A día de hoy, StarCraft es uno de los mayores pilares que existen dentro del género de la estrategia en tiempo real. Desde que comenzó a dar sus primeros pasos se ha ganado el corazón de millones de jugadores a nivel mundial, siendo un gran referente en los títulos de este tipo. Pero lo que no muchos saben es que, antes de ser una de las grandes leyendas de los videojuegos, fue víctima de un burdo engaño que lo cambió absolutamente todo.
A mediados de la década de los 90, Blizzard mostró al público una versión muy temprana de StarCraft en eventos de gran prestigio, como el E3 y el CES. Si bien la compañía lo presentó creyendo que contaba con un producto asombroso, la reacción supuso un jarro de agua fría porque muchos lo tacharon como un "Warcraft en el espacio". Además, los trabajos de la competencia le estaban pasando la mano por la cara en cuanto a mecánicas y otros aspectos.
Uno de esos casos fue el de Dominion: Storm Over Gift 3, un RTS que estaba siendo desarrollado por el estudio Ion Storm y que dejaba en pañales a cualquier cosa que se vio en StarCraft. Por lo tanto, alarmada por la comparación tan dolorosa, Blizzard decidió actuar de inmediato, retrasar el lanzamiento de su trabajo y rehacerlo desde cero con tal de crear algo único e inolvidable.
Desde luego, cumplió con su objetivo cuando StarCraft salió a la venta en 1998 y recibió una gran cantidad de elogios y críticas muy positivas. Lo más sorprendente de todo fue el giro de guion que se produjo más adelante. Unos años más tarde, en 2001, unos antiguos empleados de Ion Storm se unieron a las filas de Blizzard después de que su compañía cerrara las puertas, y fue entonces cuando estos fichajes sacaron a relucir una verdad demasiado dolorosa.
Esto se debe a que confesaron que la demostración de Dominion era en realidad un tráiler prerrenderizado y que los jugadores que aparecían disfrutando de él no eran más que actores. Dicho de otra forma, la competencia fingió que su juego era alucinante para impresionar a los usuarios, y desde luego le salió redonda la jugada. Blizzard, sin tener ni idea del asunto, se sintió muy inferior por culpa de un engaño perfectamente orquestado.
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Aun así, a los creadores de StarCraft les vino de maravilla esta lección y la enorme herida que les dejaron para rehacer una de sus mayores obras maestras con un diseño de razas exclusivo, una magnífica trama y una jugabilidad que sigue siendo sobresaliente después de 27 años. Eso no quita que naciera gracias a un farol que, probablemente, sus responsables siguen sin olvidar después de tres décadas.
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La noticia Un brutal engaño provocó el retraso y el resurgir de StarCraft como una de las mayores obras de Blizzard fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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