Todos estamos acostumbrados al diseño del sistema operativo que utilizamos, y todos se parecen en mayor o menor medida. Ventanas, colores, sombras, tipografías... esos elementos construyen un entorno al que nos acostumbramos y en el que nos movemos con fluidez. Sin embargo, son construcciones arbitrarias y por lo tanto, antinaturales. ¿Y si hubiera un interfaz que transmitiera intuitivamente un conocimiento ya adquirido?

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