A lo largo de más de 40 años, las publicaciones de Spider-Man no se limitaron al mundo de los cómics, sino que Marvel también dio pie a una tira bisemanal en los periódicos de los Estados Unidos. Comenzando en 1977, el trepamuros vivía aventuras de todo tipo con arcos argumentales que duraban entre 8 a 12 semanas.
John Romita, Stan Lee y Roy Thomas fueron algunas de las figuras ilustres de la editorial que aportaron su granito de arena en este sentido y la imaginación podía volar más que nunca. Y es que Peter Parker se enfrentaba a desafíos que nada tenían que ver con la continuidad de los cómics, por lo que se tomaron muchas libertades. Durante la publicación de la tira de agosto de 1977, el lanzarredes se enfrenta a Kingpin, el cual le propone un trato al héroe: unirse a él o morir.
Le da una hora para decidirse y, para no perderle de vista, le coloca una pulsera en el brazo que sirve como dispositivo electrónico que le permite al rey del crimen de Nueva York saber dónde está el enmascarado en todo momento. Una idea sencilla, pero que cobró una trascendencia brutal poco después. El juez Jack Love, de Nuevo México, leyó aquel pasaje en el periódico y le pareció tan fantástica la propuesta que buscó trasladarla a su disciplina.
Para ello, colaboró con el ingeniero Michael Goss, quien desarrolló el primer prototipo, el Goss-Link. El propio Love probó el dispositivo y posteriormente lo aplicó a tres presos bajo libertad condicional, aunque el programa fue cancelado por cuestiones administrativas. Con todo, a partir de los años 80 el grillete electrónico se popularizó y varias empresas comenzaron a fabricarlas en masa.
A partir de ese punto, su uso pasó a ser cotidiano en el sistema penintenciario y judicial, extendiendo su fama por todo el planeta. Así pues, la influencia de Spider-Man es de tal calibre que permitió mantener bajo control a delincuentes en la vida real.
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La noticia Spider-Man no solo caza criminales en los cómics, sino que gracias a él los vigilamos con GPS en los tobillos fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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