Hacer fotos divertidas no significa realizar instantáneas de aficionados, sino entretenernos y encontrar nuevas formas de expresión para aquello que capturamos.
Siempre llega un momento en el que hacer fotos se nos empieza a antojar como algo monótono y aburrido. A pesar de que sea nuestra pasión, la atención decae cuando se convierte en una rutina, sufriendo entonces lo que se conoce como un bloqueo creativo. Sin embargo, se pueden buscar algunas formas de solucionarlo.
Hacer fotos divertidas puede ser una buena manera de intentarlo, ya que en ocasiones olvidamos que, a pesar de todo, con la fotografía también nos podemos entretener. Está claro que existen diversos niveles de implicación y que para algunos tomar instantáneas forma parte de su trabajo, lo cual dificulta su concepción como actividad de entretenimiento. No obstante, creo que aun así se puede conseguir si buscamos cómo.
La solución a ello suele ser escapar de los convencionalismos a los que estamos sometidos cuando capturamos imágenes. Se trata entonces de transformarlo en una actividad social que nos sirva para conectar con las demás personas. Las fotos divertidas se pueden conseguir empleando distintas técnicas que, aun siendo básicas, propician la interacción y participación de aquellos que nos rodean.
Light painting
Créditos: Trevor Williams
Aunque ya hemos hablado de cómo pintar con luz, se trata de una práctica que no debe ser obviada en una lista de recomendaciones para hacer fotos divertidas. De hecho, creo que el light painting es de las primeras cosas con las que se suele experimentar cuando nos iniciamos en la fotografía, pero no por ello deja de ser menos entretenida.
Las variantes suelen ser múltiples. Podemos desde realizar formas en el aire hasta emplear distintos mecanismos de iluminación para ver cómo éste impacta sobre el escenario que capturamos. Todo depende de las fuentes lumínicas que tengamos, ya que en función de sus comportamientos los resultados serán diferentes. Simplemente se trata de tener imaginación.
Timelapses
Autor: National Geographic
Hacer un timelapse puede parecer algo aburrido, ya que por lo general se trata de un proceso en el que no debemos tocar la cámara durante un largo periodo de tiempo. Lo único que podemos hacer es esperar.
Pero también es una técnica con cierta emoción. No sabemos exactamente cómo serán los resultados obtenidos, y cuando se terminan las capturas suele ser muy habitual correr hacia la cámara y comprobar rápidamente el producto de nuestra creación. Asimismo, el tiempo juega en nuestra contra. Imaginad que queremos captar un atardecer, para lo que disponemos de apenas unas horas de transición entre la noche y el día. Por lo tanto, si fallamos en el enfoque o tiempo de exposición podríamos no tener la oportunidad de repetirlo (al menos no ese día).
Gran angular
Nicram Sabod|Shutterstock
Puede ser una de las lentes más adecuada para capturar fotos divertidas. Su distorsión provoca que las imágenes obtenidas tengan cierto toque cómico y esperpéntico, especialmente cuando el sujeto se sitúa más cerca de los bordes del cuadro, donde la deformación puede llegar a ser incluso demasiado exagerada.
Este tipo de imágenes se han vuelto muy populares en la red, sobre todo tras la gran importancia que en los últimos años han adquirido las cámaras de acción como GoPro. Ir a un evento multitudinario y no ver a nadie con una dispositivo de estas características es ya una misión casi imposible.
Perspectiva
Chema Madoz
A veces, lo que representamos con nuestra cámara no es más que una mera ilusión de lo que se encuentra ante nosotros. Debido a ello, resulta bastante fácil jugar con la perspectiva de una imagen, modificando los ángulos precisos para aparentar algo que es totalmente diferente a la realidad.
No me refiero a realizar la típica foto de la Torre de Pisa como si la estuviésemos sujetando, también existen muchas más posibilidades. De hecho, en la película del Señor de los Anillos fue un recurso empleado para confundir al espectador acerca del tamaño de los actores. Solo tenían que colocar a Frodo más lejos que Gandalf y el efecto ya estaba conseguido.
Flash
Yeko Photo Studio|Shutterstock
Otra forma de variar el aspecto de las fotos es modificar la iluminación de la escena. Podemos emplear diferentes accesorios, pero el flash es uno de los más indicados para ello. Además, si éste es inalámbrico será mucho más fácil colocar la fuente de luz en aquel lugar que deseemos sin ningún tipo de impedimento.
Al igual que en los puntos anteriores, la variedad de situaciones es bastante amplia y los resultados dependerán de nuestra imaginación. En función de si esa luz es cenital, nadir o totalmente lateral, los resultados serán totalmente diferentes.
Edición
Affinity Photo
Por último, también podemos recurrir a la edición para alterar una imagen. Con anterioridad hemos comentado algunos retoques de moda que pueden ser útiles para modificar nuestra instantánea hasta límites insospechados. Una de las grandes ventajas que tenemos en la actualidad es la gran cantidad de herramientas que disponemos para editar fotografías. Ahora, aunque obviamente existen diferentes niveles de especialización, el proceso de edición suele ser fácil y accesible para la mayoría de usuarios.
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