Tras los problemas de HTC en los dos últimos años en el sector del móvil, la compañía liderada por Cher Wang ve en la realidad virtual una oportunidad de negocio "más realista."
HTC abrirá las reservas de su kit de realidad virtual HTC Vive el 29 de febrero como confirmó la consejera delegada de la empresa.
Su puesta a la venta sigue prevista para abril, un poco más tarde de la llegada de los primeros pedidos en marzo de los kit Oculus Rift de Facebook. Un lanzamiento que desató polémica debido a su alto precio de $599 comparado a las primeras unidades para desarrolladores a $350.
Un precio justificado, y que según su fundador Palmer Luckey es una "ganga" debido al costo de los paneles OLED y la óptica del kit. Presumiblemente, son vendidos a precio de coste y, aún así, la percepción de valor/precio no es muy atractiva todavía para la mayoría de los consumidores.
Oculus y HTC/Steam tienen en mente crear la mejor experiencia posible para que los consumidores se interesen por la tecnología y que, en un futuro, la adopten.
Creer que el futuro de HTC pasa por el smartphone es irrealista
Cher Wang también habló sobre el futuro de la compañía en entredicho estos últimos años. El futuro de HTC estará más centrado en la realidad virtual y más alejado del sector móvil. Es, según Wang, una dirección "más realista." Y no dudó en aclarar la situación con respecto a su negocio en el hardware móvil:
Sí, los smartphones son importantes, pero crear extensiones naturales a otros dispositivos conectados como los wearables o la realidad virtual lo es más
HTC presentó recientemente la segunda generación de su kit, Vive Pre, en el CES 2016 con un cambio significativo en diseño al que pudimos probar hace meses.
El nuevo Vive Pre es más cómodo, más pequeño, tiene una cinta de sujeción mejor y ya no es tan incómodo para las personas que llevan gafas. Incorpora una cámara frontal que permitirá ver el mundo real sin quitarte el casco para evitar el engorroso proceso de quitar y poner el casco en tu cabeza.
La actual máxima responsable de la compañía compartió su entusiasmo sobre la nueva vía de negocio: "la gente lleva hablando sobre la realidad virtual desde hace 20 o 30 años en las películas y los libros y, por fin, es real," dijo. "La realidad virtual lleva ocupando nuestras mentes desde hace mucho tiempo, ahora HTC hará esta realidad virtual real."
Ese entusiasmo está enfrentado a una dura realidad: existen, al menos, dos compañías mucho más grandes que HTC invirtiendo y desarrollando realidad virtual: Oculus, subsidiaria de Facebook, y Sony. Además, HTC está apostando, y virando el rumbo, hacía un segmento que acaba de nacer, del cual todavía nadie sabe qué éxito logrará ni qué porcentaje de usuarios estará interesado de verdad en dar el salto a esta otra realidad.
Pero... ¿le queda tiempo a HTC para este tipo de apuestas?
Es la pregunta del millón para la taiwanesa. Fundada a finales de los 90s, HTC fue uno de los principales responsables de la revolución móvil, pionera en la realización de los primeros ordenadores que cabían en la mano y los smartphones con pantalla táctil como las Palm.
Su andadura en la fabricación de dispositivos móviles tras la presentación del iPhone original es digna de mención, siendo el líder indiscutible en la innovación y el desarrollo de los primeros teléfonos Android. Sistema operativo que, hoy en día, es usado por más de 1.400 millones de personas en todo el mundo.
Hoy HTC es una sombra de las glorias pasadas, una avioneta en caída libre debido al fiasco en los últimos años de su división móvil. Y el problema no es necesariamente de la propia HTC, el problema es la competencia. Algo de lo que Cher Wang es consciente:
Creo que el problema es la competencia que existe hoy en día. Apple, Xiaomi y resto de compañías pueden invertir grandes sumas en comunicación y publicidad, entran al mercado con una gran ventaja. Además hay demasiados fabricantes chinos que pueden competir."
Sus palabras resumen el problema del mercados de smartphones: todos los fabricantes — obviando a Apple, que juega en su propia liga — están auspiciados por un sistema operativo común, Android, y chips comunes — los de Qualcomm — esto deriva, como hemos visto en los últimos tres o cuatro años en una competencia a precio. Algo que perjudicó severamente a muchas empresas como Sony o HTC.
HTC Hero, de cuando HTC era referente.
Cuando la innovación era lo más preciado, en los primeros años de la era smartphone, HTC disfrutaba de una significativa cuota de mercado del 10%. Hoy del 1%. Su gráfica de ingresos es el cuadro que mejor representa el drama que vive la compañía, hoy en busca de nuevas vías de negocio donde se pueda premiar con márgenes saludables el desarrollo y el ser pionero.
La realidad virtual parece la nueva vía de negocio perfecta para HTC, un campo de unos pocos donde replicar los avances en diseño e implementación de ópticas y casco es todavía muy complejo para los fabricantes que quieran competir a precio. Más aún si tu aliado es Valve, empresa de videojuegos que cuenta con la mayor plataforma de juegos digitales del mercado para PC.
Dos empresas pioneras en diferentes ámbitos, que estrechan lazos para interpretar qué es el futuro de los videojuegos y de sus caminos de negocio. Pero la realidad virtual es muy cara y el público objetivo es muy reducido. Apenas un 1% del mercado de PC que, de por sí, sigue cayendo y que tiene como último salvador los eSports: un segmento alejado de la realidad virtual.
HTC no tiene más remedio que apostar por la realidad virtual, pero hemos de ser conscientes de lo arriesgado del movimiento y del nulo impacto en resultados financieros de la compañía en los próximos trimestres. Los ingresos no llegarán este año ni el que viene. Si llegan, será durante la próxima década y el reloj sigue haciendo "tick-tack" mientras los inversores esperan respuestas ya y HTC sigue gastando dinero de su caja.
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