Si querías jugar en la férrea guerra de los 16 bits, tener los juegos de Konami no era opcional: sagas como Castlevania, Contra o los juegos de las Tortugas Ninja fascinaron a generaciones enteras. Y pese a que hubo juegos compartidos entre los diferentes sistemas, el gran hito era cómo se repartían exclusividades entre consolas diferentes dentro de la misma franquicia. Una declaración de intenciones que, por cierto, ya estaba presente desde la aparición de su logo.
La imagen de marca de la compañía estaba presente desde que veías las cajas en las estanterías: durante los ochenta y noventa, Konami consolidó su imagen con el famoso logotipo de las "bandas" diagonales, esas cintas naranjas y rojas que acompañaban la palabra KONAMI en gris. Sin embargo, también dejó una sutil huella en la memoria visual de los jugadores con un detalle deliciosamente sutil: la animación de entrada estaba personalizada según la plataforma.
¿Qué se ganaba con esto? Dejar claro que cada consola tenía su propio "sello" visual, reforzando la sensación de que el juego estaba hecho a medida para ese sistema. De este modo nos encontramos que:
- En la Super Nintendo el logo aparecía acompañado de un haz de luz púrpura, como Contra III: The Alien Wars
- Mientras que en la Mega Drive/Genesis se desplegaba con un láser verde, como en Castlevania: The New Generation.
- Finalmente, en PC Engine/TurboGrafx-16, el efecto era azul. Lo cual se puede ver en Gradius II.
En Vida Extra
No era CGI, pero lo que hacía la serie de Superman de los 40 para mostrarlo volando parecía brujería
Este detalle podría parecer menor, pero no era casual: en un contexto donde la guerra de consolas estaba en pleno auge, Konami buscaba integrarse en la estética y el lenguaje de cada máquina, transmitiendo al mismo tiempo cercanía con los jugadores y respeto por la plataforma desde el primer segundo.
En una época sin actualizaciones digitales (ni crossplay), cada consola era un universo cerrado, y el logo funcionaba como un puente entre la empresa y el jugador. Y mientras otras compañías mantenían logos estáticos, Konami entendió que la marca podía dialogar con el hardware de un modo sutil. Un gesto de diseño que hoy se percibe como un guiño nostálgico, pero que entonces reforzaba la competitividad y la fidelidad.
Los tiempos cambian, y del mismo modo en que ahora se busca que los juegos salgan en todos los sistemas y luzcan exactamente igual, la compañía simplificó su identidad visual. En 2003 desaparecieron las "bandas" de Konami y se adoptó un diseño más minimalista. Ahora bien, quienes vivimos la época seguimos asociando la marca aquel logo. Una carta de bienvenida que, además, era parte del ritual de encender la consola. El paso previo a sumergirse en mundos fantásticos... O retomar las pachangas del ISS Pro con amigos.
En VidaExtra | Los accesorios más locos de NES y Famicom: del muñeco hinchable de Konami al lector de cartas de Dragon Ball Z
En VidaExtra | Ultra Games, o cómo Konami lanzó más juegos en NES de los que le permitía la propia Nintendo
-
La noticia Un logo secreto y a la carta: así adaptó Konami su identidad a SNES, Mega Drive o PC Engine fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
Continúar leyendo...