
Tras el bloqueo que Estados Unidos le implantó a Huawei, diversas compañías han estado en la búsqueda de recursos para verificar si pueden seguir llevando a cabo sus acciones normalmente con la firma china sin que tengan problema alguno con el gobierno de Trump. ARM es una de estas.
HiSilicon es la filial de semiconductores de Huawei que produce los chipsets Kirin de sus teléfonos móviles -y los de Honor también. ARM ha confirmado que esta compañía está autorizada para usar sus arquitecturas ARM v8-A y V9 ya que son de origen británico.
Si bien ARM es una empresa multinacional británica, hace unos meses había revelado que algunas de sus tecnologías eran de “origen estadounidense”. Esta noticia fue un gran golpe para la empresa, ya que depende en gran medida de los diseños de CPU y GPU de ARM para su línea Kirin SoC que alimenta sus teléfonos inteligentes. Sin embargo, después de meses de cuidadoso análisis, ARM finalmente ha determinado que puede continuar su negocio con Huawei. (Entérate: Huawei supera su récord de ventas a dos meses de terminar el año)

Lo que también es interesante es el hecho de que también se confirma que la arquitectura v9 de ARM es de origen británico, lo que significa que los procesadores Kirin de próxima generación de Huawei tienen autorización para usar esta tecnología.
“Los v8 y v9 de ARM son tecnologías de origen británico”, dijo una portavoz de ARM a Reuters por correo electrónico el viernes. “ARM puede brindar soporte a HiSilicon para la arquitectura ARM v8-A, así como para la próxima generación de esa arquitectura, luego de una revisión exhaustiva de ambas arquitecturas, que se determinó que son de origen en el Reino Unido”.
Esto aclara más aún el camino de Huawei para el futuro. Queda en evidencia cómo la firma china esquiva las sanciones de EE. UU. y, a la vez, cómo las compañías que tienen o han tenido contratos con esta buscan la manera de seguir ejerciendo acuerdos con la misma.
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