Hemos probado el bq Aquaris M5. Uno de los mejores gama media en la actualidad. Su único pero, el diseño. Pros: rendimiento, pantalla, autonomía.
La historia de bq continúa siendo ascendente. Tras los Aquaris E de 2014, este año comenzó con los Aquaris M en el Mobile World Congress. Y ahora que por fin han llegado al mercado tras una ligera espera hemos podido probarlos para dejaros algunas impresiones. Empezamos por lo menos importante, las especificaciones:
- Procesador: Snapdragon 615 a 1.5 GHz
- RAM: 2 GB / 3 GB
- Pantalla: IPS 5" Full HD 440p
- Cámara: 13 MP
- Cámara secundaria: 5 MP
- Batería: 3.120 mAh
- Conectividad: WiFi b/g/n, LTE, Bluetooth 4.0, NFC, dual SIM
- Almacenamiento: 16 GB + slot microSD
- Dimensiones: 143 x 69.4 x 8.4 milímetros
- Peso: 144 gramos
Y ahora pasamos a lo importante: ¿qué tal es la experiencia con él?
- Diseño. El M5 es de policarbonato. Puede recordar al Nexus 6 en el tacto, pero hay una diferencia notable: no se llena de huellas. Hay un salto de calidad. Por otro lado, tiene formas puramente rectangulares, con los bordes bastante pronunciados, que junto a un grosor de 8.4 mm hace que parezca un smartphone algo tosco, con un diseño con bastantes compromisos. Posiblemente sea uno de los últimos dispositivos de bq sin un diseño más fino y estabilizado. Esto es parte del proceso de un fabricante tan joven y con tan pocos recursos frente a fabricantes establecidos.
- Pantalla. Con 5 pulgadas y resolución 1080p, llega a los 440 ppp de densidad que estableció la gama alta en 2013. Como buen panel IPS peca de no mostrar el negro de manera fiel, sino que tiende a un gris oscuro que nunca termina de "apagarse". Por lo demás es una pantalla impropia de un terminal de 259 euros. Hasta hace poco, paneles así sólo se veían en modelos de gama alta. Reproduce el color de una forma fiel y rica en contraste y saturación, sin excederse. El brillo máximo permite poder usarlo bajo la luz solar directa de forma bastante aceptable. La protección no llega mediante el habitual GorillaGlass, sino mediante la tecnología Dragontail, y la tecnología Quantum Color+ es la responsable de la amplitud de colores.
Rendimiento. bq hace dos cosas bien: actuar con humildad y moderación, y dejar Android bastante limpio. Más o menos como Motorola, que sólo añade funciones realmente útiles y nada intrusivas. Por ejemplo, el centro de notificaciones es personalizable con los accesos directos que deseemos. Otra: con el teléfono bloqueado podemos acceder a cuatro contactos a los que llamar en caso de emergencia. Genial por si tenemos un accidente o perdemos el teléfono. Aparte de eso, el mejor trabajo de bq en este aspecto ha sido con el rendimiento y la fluidez. Una más: se puede programar el apagado y encendido del terminal, idóneo para las noches. El aprovechamiento del Snapdragon 615 ha traído características que sólo veíamos en la gama alta de 2013 o 2014 a la gama media de 2015, y este es el mejor ejemplo. En ocasiones, con procesos exigentes, se evidencia la diferencia respecto a un gama alta, pero nadie que compre un M5 debería quedar decepcionado por el rendimiento.
Batería. 6 horas de pantalla encendida y una llegada sobrada a la noche tras todo el día encendido y con un uso medio tirando a intensivo. Los 3.120 mAh y la escasa carga de procesos de un Lollipop prácticamente inmaculado, junto a un procesador que optimiza tan bien la autonomía como el Snapdragon 615, le dejan muy muy bien en cuanto a autonomía.
Por 259 euros, hay muy pocas opciones similares en el mercado. Habrá quien diga "para eso es mejor comprar un Moto G", pero la diferencia entre procesadores supone una brecha. Aparte, este M5 sí tiene LTE. Y su pantalla es sensiblemente mejor. El mayor "pero" del M5 es su diseño, poco estilizado y estético todavía en comparación con otros. Por lo demás es una muy buena opción que además demuestra la madurez de bq como fabricante: LTE, Snapdragon, pantalla IPS superior y un muy buen rendimiento al que acompaña una autonomía enorme.
Su rival más claro, quizás, sería el OnePlus One (o su inminente sucesor), con un handicap: el soporte técnico. bq opera en España, con la legislación española, y arregla los smartphone desde España. Que no es por temas patrióticos ni mucho menos, sino de cara a garantías y plazos. El bq Aquaris M5 me ha dejado con ganas de ver qué es lo próximo de lo que no hace tanto era un mero ensamblador y que en los últimos años se ha venido arriba. Y con razón.
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