Los niños pueden ser influenciados negativamente por Whatsapp
Muchos centros educativos comienzan a dar charlas a los padres para crear una conciencia común, en torno a la aplicación Whatsapp y a los problemas que puede acarrear dicho programa de mensajería para la enseñanza de sus hijos y las relaciones interpersonales de padres y profesores.
Whatsapp es una aplicación que a todos nos ha facilitado la vida a la hora de comunicarnos; hablar de los antiguos sms parece ya algo prehistórico. Sin embargo, es importante saber diferenciar los usos que se le pueden dar a este programa, y está claro que todavía muchos no lo hacen. ¿Os imagináis a vuestro médico mandando un resultado médico por Whatsapp? No, ¿verdad?.
Ahora la culpa es de los padres
Lo peor es que el mal uso del servicio de mensajería no proviene de unos adolescentes a los que podemos disculpar en cierta manera, sino de sus padres. Es paradójico, pero está sucediendo; los padres de los alumnos han decidido convertirse en las agendas de sus niños y crear grupos de Whatsapp donde todo se controla al milímetro, desde lo que ocurre con sus hijos en el patio del colegio, hasta incluso “conspirar” en cierta manera contra docentes u otros miembros del propio del grupo, por lo que hay que tener mucho cuidado con Whatsapp ya que puede jugarnos malas pasadas.
Las cosas se han salido de madre y los niños están perdiendo toda su autonomía e independencia. Lo que están consiguiendo con este comportamiento es que los jóvenes ya no se preocupen de recordar lo que tienen que hacer, puesto que ya tienen quién lo haga por ellos, y algún día puede que volverse independientes les resulte muy difícil o imposible, dado que ya no van a tener ahí a sus padres para ayudarlos en cada nuevo paso de su vida.
Un caso real
Un colegio, como el Salesiano San Ignacio de Cádiz, ha decido tomar medidas y ha comenzado a aconsejar a los padres para que utilicen otra manera de comunicarse o informarse; además ha prohibido a los profesores que mantengan contacto con los padres de los alumnos a través de Whatsapp.
Este grupo de Whatsapp es el campo de batalla donde se echa a los leones al profesor o al director del centro. Según declaraciones a Cadena Ser del sociólogo Francesc Núñez:
“Cuando uno hace un comentario, contando que tu hijo se ha caído en el colegio, tú lo haces desde tu contexto. Puedes estar tomando un café con otros padres o de camino al trabajo. Y en ese contexto, lo que escribes, tiene un significado determinado. Pero al mandarlo al grupo de WhatsApp, entra en un espacio público, tu mensaje puede ser copiado y reenviado a otros foros, y llega de forma inmediata a otros móviles, a otras personas que están en otros contextos y entonces, la información se lee de formas muy diferentes. Y eso da lugar a los malentendidos, las ofensas, el sentirte agredido, el pensar ¿pero qué dice este?, ¿que se ha pensado esta madre? O ¿qué se han creído los profesores?
¿Creéis que el uso desmedido de todas las opciones que la tecnología pone al alcance de nuestra mano, nos beneficia o por la contra nos daña en ciertos aspectos de la vida?
iPadizate, el mejor blog sobre los iPad de Apple.
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Muchos centros educativos comienzan a dar charlas a los padres para crear una conciencia común, en torno a la aplicación Whatsapp y a los problemas que puede acarrear dicho programa de mensajería para la enseñanza de sus hijos y las relaciones interpersonales de padres y profesores.
Whatsapp es una aplicación que a todos nos ha facilitado la vida a la hora de comunicarnos; hablar de los antiguos sms parece ya algo prehistórico. Sin embargo, es importante saber diferenciar los usos que se le pueden dar a este programa, y está claro que todavía muchos no lo hacen. ¿Os imagináis a vuestro médico mandando un resultado médico por Whatsapp? No, ¿verdad?.

Ahora la culpa es de los padres
Lo peor es que el mal uso del servicio de mensajería no proviene de unos adolescentes a los que podemos disculpar en cierta manera, sino de sus padres. Es paradójico, pero está sucediendo; los padres de los alumnos han decidido convertirse en las agendas de sus niños y crear grupos de Whatsapp donde todo se controla al milímetro, desde lo que ocurre con sus hijos en el patio del colegio, hasta incluso “conspirar” en cierta manera contra docentes u otros miembros del propio del grupo, por lo que hay que tener mucho cuidado con Whatsapp ya que puede jugarnos malas pasadas.

Las cosas se han salido de madre y los niños están perdiendo toda su autonomía e independencia. Lo que están consiguiendo con este comportamiento es que los jóvenes ya no se preocupen de recordar lo que tienen que hacer, puesto que ya tienen quién lo haga por ellos, y algún día puede que volverse independientes les resulte muy difícil o imposible, dado que ya no van a tener ahí a sus padres para ayudarlos en cada nuevo paso de su vida.
Un caso real
Un colegio, como el Salesiano San Ignacio de Cádiz, ha decido tomar medidas y ha comenzado a aconsejar a los padres para que utilicen otra manera de comunicarse o informarse; además ha prohibido a los profesores que mantengan contacto con los padres de los alumnos a través de Whatsapp.

Este grupo de Whatsapp es el campo de batalla donde se echa a los leones al profesor o al director del centro. Según declaraciones a Cadena Ser del sociólogo Francesc Núñez:
“Cuando uno hace un comentario, contando que tu hijo se ha caído en el colegio, tú lo haces desde tu contexto. Puedes estar tomando un café con otros padres o de camino al trabajo. Y en ese contexto, lo que escribes, tiene un significado determinado. Pero al mandarlo al grupo de WhatsApp, entra en un espacio público, tu mensaje puede ser copiado y reenviado a otros foros, y llega de forma inmediata a otros móviles, a otras personas que están en otros contextos y entonces, la información se lee de formas muy diferentes. Y eso da lugar a los malentendidos, las ofensas, el sentirte agredido, el pensar ¿pero qué dice este?, ¿que se ha pensado esta madre? O ¿qué se han creído los profesores?
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