Hace varias semanas que se viene hablando de Ubuntu Edge, el móvil que Canonical pretende producir con el dinero ganado mediante una campaña de Crowfunding y hasta el momento no había querido comentar nada al respecto para ver como se desenvolvía la situación.
La meta era recaudar 32 millones de dólares en un mes, y el reloj empezó a correr el 22 de Julio del 2013, o sea, el mes pasado. Hasta el momento van quedando unas 35 horas y solo van por $11,940,012.
He visto muchos comentarios en Internet al respecto, entre ellos uno bastante interesante que leí en MuyLinux que decía:
Yo creo que esta campaña, tiene un objetivo semioculto. Creo que ha sido más bien un medidor de cuanto le interesa Ubuntu Edge a la gente. En este sentido, me parece que la campaña ha sido un éxito. Téngase en cuenta que a la mayoría de las personas no les gusta comprar en preventa y a pesar de esto, se han vendido muchísimos ejemplares. Creo que con este precedente, Canonical se puede aventurar a producir los equipos por sus propios medios sin el temor de perder la inversión. Estoy seguro que el objetivo principal ha sido censar el mercado y que no aspiraban realmente a reunir todo ese dinero. Con que Ubuntu Edge pegara duro, sería suficiente y si reunían la suma, mejor aún, pero no creo que contaran mucho con eso.
Saludos
Y sinceramente me puse a pensar. Si el objetivo era ese, muy bien pensado, pero hay un pequeño detalle que falla y lo comenté vía Twitter hace unos días: ¿Quién dará un salto de fé y e invertirá dinero en una maqueta en 3D, en un producto que no se ha probado?
Y no solo estoy hablando del Hardware, también del Software. ¿Tiene Ubuntu Phone OS la calidad requerida como para salir en producción? ¿Tiene la cantidad de aplicaciones necesarias para abarcar un público bastante amplio?
No están pidiendo 10 mil dólares, son 32 millones de dólares, lo cual significaría que por lo menos, se necesitan 32 millones de usuarios de Ubuntu (o simpatizantes) que aporten 1 dólar cada uno.
Me parece que la táctica falló. Creo que lo mejor hubiese sido invertir algo de dinero (o pedir menos dinero) y lanzar una producción limitada de estos teléfonos. De esta forma “algunas” personas lo comprarían, lo probarían y así el resto tendría más motivación en querer comprar uno de estos artefactos.
Pero no seamos pesimistas, aún quedan más de 30 horas y quizás algún milagro pueda suceder.
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La meta era recaudar 32 millones de dólares en un mes, y el reloj empezó a correr el 22 de Julio del 2013, o sea, el mes pasado. Hasta el momento van quedando unas 35 horas y solo van por $11,940,012.
He visto muchos comentarios en Internet al respecto, entre ellos uno bastante interesante que leí en MuyLinux que decía:
Yo creo que esta campaña, tiene un objetivo semioculto. Creo que ha sido más bien un medidor de cuanto le interesa Ubuntu Edge a la gente. En este sentido, me parece que la campaña ha sido un éxito. Téngase en cuenta que a la mayoría de las personas no les gusta comprar en preventa y a pesar de esto, se han vendido muchísimos ejemplares. Creo que con este precedente, Canonical se puede aventurar a producir los equipos por sus propios medios sin el temor de perder la inversión. Estoy seguro que el objetivo principal ha sido censar el mercado y que no aspiraban realmente a reunir todo ese dinero. Con que Ubuntu Edge pegara duro, sería suficiente y si reunían la suma, mejor aún, pero no creo que contaran mucho con eso.
Saludos
Y sinceramente me puse a pensar. Si el objetivo era ese, muy bien pensado, pero hay un pequeño detalle que falla y lo comenté vía Twitter hace unos días: ¿Quién dará un salto de fé y e invertirá dinero en una maqueta en 3D, en un producto que no se ha probado?
Y no solo estoy hablando del Hardware, también del Software. ¿Tiene Ubuntu Phone OS la calidad requerida como para salir en producción? ¿Tiene la cantidad de aplicaciones necesarias para abarcar un público bastante amplio?
No están pidiendo 10 mil dólares, son 32 millones de dólares, lo cual significaría que por lo menos, se necesitan 32 millones de usuarios de Ubuntu (o simpatizantes) que aporten 1 dólar cada uno.
Me parece que la táctica falló. Creo que lo mejor hubiese sido invertir algo de dinero (o pedir menos dinero) y lanzar una producción limitada de estos teléfonos. De esta forma “algunas” personas lo comprarían, lo probarían y así el resto tendría más motivación en querer comprar uno de estos artefactos.
Pero no seamos pesimistas, aún quedan más de 30 horas y quizás algún milagro pueda suceder.
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