Hay algo profundamente emocional en que Apple redefina su lenguaje de diseño. No hablamos de cambiar iconos o animaciones, sino de esa alquimia que quiere convertir una interfaz en una experiencia mucho más sensorial. Este año, la estrella fue Liquid Glass, un nuevo patrón de diseño de software que no solo busca verse bonito, quiere ser real y quiere dejarse sentir. Refleja y refracta como si fuera una superficie líquida tangible, y se adapta en tiempo real al contenido que lo rodea. Si visionOS ya nos había dado pistas, ahora es toda la familia de sistemas - iOS, iPadOS, macOS, watchOS y tvOS - la que habla el mismo idioma. Y el resultado es un sistema que parece vivo, como una evolución natural de aquel skeumorfismo que imitaba el mundo físico, pero ahora con alma digital propia, jugando con los materiales y sus transformaciones más allá de las barreras físicas.
El impacto es inmediato. En el iPhone, la hora en la pantalla de bloqueo flota y se adapta a la imagen de fondo. En el iPad, las ventanas se comportan de forma más intuitiva y fluida. Y en el Mac, la barra de menús es ahora completamente transparente, ampliando la sensación de espacio. Son detalles, pero son los que definen una experiencia que ya no se limita a lo que ves, sino a lo que sientes al interactuar. Es el tipo de diseño que no se explica fácilmente en una keynote, pero que enamora en el día a día, como cuando tocamos por primera vez la interfaz del iPhone original en 2007. Aquellos WOW.
Este nuevo enfoque es, quizás, el mayor rediseño de software de Apple en una década. Alan Dye lo dijo con claridad: han repensado cada elemento desde su esencia. Y eso se nota, Apple no está cambiando el sistema porque sí, sino que lo está preparando para algo más grande. Este Liquid Glass es el primer paso hacia la computación emocional, donde lo digital no solo responde, sino que anticipa, inspira y acompaña. Es la puerta a algo nuevo que aún no conocemos del todo, y quiere hacerse sentir.
Apple Intelligence mira hacia adelante buscando ser el ADN del futuro
Esta fue la parte de la presentación donde quizás en Apple se mostraron más vulnerables. La forma de presentar el avance de Federighi en este campo es lo más parecido a una disculpa pública que veremos por parte de la compañía por no cumplir las promesas del año pasado y mostrar un mapa de ruta a corto / medio plazo que pasa por la integración de modelos de lenguaje locales y una apertura a que las apps la integren sin fricción. Quizás me faltó conocer algo más de los planes de cómo Siri encajará con todo esto, pero entiendo la cautela de Apple por explicar algo que probablemente aún tenga alguna iteración más.
Las funciones que llegan nos bajan Apple Intelligence al plano de la practicidad. En macOS, Spotlight se convierte en algo mucho más que un buscador: es un centro de acción inteligente que te sugiere tareas y se adelanta a tus necesidades. En el iPad, las nuevas acciones en Atajos y herramientas como Live Translation o Genmoji amplían las capacidades creativas. Y en el iPhone, la experiencia en Mensajes y Teléfono gana un nuevo nivel de relevancia con respuestas proactivas y organización automatizada.
Durante los próximos meses, esta inteligencia se expandirá aún más con funciones que ya se están perfilando en la documentación. Una de ellas es “Smart Reply Pro”, una evolución de las respuestas rápidas que no solo propone frases, sino que interpreta tono, intención y contexto del hilo de conversación. También llegará “Image Playground+”, una versión más potente del generador de imágenes que permitirá integrar estilos personales a partir de nuestras fotos y preferencias artísticas, ideal para presentaciones, redes sociales o simplemente para crear. Y en la app Archivos, se habla ya de “Buscador Inteligente”, una función que no busca solo por nombre, sino por concepto, contenido semántico y relación entre documentos.
Además, Apple está preparando la integración de Apple Intelligence en el ecosistema de servicios, empezando por Apple Music y CarPlay. En el primero, se espera que el sistema aprenda no solo nuestros gustos, sino los momentos en los que escuchamos música y nos proponga listas basadas en nuestra actividad o estado emocional. En CarPlay, las sugerencias inteligentes permitirán gestionar itinerarios, reproducir contenidos según la hora o incluso predecir cambios en rutas habituales. Todo esto se irá desplegando de forma progresiva, como ya es costumbre, pero deja claro que Apple no solo quiere una IA útil: quiere una IA humana, sutil y profundamente integrada.
visionOS y el futuro que se vive en presente
La evolución de visionOS 26 ha sido uno de los puntos más emocionantes de esta WWDC25 sin ninguna duda. La llegada de widgets espaciales que se anclan a tu habitación, de escenas generadas por IA que convierten tus fotos en paisajes tridimensionales, o de Personas Digitales más realistas, son pasos enormes hacia una informática emocional, sensorial - que coincide plenamente con lo que hemos visto en el resto de plataformas.
Es fascinante cómo todo esto encaja con la filosofía de Apple desde la presentación de Apple Vision Pro. Una plataforma que parecía lejana, como si habláramos de un “proyecto futuro”, se convierte poco a poco en un entorno cotidiano. Ya no se trata de realidad aumentada como concepto abstracto, sino de una forma más humana de interactuar.
visionOS 26 convierte Apple Vision Pro en una experiencia cotidiana, con widgets espaciales y una interacción más humana entre lo físico y lo digital
Desde ver tus widgets flotando al entrar a una habitación como parte de la decoración, hasta compartir una experiencia espacial con otra persona en la misma estancia, visionOS 26 transforma el Apple Vision Pro en algo casi tan natural como abrir una app en el iPhone - pero llevada al mundo real. Los anclajes de esta nuevas ventanas espaciales juegan de nuevo con la mezcla intencionada de emborronar la distancia entre lo físico y lo digital, presentando objetos que por fin podremos anclar en la realidad. También es la base del patrón de diseño de Liquid Glass y visionOS 26 promete aprovechar esta cercanía entre mundos para potenciarla más que nunca.
El ecosistema de Apple se convierte en un único organismo
Este año, la WWDC25 no se ha sentido como una colección de actualizaciones individuales. Se ha sentido como una unificación. Como si por fin todas las piezas estuvieran en su sitio y Apple hubiera ensamblado el gran puzzle que llevaba años preparando. La interfaz común gracias a Liquid Glass, la inteligencia distribuida de Apple Intelligence, la coherencia entre plataformas… todo apunta a que estamos entrando en una nueva etapa. Probablemente una donde el dispositivo es lo de menos, y la experiencia lo es todo.
Con watchOS 26, por ejemplo, también se hereda este nuevo lenguaje visual y lo convierte en algo más natural y orgánico en la muñeca. Los nuevos gestos, las notificaciones más expresivas, las mejoras en la app de Entreno con sugerencias musicales… todo se alinea con esa idea de un sistema que te entiende, que te acompaña sin ser intrusivo. Lo mismo ocurre con iPadOS 26, que afina el sistema de ventanas como nunca antes y lo convierte en lo más próximo a un Mac que hemos visto nunca - pero sin renunciar a la fundación de la interacción táctil que vimos desde el nacimiento del iPad en 2010. O macOS Tahoe, que se convierte en una auténtica herramienta de productividad inteligente, con una Spotlight que ya no busca: encuentra y actúa.
La WWDC25 marca una etapa de unificación y madurez en Apple, centrada en la integración total entre plataformas, con un diseño coherente, funciones inteligentes y sin necesidad de nuevos dispositivos para mostrar solidez y visión de futuro.
Y quizás ese sea el mensaje de esta WWDC25. Apple no ha venido a sorprendernos con un dispositivo nuevo. La sensación que queda tras la presentación no es tanto de sorpresa como de solidez. Apple ha consolidado sus plataformas con mejoras concretas y útiles, reforzando su propuesta de valor sin necesidad de romper esquemas. Es una actualización que prepara el terreno para lo que vendrá (con algunos deberes pendientes de Apple Intelligence aún), pero que al mismo tiempo ofrece mucho en el presente.
No estamos ante un giro drástico, sino ante un paso firme, bien medido (esta WWDC me recuerda a conferencias antiguas, muy asentadas y bajadas al detalle), que sigue ampliando la distancia entre Apple y el resto del mercado en cuanto a integración, diseño y experiencia de usuario jugando en su mejor terreno: la combinación de hardware y software propio potenciados entre sí.
En Applesfera | Resumen WWDC25: iOS 26, macOS Tahoe y el resto de novedades que ha presentado Apple
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La noticia WWDC25: Apple redefine su ecosistema con diseño unificado, más integración y mejoras prácticas en todas sus plataformas fue publicada originalmente en Applesfera por Pedro Aznar .
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