Noticia V-Rally, el juego que me hizo amar los coches voladores

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El pasado mes de marzo, Bigben Games nos sorprendía anunciando el regreso de 'V-Rally' por medio de 'V-Rally 4', ¡16 años después de la última entrega!

La obra iniciada por Infogrames siempre estuvo a la sombra de los 'Colin McRae' de Codemasters, pero a mí me gustaron ambas propuestas. Además, recuerdo de modo curioso el primer 'V-Rally' por una serie de fallos con el sistema de colisiones, que propiciaba que los coches volasen. Sí, por aquel entonces, prefería pensar que esa V era por "volar", más que por ser un "rally virtual".

V-Rally, todo un clásico de 1997


'V-Rally' (o más bien 'V-Rally 97: Championship Edition', que así fue como se conoció en Europa) tuvo la suerte de salir un año antes que el clásico de Codemasters, lo que le dio cierta ventaja a la hora de asentarse.

El título del tristemente fallecido Colin gozó de un control más exquisito, pero el trabajo de Infogrames podía presumir de ofrecer un modo multijugador a pantalla partida para dos personas y el hecho de competir contra más vehículos, no simplemente contra el cronómetro, lo que a la larga divertía más.

Recuerdo que por aquella época se juntaron en un periodo de tiempo muy corto varios representantes más de los juegos de rallies, gustándome especialmente 'Rally Cross', sobre todo por esa pantalla partida para cuatro jugadores. Pero éste era mucho más arcade; aunque tampoco es que 'V-Rally' fuese el paradigma de la simulación, ni mucho menos: sus bólidos eran demasiado sensibles.

Eso propiciaba lo expuesto al inicio de la posibilidad de "volar" con ellos, a poco que rozásemos un lateral ligeramente elevado del circuito. Pero no como las competiciones reales de rally, donde sí es habitual ver saltos de varios metros tras una rampa sobre el trazado. Sin embargo lo de 'V-Rally' no era ni medio normal, porque en ciertas situaciones podíamos volar más de 10 metros perdiendo el control de una manera bastante loca. Un glitch habitual en las 3D.

El mítico Driver tampoco se quedó corto


'Driver' (Reflections, 1999) es otro juego de coche que no se libró de ese comportamiento irreal, y eso que gozó de un control más fluido y con una amortiguación de los bólidos bastante chula. Pero claro, ir a todo trapo con un muscle car por las empinadas calles de San Francisco, no era buena idea.

Lo gracioso es que podíamos sobrepasar algunos edificios de esa guisa, por lo exagerado que resultaba su sistema de físicas al estar la gravedad de vacaciones. Pero tampoco nos importaba, porque en aquella época nos parecía de lo más curioso que se pudiese "romper" un videojuego de esa manera, cuando se presuponía que las 3D nos iban a brindar experiencias más realistas.

Ni siquiera el todopoderoso 'Gran Turismo' se libró, siendo muy famosos los trompos kilométricos por el aire con determinados vehículos de gran calibre.

Ahora esto parece haber quedado relegado a acciones que no se supone que deberían ocurrir, provocando comportamientos violentos y explosivos en los vehículos, siendo disparados a velocidades de vértigo. El último caso que vi, fue con los camiones de 'Far Cry 5': desde acercarlos a un río para ver cómo se impulsan con violencia hacia arriba, hasta otros que provocan que nos caigamos, literalmente, del mapa. Es lo que tienen las 3D, que a veces son imprecedibles.

¿Y vosotros, qué otros casos curiosos recordáis de coches que vuelan?

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La noticia V-Rally, el juego que me hizo amar los coches voladores fue publicada originalmente en Vidaextra por Jarkendia .

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