Cuando Internet va lento, algunas webs no abren o notas comportamientos raros, comprobar qué servidor DNS estás usando en el móvil es uno de esos pasos que conviene dar cuanto antes. En Android tenemos varias formas de comprobarlo, sin necesidad de root y con herramientas muy sencillas para verificar que todo está en orden y, si hace falta, cambiarlo por uno más rápido o privado. En este tutorial vas a ver de forma clara cómo hacerlo y qué significa cada ajuste de red que aparece en tu teléfono.
Además de enseñarte a comprobar el DNS actual, añadimos contexto útil: qué papel juegan la IP, la puerta de enlace, el DHCP o el DNS privado; y cómo se cambian los DNS en otros sistemas y en el router. Todo lo que necesitas para dejar tu conexión afinada y más segura, con explicaciones paso a paso y trucos que funcionan en móviles Android modernos y también en versiones anteriores.
¿Qué es el DNS y por qué te interesa?
El sistema de nombres de dominio es la agenda de contactos de Internet: traduce nombres legibles como ejemplo punto com a direcciones IP numéricas que entiende la red. Sin DNS tendríamos que recordar números interminables, algo poco práctico. Los DNS funcionan en una jerarquía de servidores que resuelven tu consulta hasta devolver la IP correcta, y gran parte del proceso se beneficia de caché para acelerar respuestas. En la práctica, un DNS más ágil o más cercano reduce ligeramente los tiempos de espera y puede mejorar la sensación de velocidad al navegar.
Hay distintos componentes implicados: resolutores recursivos, servidores raíz, TLD de nivel superior y servidores autoritativos del dominio. Tu dispositivo consulta primero al resolutor, que va escalando hasta obtener la respuesta. Aunque parezca un camino largo, todo sucede en milisegundos. Por eso si eliges un buen proveedor, ganas en rendimiento, privacidad y a veces también en seguridad, ya que algunos DNS bloquean dominios maliciosos.
Diferencias entre IP, puerta de enlace y DNS
Conviene no mezclar conceptos. La dirección IP identifica a tu dispositivo dentro de la red local y hacia Internet; la puerta de enlace es el salto por defecto, normalmente tu router, que enruta el tráfico; y el DNS es el servicio que traduce nombres a IP. En un Android típico, la IP y la puerta de enlace te llegan por DHCP del router, y los DNS también, salvo que tú los cambies a mano o uses DNS privado. Saber distinguir cada uno ayuda a solucionar fallos de conexión y a configurar reglas en el router con más precisión.
Respecto a IP, puedes tener asignación dinámica o estática. En casa lo normal es dinámica por comodidad, aunque fijar IP a ciertos dispositivos puede ser útil para domótica, servidores caseros o reglas de control parental. Eso sí, fijar IP complica la administración y puede causar conflictos si repites una dirección sin querer. Muchas veces es mejor reservar IP desde el DHCP del router, ya que evitas choques y mantienes todo ordenado.
Tipos de puertas de enlace que te puedes encontrar en Android
- Puerta predeterminada: es la ruta por defecto hacia el exterior, la que usa el móvil sin que tengas que hacer nada.
- Enlace móvil: cuando navegas por datos 4G o 5G, el salto lo gestiona la red del operador.
- Puerta Wi‑Fi: al conectarte a una red inalámbrica, el router actúa de pasarela hacia Internet.
- Puerta VPN: con una VPN activa, el tráfico se enruta a través del túnel cifrado y la pasarela del proveedor VPN.
- Puerta Bluetooth: en escenarios de tethering o intercambio de datos por Bluetooth, también hay una pasarela específica.
¿Por qué conviene comprobar y a veces cambiar los DNS?
Hay varias razones para mirar qué DNS usas. Con proveedores rápidos y fiables, la navegación responde antes y se reducen errores intermitentes. Algunos servicios priorizan la privacidad y no registran tus consultas; otros filtran phishing y malware. También te puede interesar para evitar bloqueos por DNS o para diagnosticar si el problema está en tu operador. Todo esto se consigue con cambios muy simples y, en Android, sin instalar casi nada.
No confundas privacidad de DNS con anonimato total. El DNS privado cifrará las consultas, pero no oculta tu tráfico general como sí hace una VPN. Es un buen paso, sin duda, y merece la pena activarlo, pero para protección global necesitarás más capas de seguridad. Aun así, cambiar DNS puede ser la diferencia entre que una web cargue a la primera o no, y ayuda a mejorar la experiencia a coste cero.
¿Cómo comprobar qué DNS usa tu Android ahora mismo?
Método 1: revisar DNS privado en los ajustes
En Android moderno existe DNS privado, que cifra las consultas mediante TLS. Ve a Ajustes, Red e Internet y entra en DNS privado. Si aparece en automático, usarás el DNS del operador o del router cuando soporte cifrado; si has introducido un nombre de host de proveedor, las consultas salen cifradas hacia ese servicio. Esta pantalla no muestra IPs, pero te dice si tienes activo DoT o no y te permite confirmar si pusiste un host como dns punto google o el de Cloudflare. Activar esta opción es rápido y eleva la privacidad sin complicaciones.
Método 2: consultar la red Wi‑Fi a la que estás conectado
Desde Ajustes, Wi‑Fi, toca tu red y entra en avanzado o detalles de red. En muchos fabricantes verás campos de DNS 1 y DNS 2. Si no aparecen, al editar la red cambia Ajustes de IP a Estática: el sistema mostrará los campos, aunque no hace falta que guardes si solo quieres mirar. Si tuvieras un DNS privado activo, ten en cuenta que la consulta efectiva puede viajar cifrada al host que configuraste, aun cuando veas unos DNS asignados por DHCP. Este método te enseña los valores vigentes en esa red y es el más directo para comprobarlos a golpe de dedo.
Método 3: ver los DNS con comandos sin root
Otra manera universal es preguntar al sistema por sus propiedades de red. Puedes instalar Termux y usar el comando getprop net.dns1, net.dns2; o conectar el móvil por USB y ejecutar adb shell getprop desde el ordenador. Es habitual que veas varias entradas si hay más interfaces o si el sistema mantiene alternativas. Esta técnica es muy útil cuando la capa de ajustes del fabricante oculta detalles o cuando quieres confirmar que, efectivamente, el móvil está utilizando los resolutores que tú esperas.
Método 4: aplicaciones que muestran DNS y demás datos de red
Si te apetece tenerlo todo a la vista, hay utilidades muy completas. IP Tools o GlassWire, por ejemplo, enseña IP pública y privada, máscara, gateway y los DNS activos, además de herramientas como Ping, Traceroute, WhoIS, escáner de puertos o escáner de red. GlassWire también ofrece paneles y gráficas para controlar consumo y conexiones. Fing también realiza un inventario de dispositivos conectados a tu Wi‑Fi, te muestra IP y MAC de cada uno, identifica marcas y modelos y te da la IP pública y la configuración básica. Con estos paneles es más sencillo detectar intrusos y controlar de forma granular tu red doméstica.
Método 5: pruebas externas para confirmar el resolutor
Cuando quieres garantía total, ejecuta un test de fuga DNS. Sitios como DNSLeakTest, DNSChecker o WhatsMyDNS ayudan a verificar qué resolutor atiende tus consultas y desde qué ubicación. Si has activado DNS privado o has cambiado los servidores de tu Wi‑Fi, el test debería reflejarlo. También es buena idea visitar una web de ver IP pública para distinguir si el problema que tenías estaba en DNS o en conectividad general. Ojo: páginas tipo Cual es mi IP muestran tu IP pública, que no es el DNS, pero sirven para diagnosticar la salida a Internet.
Nota sobre la caché DNS del navegador en Android
Algunos navegadores de escritorio permiten ver y vaciar su caché DNS, pero en móviles no suele estar accesible. En Samsung Internet, por ejemplo, no hay una pantalla pública para listar la caché DNS. Lo que sí puedes hacer es borrar caché del navegador desde Ajustes de apps o comprobar el resolutor efectivo con las pruebas anteriores. En caso de fallos puntuales, limpiar caché y datos del navegador, o reiniciar la red, suele arreglar errores de resolución y evita quebraderos sin tener que adentrarte en menús ocultos.
¿Cómo cambiar los DNS en Android?
Opción recomendada: DNS privado con cifrado
En versiones recientes, abre Ajustes, Red e Internet y entra en DNS privado. Elige nombre de host del proveedor e introduce el de tu servicio favorito. Algunos ejemplos: Cloudflare usa one dot one dot one dot one como host para DoT, y Google usa dns dot google. Al guardar, las consultas de DNS viajarán cifradas y, si el proveedor promete no guardar registros, mejoras la privacidad. Esta función es global para el dispositivo y funciona tanto en Wi‑Fi como en datos móviles.
Opción por red Wi‑Fi: configurar DNS manuales
Si tu móvil no dispone de DNS privado o prefieres cambiarlo por red, mantén pulsada tu Wi‑Fi, toca Modificar y abre opciones avanzadas. Cambia Ajustes de IP a Estática y rellena DNS 1 y DNS 2 con direcciones IPv4 del proveedor que prefieras. Cambiar las DNS de esta forma afecta solo a esa red, de modo que en otras Wi‑Fi o en datos móviles usarás los DNS por defecto, salvo que tengas activo el modo privado. Es un método sencillo y útil en móviles antiguos o capas sin DoT.
Servidores DNS populares que puedes usar
- Google DNS: 8.8.8.8 y 8.8.4.4; host para DoT dns dot google.
- Cloudflare: 1.1.1.1 y 1.0.0.1; host para DoT one dot one dot one dot one.
- Quad9: 9.9.9.9 y 149.112.112.112 con enfoque en bloqueo de amenazas.
Si priorizas privacidad, consulta la política de cada proveedor. Algunos registran métricas mínimas y otros prometen cero registros. Para entornos familiares, hay perfiles con control parental; para empresas, resolutores privados. Elegir bien aporta un plus, y a veces evita webs maliciosas de forma preventiva.
Verificación y diagnóstico tras el cambio
Después de cambiar, haz un test de fuga DNS y una prueba de navegación a sitios habituales. Usa Ping o Traceroute desde IP Tools para comprobar latencia y ruta. Si todo va fino, perfecto; si algo no cuadra, revisa si tienes DNS privado activo y un DNS manual a la vez, porque el host cifrado tendrá prioridad. Siempre puedes desactivar y reactivar Wi‑Fi para forzar renovación, y si sigues con dudas, reiniciar el router y el móvil despeja caches y sesiones.
Más ajustes de red útiles en Android
Al margen del DNS, Android ofrece extras que conviene conocer. La red de uso medido te ayuda a controlar el gasto de datos en Wi‑Fi con límite; la opción está en ajustes de la red concreta. Wi‑Fi Direct permite conectar dispositivos sin un punto de acceso tradicional y puede ahorrarte tiempo en transferencias locales. En algunos móviles antiguos verás WPS, tanto por botón como por PIN, para emparejar rápido con routers compatibles, aunque hoy en día está en desuso por seguridad. Explora estas opciones porque pueden mejorar tu día a día sin tocar nada del operador.
En información del teléfono puedes ver la MAC usada por la interfaz Wi‑Fi. En Android moderno se aleatoriza por privacidad, y en los ajustes de la red puedes ver la dirección MAC aleatoria concreta que se usa en esa Wi‑Fi. Si vas a aplicar controles parentales en el router, anota tanto la MAC real como la aleatoria. Es un detalle pequeño, pero evita sorpresas al bloquear o reservar direcciones.
IP pública, IP local y cuándo conviene cambiarlas
Tu IP pública es la que ven los sitios en Internet; suele ser compartida por todos los dispositivos de casa detrás del router, gracias al NAT. La IP local identifica al móvil dentro de la LAN. Cambiar la IP del móvil rara vez mejora seguridad por sí mismo, y en casa usar dinámicas por DHCP suele ser lo más práctico. En escenarios concretos, una IP estática aporta estabilidad para servidores locales o reglas de firewall. Elige lo que te convenga, sabiendo que lo crítico es no crear conflictos y mantener el esquema de red bien documentado.
Para saber tu IP pública, cualquier web de comprobación te la mostrará al instante. Recuerda que eso no te dice qué DNS usas, aunque ayuda a diagnosticar la salida y el operador. Un cambio de DNS no cambia tu IP pública, pero sí puede cambiar por dónde se resuelven tus consultas, lo que a veces afecta a la geolocalización de contenidos. Si notas diferencias, revisa el resolutor y confirma con un test de fuga que apunta al proveedor que elegiste.
DNS en juegos móviles, privacidad y seguridad
En juegos online, lo que manda es la latencia hacia el servidor del juego, pero un DNS con tiempos de respuesta pobres puede añadir pequeñas esperas en la fase de conexión. Algunas plataformas usan tu IP para emparejarte por región y pueden aplicar restricciones por red. Elegir un DNS sólido y estable ayuda a evitar cuellos de botella iniciales y, combinado con una buena Wi‑Fi de 5 GHz o 5G, hace la experiencia más fluida. Por privacidad, recuerda que el DNS privado cifra consultas, aunque no sustituye a una VPN si buscas cubrir todo el tráfico.
Cómo cambiar los DNS en otros dispositivos y en el router
Windows permite fijar DNS desde Configuración de red; macOS lo ofrece en la sección de red dentro de avanzado; Linux lo habilita desde la configuración de IPv4 o IPv6, y por terminal editando resolv dot conf en distros concretas. En iPhone, ve a Wi‑Fi, entra en tu red y configura DNS manual para esa red. En el router, entra en su panel, localiza WAN o Internet y define DNS primario y secundario. Cambiarlo arriba del todo tiene ventaja: todos los dispositivos de casa heredan la configuración y no hay que tocar uno por uno.
Herramientas de red que te ayudan a diagnosticar
Las utilidades incluidas en aplicaciones como IP Tools o WiFi Tools son oro cuando algo falla. Ping te dice si hay respuesta; Traceroute te muestra los saltos; WhoIS te enseña quién gestiona una IP o un dominio; el escáner de puertos destapa servicios abiertos en un host; el escáner de red lista todos los equipos conectados a tu Wi‑Fi. Son funciones sencillas pero muy reveladoras, y en conjunto te permiten validar que el cambio de DNS ha surtido efecto y que no hay problemas de conectividad de fondo.
Conceptos erróneos comunes sobre DNS
El DNS no se usa solo para navegar; también entra en juego en correo, apps y VoIP. Los registros no son inmutables; pueden cambiar y, de hecho, cambian cuando un sitio migra de servidor. Y el DNS tradicional no es intrínsecamente seguro: existen ataques como el envenenamiento de caché o el secuestro de DNS. Por eso el cifrado con DoT o DoH y usar proveedores confiables suma capas, y conviene validar de vez en cuando con pruebas si la configuración sigue siendo la que tú dejaste.
Propagación DNS para quien gestiona webs
Si administras un sitio y cambias sus registros, hay un periodo de propagación hasta que todos los servidores del mundo actualizan el dato. Puede ir de minutos a días, según el TTL y la caché de cada resolutor. Un truco: bajar el TTL antes de una migración para acelerar el cambio. Si algo se atasca, vacía cachés locales y consulta con tu registrador o hosting. Estos temas afectan sobre todo a propietarios de webs, pero entenderlos ayuda a interpretar por qué a veces un móvil resuelve a una IP antigua y otro ya ve la nueva, así que no está de más tenerlo presente.
Cuándo tratar una Wi‑Fi como red de uso medido
Si tu Wi‑Fi tiene límite de datos, marca la red como de uso medido en los ajustes de Android. De este modo, el sistema controla sincronizaciones y descargas pesadas. No guarda relación directa con DNS, pero es un ajuste práctico cuando compartes Internet desde otro móvil o usas conexiones con tope mensual. Mantener a raya el consumo es clave, y evita sustos en la factura o en bonos de datos.
Ya tienes recursos para comprobar qué DNS usa tu Android, cambiarlo de forma segura y validar el resultado. Entre el modo de DNS privado con cifrado, los ajustes por red Wi‑Fi, las herramientas de verificación y un par de utilidades de diagnóstico, dejarás tu conexión fina, ganarás privacidad y, con suerte, eliminarás esos pequeños cortes y esperas que tanto molestan al navegar. Comparte este tutorial y más usuarios sabrán comprobar y cambiar el DNS en Android.
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