Una de las formas más comunes a la hora de ofrecer información al jugador en un videojuego consiste en desperdigar por el escenario diversos registros de audio, los cuales nos permiten seguir la partida mientras escuchamos el testimonio de algún NPC. Esa idea surgió en el primer System Shock y hoy en día se trata de un estándar básico en el diseño de cualquier proyecto.
Sin embargo, su invención no fue tan sencilla como pudo parecer, tal y como ha reconocido el programador de Looking Glass Studios, Marc LeBlanc. El responsable del RPG futurista sentía que las charlas con los personajes podían llegar a ser frustrantes, así que decidieron dar una vuelta de tuerca.
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Así pues, fue Austin Grossman, diseñador de System Shock, a quien se le encendió la bombilla."Vamos a matar a todos en la estación, y que el jugador simplemente revise sus diarios", declaró en su momento el desarrollador, dando pie a una forma alternativa a las escenas cinemáticas, las entradas escritas en códices o los diálogos extensos para ofrecer información.
La idea fue tan buena que LeBlanc cree que sigue siendo un recurso narrativo de lo más acertado en la actualidad. "Creo que funciona porque, de una manera divertida, es amable con la autonomía del jugador. Al no ofrecer una opción, te permite habitar plenamente las elecciones que sí tienes", apunta LeBlanc.
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La noticia "Vamos a matar a todos": requirió una masacre, pero los registros de audio nacieron en System Shock para respetarnos fue publicada originalmente en Vida Extra por Juan Sanmartín .
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