- Científicos descifran el genoma de 506 pacientes con leucemia linfática crónica en la revista Nature.
- Su trabajo ha permitido identificar una media de 3.000 mutaciones por paciente que diferencian a las células cancerosas de las sanas.
- Muchos de estos cambios en el ADN se acumulan en el "lado oscuro" del genoma, que no codifica proteínas.
¿Qué diferencia a una célula maligna de una célula sana? ¿Qué cambios tienen que ocurrir en el ADN para que se desarrolle el cáncer? Muchas de estas preguntas son contestadas ahora en un trabajo publicado en la revista Nature por científicos españoles de la Universidad de Oviedo y el Hospital Clínic de Barcelona. La investigación, que ha logrado descifrar el genoma de 506 pacientes con leucemia linfática crónica, desvela nuevas respuestas sobre el desarrollo de este tipo de tumores.La leucemia linfática crónica es el tipo de leucemia más frecuente
La leucemia linfática crónica es una enfermedad en la que los linfocitos (un tipo de glóbulos blancos) comienzan a proliferar de forma descontrolada en la sangre, la médula ósea, el bazo o los ganglios linfáticos. En España más de mil nuevos pacientes son diagnosticados cada año. Las cifras convierten a esta enfermedad en el tipo de leucemia más frecuente, ya que según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), representa el 25-30% de los casos detectados.
La edad media en el momento del diagnóstico se sitúa en los 60 años, por lo que este tipo de cáncer es extremadamente infrecuente en niños. Además de estas características, la leucemia linfática crónica es muy variable en cuanto a su desarrollo. En algunos pacientes, la enfermedad presenta un tiempo largo de evolución, mientras que en otros la mediana de supervivencia ronda los 5-8 años. Las diferencias se deben a las mutaciones genéticas que presentan los afectados, por lo que resulta primordial conocer qué cambios en el ADN diferencian a este tipo de células cancerosas de las células sanas.
Más luz sobre el "lado oscuro" del genoma
Con ese objetivo, hace siete años se puso en marcha la mayor iniciativa internacional para descifrar el genoma del cáncer, conocida como International Cancer Genome Consortium (ICGC). La finalidad era determinar en al menos 500 pacientes los cambios genéticos relacionados con los cincuenta tipos de cáncer más frecuentes. Como explica Xose S. Puente, "en la actualidad hay 77 proyectos de investigación, pues también se están secuenciando los cambios en el ADN de tumores menos frecuentes, como ocurre en el cáncer infantil, donde se estudian alrededor de 100 pacientes". En el caso de España, el consorcio liderado por el Dr. Carlos Otín y el Dr. Elías Campo se propuso secuenciar el genoma de 506 pacientes afectados por leucemia linfática crónica.Existen 60 genes implicados en el desarrollo de este tipo de leucemias
Los resultados han sido publicados ahora en la revista Nature, lo que ha convertido al consorcio español en el primer grupo del ICGC en completar el estudio de más de 500 pacientes. El trabajo, en el que han colaborado más de sesenta científicos de diversas instituciones españolas, ha determinado 12 nuevos genes -hasta ahora desconocidos- implicados en el desarrollo de la leucemia linfática crónica. Fuentes de la Universidad de Oviedo indican que esta cifra elevaría hasta sesenta los genes relacionados con la aparición de este tipo de tumores.
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Pero lo más sorprendente de este trabajo no es sólo la cantidad de genes implicados en el desarrollo de la leucemia linfática crónica. Como apunta el Dr. Carlos López Otín, "el hallazgo más relevante ha sido la identificación de mutaciones en zonas del genoma que no codifican proteínas".Uno de cada cinco tumores surge por mutaciones en el "lado oscuro" del genoma
Estas regiones, también conocidas como el "lado oscuro" del genoma, representan el 98% del total de nuestra información genética. Aunque hace años estas zonas fueron popularmente conocidas como "ADN basura", la publicación del proyecto ENCODE logró arrojar más luz sobre su funcionalidad bioquímica.
Gracias a la investigación del consorcio español, hoy sabemos que mutaciones genéticas en estas regiones también podrían estar implicadas en el desarrollo del cáncer. Según explica Xose S. Puente a Hipertextual, el trabajo ha logrado "demostrar que uno de cada cinco tumores surge por mutaciones en estas regiones oscuras del genoma". Como apunta el científico, "ésta es la segunda vez que se identifican mutaciones en el "lado oscuro" del genoma que causen cáncer". Hace sólo dos años se determinó el primer cambio en el ADN en una región no codificante que estaba relacionado con el melanoma. El científico de la Universidad de Oviedo resalta que "la percepción del cáncer está cambiando, pues es una enfermedad mucho más heterogénea de lo que se pensaba hasta el momento".
La secuenciación del ADN, clave
Como también explican desde la Fundación Científica de la AECC, la investigación es lo único que logrará vencer el cáncer. Este estudio destaca también la importancia de la secuenciación, una tecnología clave para determinar los cambios en el ADN que provocan la aparición de tumores malignos. En ese sentido, el artículo en Nature ha desvelado una media de 3.000 mutaciones por paciente que diferencian a las células cancerosas de las sanas. La mayoría de estos cambios, de acuerdo a Puente, "caen en regiones no codificantes del genoma".Las células cancerosas pueden acumular una media de tres mil mutaciones en comparación con las células sanas del mismo paciente
¿Qué significan estos resultados? Hasta el momento, la gran parte de los tumores se trataban en función del lugar donde aparecieran. Según Puente, el cambio de enfoque en medicina será completamente diferente en los próximos años. "Comenzaremos a clasificar a los pacientes en función de su perfil genético, lo que nos permitirá mejorar y personalizar los tratamientos", comenta a Hipertextual.
Conocer qué cambios de ADN se producen en cada tumor nos ayudará también a anticipar el pronóstico de los pacientes oncológicos. Según el estudio, aquellas personas afectadas por mutaciones en el "lado oscuro" del genoma también estarían correlacionadas con un peor pronóstico de la enfermedad. "Clasificar a los pacientes en función de su perfil de ADN mejorará las terapias, ya que podremos tratar más eficazmente tumores que se parezcan genéticamente entre sí, en lugar de abordarlos únicamente en función del lugar de aparición", señala Puente.
Los resultados de los científicos españoles abren un nuevo capítulo en la investigación contra el cáncer. Cuando se publiquen los resultados de los otros 76 grupos del International Cancer Genome Consortium podremos conocer qué mutaciones juegan un papel relevante en la aparición de tumores malignos, e impulsar así el desarrollo de la medicina personalizada. La batalla contra el cáncer continúa, pero gracias a la secuenciación del ADN, contamos con armas cada vez más precisas para vencerlo.
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