lollipop, la última versión disponible de Android –con el permiso de Android M–. Y, aunque para muchos es una decisión muy acertada, la realidad es que, en el caso de la Sony Xperia Z4 Tablet, perjudica más de lo que desearíamos.
A diferencia de la Xperia Z2 Tablet, esta Z4 Tablet sí trae consigo pequeñas funciones de software desarrolladas por Sony que tratan de aumentar nuestra productividad –aunque la mayoría de ellas solo aparecen cuando conectamos su teclado complementario–. La utilidad de estas es indudable, pero sigue sin ser suficiente para convertir esta tablet en una herramienta de trabajo diario. Y es un problema que todas las tablets actuales adolecen, incluso el iPad Air 2 –aunque con iOS 9 se espera que mejore la situación–.
En un mundo en el que las tablets van más allá del consumo de contenidos, la propuesta que ofrece Android sigue siendo insuficiente
Por otra parte, Android sigue sin dar la talla como plataforma para tablets. Siempre he defendido a Android como un sistema mucho más apropiado y conveniente para este tipo de dispositivos (por su versatilidad y la mayor similitud con los sistemas operativos de escritorio), pero la falta de explotación del mismo por parte de los desarrolladores lo derrumba. Sigue existiendo una gran falta de aplicaciones de calidad adaptadas a tablets, así como funciones nativas que expriman las pantallas de grandes dimensiones. La sensación es la misma que al ver a Fernando Alonso conduciendo el McLaren de 2015: impotencia. Impotencia por saber el gran producto que tengo entre mis manos, desear usarlo más en mi día a día pero descubrir que el software no da la talla. Y, en este caso, la responsabilidad recae más sobre Google (por no estimular su comunidad lo suficiente) que sobre la propia Sony.
Obviamente, si enfocamos esta tablet solo y exclusivamente al consumo multimedia –dejando a un lado la educación, el trabajo y otros ámbitos de creación y producción de contenidos–, la situación es diferente. Encontramos multitud de juegos interesantes, aplicaciones de visualización de contenidos, y algunas características interesantes como Sony Remote Play, que permite jugar a los juegos de PlayStation 4 desde la propia tablet. En este cerrado segmento, Android y Sony sí dan la talla. Pero considerando que las tablets cada vez están más orientadas a la creación y producción de contenidos, no es suficiente.
Continuando con el apartado multimedia, es parada obligatoria el set de cámaras de esta Xperia Z4 Tablet. Sony siempre presume de sus cámaras –aunque no siempre estén a la altura de lo que promulgan–, y este caso no es excepción. La Z4 Tablet monta un sensor Exmor RS de 8.1 megapixeles en la zona posterior, mientras que en el frontal encontramos un sensor, también Exmor RS, de 5.1 megapixeles. Ambas cumplen con unos estándares de calidad, aunque en ningún momento podemos esperar un nivel similar a la de de un smartphone de gama alta. ¿Por qué? Principalmente por el procesado, que vuelve a hacer de las suyas en diversas situaciones, y por el modo automático, que sigue dejando que desear. No obstante, considerando que las cámaras de las tablets son, en la mayoría de casos, algo meramente complementario, se trata de un mal menor.
El audio es otra parada obligatoria en un dispositivo como este. La Z4 Tablet monta dos altavoces estéreo en el frontal, uno en cada lateral de la tablet y situados en la mitad inferior. A primera vista, la ubicación puede parecer errónea pues están situados justo donde recaen nuestras manos –ahogando así la salida del altavoz–. Pero en realidad, esa posición es todo un acierto. Y es que están situados de tal forma que no solo no los ahogamos, sino que, en función de cómo sostengamos la tablet, amplificamos el sonido con la curvatura de nuestras manos, las cuales actúan de caja de resonancia.
Dejando a un lado ese curioso e interesante detalle, los altavoces ofrecen un sonido alto, claro y rico en la mayoría de situaciones. No te sorprenderán como lo hace el sistema BoomSound de HTC, pero tampoco decepcionan.
La última parada obligatoria es la autonomía. Encontramos una batería de 6.000 mAh capaz de aguantar una jornada de uso multimedia sin ningún tipo de problemas. Eso sí, si vienes de otras tablets como la gama Tab S de Samsung o un iPad de Apple, apreciarás cómo, de forma predeterminada, la autonomía es algo inferior. Afortunadamente, Sony también ha incorporado sus populares modos de ahorro (STAMINA, entre ellos) que permiten extraer algo de jugo extra en aquellas jornadas más extensas de lo habitual.6.5Un año más tarde, la Sony Xperia Z4 Tablet sigue sin coronarse como "la mejor tablet" del momento. Aunque, a diferencia del pasado año, la culpa recae más en compañías externas como Google o Qualcomm y menos en la propia Sony. Es cierto que la compañía nipona aun comete algunos fallos (como el formato de la pantalla o la calidad de las cámaras), pero no es responsable de los puntos negativos más importantes de este producto: el software y el SoC.
El software, obviamente, recae en Google, quien no logra fomentar el desarrollo de aplicaciones para tablets Android ni introduce características que expriman las pantallas de mayores dimensiones. El SoC, por otra parte, recae en Qualcomm, quien está arrastrando un año terrible debido, en parte, a los diversos problemas que está mostrando el Qualcomm Snapdragon 810.
Dejando a un lado las responsabilidades, la cruda realidad es que esta Sony Xperia Z4 Tablet vuelve a quedarse a las puertas de ser un maravilloso producto. Y, un año más, sigue siendo muy triste tanto por Sony como por los propios usuarios que ansian un producto en esta línea.- Resistencia a agua y a polvo. Es amor. Llevar la tablet a cualquier sitio sin preocupaciones.
Pantalla. Brillante, contrastada y nítida. Muy buena, a pesar de todo.
Audio. Buena ubicación y calidad. Perfectos para consumir contenido multimedia.
Diseño. Ligera, delgada y elegante. Da gusto sacarla de la mochila y usarla.- Pantalla. Aquí también. El formato perjudica a la experiencia de usuario. Y los reflejos dificultan su uso en exteriores.
Precio. El PVP son 599€. Más elevado que la mayoría de rivales.
SoC. El Snapdragon 810 es un SoC de primer nivel, pero su thermal throttling le perjudica.
Software. Android sigue sin estar a la altura. Sony hace esfuerzos, pero tampoco llega a ser suficiente.
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