Noticia Técnicas usadas en videojuegos que puedes usar para motivarte a cambiar conductas

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¿Alguna vez has pensado que es posible utilizar los videojuegos para motivarte? Hoy te ofrecemos una guía básica para gamificar tu vida y ayudarte a cambiar conductas.


Según Jane Mcgonigal la humanidad pasa aproximadamente 3 mil millones de horas semanales jugando, y las predicciones apuntan a que ese número seguirá creciendo en los años venideros. Y ¿Cómo no habría de hacerlo? si las investigaciones en el área han demostrado una y otra vez que los videojuegos conducen a mayores niveles de creatividad, estados emocionales placenteros, mejora tu productividad y te da un marcado sentido de propósito en contraposición a la creciente apatía hacia el trabajo y demás actividades cotidianas.

Para Jane, este crecimiento es la forma en que la vida nos está diciendo que estamos haciendo las cosas mal y que en realidad deberíamos jugar más. Es decir, convertir los espacios de trabajo y nuestras actividades cotidianas en videojuegos. Este es el proceso que se conoce como gamificación y consiste en la implantación de técnicas utilizadas en los juegos para hacer más divertidas las demás áreas de nuestra vida. Esto hace que perder unos kilos, dejar de fumar o escribir nuestro trabajo de grado, sea igual de entretenido que jugar Bloodborne o Candy Crush Saga.

La buena noticia es que no tenemos que ser unos diseñadores expertos, o psicólogos para practicar la gamificación, sólo hace falta saber cuáles son algunas de las técnicas y ser muy creativos para diseñar nuestro propio World of Warcraft en la vida real. Aplicando estas simples técnicas de videojuegos para cambiar conductas será muy sencillo alcanzar eso que deseas.

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Imagen: alphaspirit - Shutterstock


1. Ponte metas


El primer paso para alcanzar cualquier objetivo es ponerse una meta, los videojuegos suelen hacer esto dándole al jugador misiones para completar, ahora, estas misiones tienen unas características que las distinguen y que te ayudaran a elaborar una buena meta:

  1. Son claras: Las misiones en los videojuegos son bien claras, fíjate en juegos como Wold of Warcraft o Skyrim, una misión puede ser resumida en una sola frase como: “Mata 10 orcos” o “Hablar con el tabernero”, no hay ambigüedades. Una meta clara te ayuda a enfocarte en tu objetivo.
  2. Son específicas: Las misiones en los videojuegos tiene límites bien establecidos que nos ayudan a saber que tan cerca estamos de completarlas. Fíjate en los ejemplos anteriores, “Matar 10 orcos” nos dice que al asesinar el décimo orco hemos culminado la tarea. De igual modo, “hablar con el tabernero” nos dice que cuando comencemos la conversación hemos logrado la misión. En líneas generales, es preferible que nuestra meta sea numérica, eso nos permite medir nuestro progreso.
  3. Son de corto plazo: Las misiones en los videojuegos suelen formar parte de una historia mucho más grande, pero no es presentada toda de golpe, más bien, una gran tarea está constituida por pequeñas tareas entrelazadas. Por ejemplo, “Matar 10 orcos” es seguida de “Destruye 5 catapultas” que nos conduce a “Asesina al jefe de los orcos”. Estas tres misiones en conjunto constituyen un objetivo mayor (acabar con la invasión de los orcos). En este sentido, no debemos pensar en grande, nuestras metas deben ser algo que se pueda alcanzar en un día (como mucho), de hecho mientras más pequeña e inmediata es mejor.
  4. Son retadoras: Si una misión es demasiado fácil es aburrida, si es demasiado difícil es frustrante, los diseñadores crean los juegos suponiendo que una misión va a representar un reto adecuado para el nivel del personaje y la habilidad del jugador, así, cuando nos pongamos pongas una meta tenemos que buscar el punto en que nos sintamos cómodos pero al mismo tiempo retado.

Por ejemplo, supongamos que quiero perder 15 kilos, eso es un objetivo a largo plazo y vago (podría tardarme 10 años en perderlos), entonces, para hacerlo un poco más concreto le agrego “Perder 15 kilos en 20 semanas”, ya sé exactamente que quiero lograr y cuando quiero lograrlo. Ahora me toca convertir ese objetivo en metas siguiendo los lineamientos anteriores:

Meta N° 1: Consumir como máximo 1900 calorías al día (también podrías poner un límite por cada comida que hagas al día).

Meta N°2: Caminar 60 minutos al día.

Meta N°3: Consumir 7 vasos de agua al día.

Para ayudarme, descargaré una aplicación como Myfitnesspal que me permite contar las calorías que consumo diariamente y lleva un registro de mi alimentación diaria.

2. Lleva un registro


Los videojuegos llevan un meticuloso registro de nuestro progreso. En cualquier MMO podemos ver qué nivel somos o cuántos puntos de experiencia nos faltan para subir de nivel; en Candy Crush tenemos un mapa que nos dice en que misión vamos, y todos los que jugamos el primer Mario recordamos esa pantalla negra que nos decía el número de vidas y el nivel en el que estábamos (te odio 7-1).

Llevar un registro del progreso de nuestras metas es indispensable para poder cambiar nuestra conducta, debemos usar un teléfono inteligente, un diario, o cualquier otro implemento que podamos llevar a donde vayamos. Cuando dije que era preferible que las metas fuesen numéricas es porque a la hora de llevar un registro eso nos va a permitir evaluar si lo que estamos haciendo nos resulta fácil, retador o difícil.

Tenemos que ser honestos y diligentes a la hora de llevar nuestro registro, recuerda que al final del día queremos cambiar una conducta porque lo deseamos, cuando anotamos un fracaso nos estamos dando una oportunidad de evaluar qué hicimos mal y que debemos hacer distinto para triunfar, es como cuando mueres en un juego, siempre puedes volver a intentar la misión, y esta vez con un nuevo aprendizaje.

Siguiendo con el ejemplo anterior, voy a llevar un diario donde registre mis metas de cada día. Eso es, cada vez que coma voy a anotar cuantas calorías llevo acumuladas, cada vez que haga ejercicio, voy a escribir cuantos minutos, cada vez que me tome un vaso de agua voy a colocar una X. Al final del día, voy a marcar qué metas alcance y en cuéles falle. Si veo por ejemplo que todos los días estoy haciendo más de 60 minutos de caminata, entonces sé que mi meta no es retadora, y debo a ajustarla.

3. ¡Sube de nivel! Y no olvides la recompensa


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Imagen: Nikolay Solidcreature - Shutterstock


Esta es mi parte favorita, los videojuegos no te ponen las cosas difíciles de golpe, ellos van poco a poco aumentando la dificultad de las misiones y al mismo tiempo el tamaño de la recompensa. Para utilizar esta técnica vas a necesitar un set de dados de rol o una aplicación que pueda simular lanzadas de dados de 20 caras, de 12 caras, de 10 caras, de 8 caras y de 6 caras.

Lo primero que necesitas es un criterio para saber cuándo subes de nivel y llevar ese registro. Eso va a depender de tu objetivo, pero en líneas generales, subir de nivel debería estar vinculado a una meta de mediano plazo, por ejemplo, con el tema de perder peso, yo podría decir que cada vez que pierda 2 kilos voy a subir un nivel, de modo que cuando pierda 15 Kilos seré nivel 7. Alternativamente podría ser “cuando haga más de 20 horas de caminata”, “cuando pase 5 días sin fallar una meta”. Si realmente deseas simular un videojuego, le pones valores en forma de puntos de experiencia y vamos a ir acumulando puntos en la medida que se cumplan. Así, comer menos de 1600 calorías son 10 XP, caminar 60 minutos son 10 XP y tomar 7 vasos de agua son 5 XP, subiré de nivel cada vez que acumule 50 XP.

Ahora que tenemos nuestro sistema de subir nivel, necesitamos una recompensa, para este ejemplo voy a utilizar un juego nuevo que quiero comprar (supongamos que cuesta $60), en realidad puede ser cualquier cosa que nos motive: un viaje, un plato de comida que te guste mucho; piensa en algo con lo que te gustaría premiarte. Para nuestro ejemplo, cada vez que me gane la recompensa voy a ir acumulando $5 , cuando alcance los $60 podré adquirir el juego.

Cada vez que subas de nivel debes hacer 4 cosas:

  1. Escribir el nuevo nivel en el registro
  2. Si eres nivel 1 al 4, escribir que te corresponde un dado de 20 caras; si eres nivel 5 a 9, un dado de 12 caras; del 12 al 14, un dado de 10 caras, y del 15 al 19 un dado de 8 caras. Si eres nivel 20 en delante, un dado de 6 caras.
  3. Lanza el dado que corresponde a tu nivel. Si salen cualquiera de las 3 caras más altas nos ganamos la recompensa (es por eso que mientras más alto es el nivel más bajo es el dado, porque tienes más probabilidades de ganarte la recompensa).
  4. Finalmente, aumenta ligeramente la dificultad de las metas.

Veamos cómo funciona esto con un ejemplo:

Acabo de pasar dos días cumpliendo mis metas y subo a nivel 2. Lo primero que hago es anotarlo en mi registro, como mi nivel no es múltiplo de 5 mi dado no cambia, hago la tirada con un dado de 20 caras y obtengo un 12 (como no es 18, 19 o 20 no gane esta vez), finalmente, cambio mis metas, ahora necesito consumir menos de 1800 calorías, caminar 65 minutos o tomarme 8 vasos de agua.

Supongamos que llego a nivel 5. Lo registro y ahora lanzo un dado de 12 caras y obtengo un 10. Esos son $5 que acumulo para mi recompensa final, para este momento mis metas son 1600 caloría al día, 80 minutos de caminata y 9 vasos de agua.

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Fotografía: Tardes de Rol (Licencia)


En la medida que subimos de nivel vamos aumentando la probabilidad de ganarnos la recompensa, pero a la vez, se nos va complicando la cosa porque aumenta la dificultad de nuestras metas. No te sobrepases, es ridículo llegar a un punto donde tenga que comer 900 calorías, pero siempre puedo seguir aumentado el número de minutos de caminata o puedo cambiarlo por un ejercicio más fuerte como trotar o hacer aeróbicos. Recuerda, el secreto es comenzar fácil e ir subiendo hasta llegar a lo más difícil.

4. Logros


Los logros o trofeos son reconocimiento que obtenemos cuando hacemos cosas extraordinarias en los juegos, son una recompensa al desempeño extraordinario, y eso es algo que nos será sumamente útil a la hora de cambiar nuestra conducta.

Para determinar nuestros posibles logros debemos pensar en qué cosas podríamos conseguir que representen un reto, por ejemplo, pasar un día completo sin comer comida chatarra, redactar 10 páginas de tu trabajo de grado en 6 horas, pasar un día completo sin fumar cigarrillos, alcanzar todas tus metas por 5 días consecutivos (luego 10, y luego 15).

Vamos a hacer una lista de unos 10 logros (o todos los que se te ocurran), no hay que tener miedo de poner cosas que parezcan imposibles, por el contrario, la idea es que los veamos y nos sintamos motivados a retarnos. Cada vez que alcances un logro lo vas a escribir de inmediato, y aunque suene tonto, usar pegatinas es perfecto para marcar el logro. Adicionalmente, cuando tengas un logro, la próxima vez que subas de nivel tendrás una tirada adicional del dado.

Así por ejemplo, si logro mis metas por cinco días consecutivos (uno de mis logros), cuando suba al siguiente nivel voy a lanzar dos veces el dado, ¡podría ganar dos recompensas con un solo nivel!.

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Imagen: Max Griboedov - Shutterstock


5. Apoyo social


Finalmente, la razón por la que las consolas de esta generación comparten nuestros trofeos es porque es profundamente satisfactorio que los otros vean el producto de nuestros esfuerzos. Algunos recordarán esos momentos en la escuela cuando te reunías con tus compañeros y alardeaban de haber pasado tal o cual nivel en el juego del momento y es que, sin importar tu edad, se siente bien mostrar tus progresos.

Dile a tus amigos lo que planeas hacer, incluso, si alguien puede llevar el registro por ti, aun mejor. Eso te va a dar un fuerte motivador para perseverar cuando sientas que la situación se empieza a poner difícil. Si te apetece, comparte tus objetivos en Facebook, Twitter y cualquier otra red social, ¡anúnciale al mundo que has subido de nivel, que te ganaste una recompensa y que tienes varios días que alcanzas todas tus metas!, nada es tan poderoso como un enhorabuena de la gente que apreciamos.

Diseña tu juego para cubrir un periodo de tiempo de más o menos dos meses, 60 días es la cantidad de tiempo aproximado que debe transcurrir para que una nueva conducta se convierta en un habito.

Puede que estas técnicas suenen un poco locas, pero estas son cosas que los psicólogos y los coach han estado haciendo por décadas. Lo único que estamos haciendo es ponerle encima una capa de pintura nueva. Finalmente, si lo deseas puedes hacerte una hoja de personaje de rol con tus atributos y niveles. Si tienes una vena literaria, escribe una historia sobre el heroico personaje que intenta luchar contra las hordas de la comida chatarra (o el cigarrillo, o el enemigo de turno). Si eres una persona más científica, diseña nuevos sistemas distintos a los que explicamos aquí. En pocas palabras, aprovecha tus fortalezas para armar una experiencia apasionante, única y personal que puede ayudar a cambiar tu vida.

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