Sam Mendes repite en la silla de director luego de 'Skyfall', sin embargo, 'Spectre' queda muy lejos de lo que vimos en la película del 2012, además de llevar a la franquicia a un evidente, y necesario, momento de replanteamiento sobre futuro del famoso agente 007. Para una franquicia longeva y prolífica como la de James Bond no debe ser ajeno reinventarse conforme ha pasado el tiempo desde que apareciera su primera película, 'Dr. No', en 1962. Y es que al aparecer los créditos finales de 'Spectre' uno se pregunta, con insistencia, si no será el momento de "darle vuelta a la cuerda" a los filmes de James Bond y sus entregas cinematográficas.
'Spectre' peca de muchas cosas. Una de ellas es olvidar por completo el legado de 'Skyfall'. Es decir, ese conflicto tangible y real de un James Bond a punto del retiro, ese volver a las bases de la vieja escuela de espías, así como la confrontación de la tecnología moderna vs la inteligencia humana y experimentada de un viejo lobo de mar como el Agente 007. Pareciera que Sam Mendes olvidó el lugar en el que se encontraba junto a su entrega del 2012. Así que, peca de esto y de relajar el discurso, de hacer una especie de borrón y cuenta nueva.
Con todo y las licencias que las películas de Bond nos requiere como público, y en particular este género del cine, 'Spectre' obvia demasiadas cosas y exagera en el contenido de las escenas de acción; comenzando con el récord Guinness otorgado por la mayor explosión en la historia del cine (¡toma eso Bay!), que más que impresionante, aunque lo es, parece rebasada, poco verosímil y, bien vista, un desperdicio dentro de la historia.
No se puede saber si es Daniel Craig, que ya no quiere hacer más Bond, o que llegó el momento en que tiene que renovarse como franquicia o tal vez de transformar un personaje tan icónico como arcaico en su modus operandis, o todo lo anterior en su conjunto; pero 'Spectre' no termina de llenar. Ni siquiera la canción de Sam Smith, 'Writing's on the Wall', llega a las profundidades de anteriores temas principales. Claro, sabemos que Adele es imparable pero la ausencia de eso que hace perfecto la cantante deja el tema de Smith en el terreno de lo poco memorable. Sin duda, no todo es desperdicio en Bond. La fotografía, por ejemplo, es de gran belleza y estilo; trabajo a cargo de Hoyte Van Hoytema, responsable en el mismo puesto en la genial 'Interstellar', de Christopher Nolan. La atmósfera de 'Spectre' se disfruta en grande, además de las preciosas locaciones en las que el famoso agente pone pie, solo para hacer volar todo en pedazos: México, Austria, Marruecos, Roma y, por supuesto, Londres.
Hablando de México, así como de lo más disfrutable de 'Spectre', es buen momento para comentar lo que, a mi parecer, es lo mejor de toda la cinta: el plano secuencia que da inicio a la película y que, precisamente, tiene lugar en la Ciudad de México. Así inicia todo, y luego de la belleza de esta secuencia, incluso comparada con la hecha por el propio Orson Welles en 'Touch of Evil', viene una infatigable escena de acción para ponernos a tono, con un helicóptero, un magnífico desfile con motivo de la celebración del Día de los Muertos, un paseo por las peculiares azoteas mexicanas, explosiones y, en fin, todo lo que una película de Bond nos puede dar, y en su máxima expresión.
Sin embargo, luego de este genial inicio que da paso al tema principal, y dicho sea de paso tiene un arte de títulos de gran estética con unos efectos visuales preciosos, 'Spectre' se va desinflando; no en acción porque hay bastante, sino en lo verosímil, en la emoción, en la historia que, presuntamente, debería ser tan intensa si contamos que el villano en cuestión es Franz Oberhauser (a.k.a. Ernst Stavro Blofeld) y estar interpretado por el gran Christoph Waltz. Si la franquicia de James Bond ha contribuido en mucho con situaciones, personajes y escenas icónicas tanto del cine de espías como de acción, puede decirse que ella misma se ha puesto el pie en 'Spectre' (y de paso se lo ha disparado), cayendo en momentos notablemente ridículos y palomeros. En cuanto a los demás personajes, vayamos a lo inolvidable en las películas de Bond: las chicas Bond. Con todo y lo ridículamente sexy que es Monica Bellucci, la escena que nos regala junto a Bond sabe como de otro siglo. Por otra parte, Madeleine Swann, interpretada por Léa Seydoux, comienza como una chica distinta entre las chicas Bond, para terminar en el misma situación: vestida de lo más elegante y provocativo en el momento menos oportuno y un rescate predecible al más puro estilo de la damisela en peligro.
Con todo, 'Spectre' nos regala acción y nada más que acción, con automóviles de lujo en las callejuelas de Roma, en las calles coloridas y febriles de Marruecos, en los preciosos alpes austríacos y edificios de ensueño, en la que un malo, malísimo Dave Bautista nos pisa los talones y nos muestra su extrema violencia al estilo de Gregor Clegane, "The Mountain", de Game of Thrones.
Por otra parte, el propio programa de agentes pende de un hilo en donde se elabora un borroso conflicto entre la era moderna de supervigilancia y la vieja escuela de espías. Algo que, de haberse desarrollado con soltura, habría sido una historia mucho más interesante y compleja, pero que es contada muy por encima.
6.5James Bond regresa a la pantalla grande con una entrega muy entretenida, llena hasta el tope de acción y explosiones. El lujo, los gadgets, los autos, las chicas, el supervillano, los esmóquines... los martinis, así como las persecuciones en escenarios en una amplia gama de climas y ambientes, todo está en orden para una cinta del Agente 007, sin embargo, "algo" nos falta en esta vigésima cuarta película de Bond, la más larga y costosa de la franquicia. Spoiler: no es acción. - La secuencia inicial en la Ciudad de México - Los ambientes Bond - La estética y la fotografía- Los conflictos superficiales de la historia - Los momentos álgidos resueltos sin sentido - Se olvida por completo la historia de 'Skyfall' - Lo inverosímil de las situaciones (sí, incluso dentro del universo Bond)
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