Hace ya un año desde conseguimos aterrizar en el 67P/Churyumov-Gerasiemnko, un primitivo cometa que va a la deriva por nuestro sistema. ¿Que esperamos, ahora de la sonda que está esperando en su superficie?
El próximo 12 se cumplirá un año de uno de los eventos más importantes jamás acometidos hasta la fecha por la humanidad: pisar un cometa. Pisarlo con una sonda, se entiende. La misión Rosetta, tras más de 10 años y 6.500 millones de kilómetros consiguió llegar a "Chury", nombre coloquial con el que se denomina al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Tras alcanzarlo, el pequeño laboratorio de campaña, un sofisticado robot llamado Philae, descendió en una arriesgada maniobra que terminó exitosamente en la superficie del cometa. Tras muchos análisis se enviaron más de 60 horas de datos que nos han permitido descubrir algunas cosas asombrosas sobre los astros errantes. Durante el pasado agosto, Philae, a caballo de Chury, pasó por el perihelio, el punto más cercano al sol. Y ese se supone que sería el fin de la información que enviaría la sonda. Pero, ¡un momento! Parece que a Philae todavía le quedan cosas que contar.
Philae todavía podría estar "viva"
Era una posibilidad que se contemplaba desde el principio. Pero la realidad ha superado las expectativas. El 13 de junio, esperando una ventana de comunicación nueva, Philae fue capaz de conectar de nuevo con la tierra y enviar un informe de estado. Inmediatamente, el equipo se dispuso a enviarle nuevas instrucciones a la sonda, la cual pudo completar algunas de las nuevas tareas previstas y enviar una buena cantidad de datos. El 9 de El 13 de junio, Philae volvió a ponerse en contacto con la tierra hasta el 9 de juliojulio, al fin, Philae volvió al silencio debido a la posición de su órbita. Sin embargo, su estado parecía mejor de lo que se esperaba. Los últimos datos indican que la temperatura del núcleo y los paneles funcionan perfectamente.
Debido a su trasiego, Rosetta, que hace de antena para Philae, se alejó lo suficiente como para no estar al alcance de las señales de radio. Sin embargo, parece que esto podría solucionarse en breve. Y es que a lo largo de esta semana, según los cálculos, se abrirá otra ventana de contacto. Una oportunidad breve y más bien escasa pero que permitiría volver a comunicarse con Philae. Los expertos, aunque un tanto escépticos, indican que incluso podríamos tratar de terminar el taladro que Philae no consiguió realizar al llegar a Chury. Si recordáis, al aterrizar, Philae rebotó varias veces y se quedó en una posición comprometida y con los arpones estropeados.
Philae momentos después de desprenderse de Rosetta
Se decidió no usar el taladro para evitar que la fuerza del mismo lanzase a Philae despedida por el aire. Pero ahora se está pensando una manera de hacerlo. Total, Philae ya ha dado de sí mucho más de lo que se esperaba. Ahora, teniendo en cuenta el poco tiempo que estará activa la ventana de comunicación, el equipo está preparando y adaptando los protocolos de investigación. En el mejor de los casos, Philae dispondrá de entre cuatro y ocho semanas de energía. Si la comunicación es correcta, es mucho tiempo para seguir investigando sobre el origen de la vida. Los astrónomos tampoco se hacen muchas ilusiones y es que nadie sabe realmente, a estas alturas, el estado de la sonda. Pero, como ya hemos dicho, Philae ya nos ha brindado una cantidad ingente y muy interesante de información.
Los logros de una sonda
Y ¿qué ha conseguido Philae durante todo este tiempo? Los últimos logros de la sonda no son moco de pavo. Gracias a la misión Rosetta hemos conseguido confirmar una de las hipótesis más importantes sobre el origen de la vida: los cometas transportan los materiales necesarios y precursores de las estructuras orgánicas básicas. Esto alimenta le hipótesis de la panspermia, que explica que probablemente la vida se originó como consecuencia de un aporte externo a nuestro planeta. Que bien podría haber sido transportado por un cometa como Chury. Por otro lado, otros de los logros de Philae es concretar el ciclo de "agua" y hielo que ocurre en la superficie del cometa. Gracias a Philae también conseguimos averiguar cómo Chury consiguió su forma. Recordemos que los cometas como el 67P son auténticas reliquias espaciales, que tienen casi la misma edad que nuestro sistema solar y no han cambiado casi nada desde su creación.
Recorrido de Philae en el 67P
De esta manera, podemos usarlos para estudiar el origen de todo. Pero tal vez, uno de los mayores hallazgos de Philae haya sido oxígeno en la superficie del cometa. El oxígeno molecular es una sustancia muy, muy, muy reactiva, y tiene tendencia a unirse a otros átomos a la mínima de cambio. Por ello, encontrar gas oxígeno en Chury, lo que indica que el oxígeno se incorporó con casi total seguridad al comienzo de su vida, es toda una sorpresa. De hecho, probablemente esta cuestión haga replantearnos algunas hipótesis sobre lo que conocemos de química astronómica u otras materias. En cualquier caso, esperamos (y estaremos atentos) a lo que Philae pueda contarnos en las semanas siguientes. Quién sabe, tal vez esta pequeña sonda, perdida en mitad del espacio, todavía guarde alguna que otra sorpresa más.
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