Las tablets baratas ya no son ese campo de minas en el que era fácil meter la pata. Hoy, con dispositivos como la Xiaomi Redmi Pad 2, es posible gastar menos de 200 euros y seguir teniendo una experiencia muy digna para estudiar, trabajar ligero o tirarse en el sofá a ver series. No es perfecta, pero juega muy fuerte en lo que más le importa al usuario medio: pantalla, batería y sonido.
Tras recopilar y cruzar la información de los análisis más completos, la sensación general es clara: la Redmi Pad 2 es una tablet de gama de entrada muy equilibrada, con detalles de producto más caro y algunos recortes lógicos para mantener el precio a raya. Si buscas una tablet para multimedia, clases online, navegación y algo de juego ocasional, lo tiene casi todo para convertirse en la típica compra maestra.
Ficha técnica y versiones disponibles de la Redmi Pad 2
La Xiaomi Redmi Pad 2 se mueve en esa barrera psicológica de los 200 euros, pero suele encontrarse con ofertas que la dejan bastante más barata, incluso en torno a los 90-100 euros en promociones muy agresivas. Xiaomi la vende en varias configuraciones de memoria y distintos mercados ofrecen ligeras variantes.
- Procesador: MediaTek Helio G100 Ultra (8 núcleos, 2x A76 a 2,2 GHz + 6x A55 a 2,0 GHz, GPU Mali-G57 MC2)
- Pantalla: panel IPS LCD de 11 pulgadas, resolución 2.5K (2560 x 1600), 16:10, hasta 90 Hz, unos 274 ppp, brillo en torno a 500-600 nits
- Memoria RAM: 4 GB, 6 GB u 8 GB según versión
- Almacenamiento: 128 GB o 256 GB, ampliable con microSD hasta 2 TB
- Batería: 9.000 mAh, carga por cable de 18 W (USB-C, estándar USB 2.0)
- Audio: cuatro altavoces estéreo, Dolby Atmos, Hi-Res
- Cámaras: trasera de 8 MP (1080p), frontal de 5 MP para videollamadas
- Conectividad: WiFi 5, Bluetooth 5.3, versiones con 4G en algunos mercados, conector de auriculares de 3,5 mm
- Biometría: sin lector de huellas, desbloqueo facial simple mediante cámara frontal
- Software: Android 15 con HyperOS 2.0, con funciones avanzadas de multitarea e integración con otros dispositivos Xiaomi
- Dimensiones y peso: grosor de unos 7,3 mm, peso alrededor de 510 g
- Colores: gris grafito y verde menta en España; existe algún color extra en otros mercados
En España la gama se estructura sobre todo en dos opciones muy claras: una versión de 4 GB de RAM y 128 GB por unos 199 euros oficiales y otra de 8 GB de RAM y 256 GB por unos 249 euros (a menudo algo rebajada). Algunas tiendas intermedias ofertan también una configuración de 6 GB + 128 GB, que se queda en un término medio aceptable.
Diseño y construcción: metal, ligereza y pocos caprichos
A primera vista, cuesta creer que sea una tablet tan barata porque el cuerpo es de metal unibody, con acabados muy limpios y sensación sólida en mano. Xiaomi aquí no ha racaneado: los marcos son de aluminio, el tacto es agradable y el aspecto general tira más a gama media que a producto “low cost”.
Uno de los detalles más agradecidos es que la parte trasera y la pantalla son relativamente resistentes a las huellas. No es que no aparezcan nunca, pero no es la típica tablet “atrapagrasas” que hay que limpiar cada dos por tres, algo que muchos análisis destacan como uno de sus pequeños grandes aciertos.
Con poco más de 7,3 mm de grosor y unos 510 gramos, se sitúa en un término medio razonable: no es un peso pluma, pero se puede sostener durante un buen rato sin que se te caigan las muñecas. En uso prolongado para ver series, eso sí, lo sensato es apoyarla en la mesa o usar una funda con soporte tipo atril, sobre todo si planeas ver varios capítulos de una tacada.
Los marcos del frontal son visiblemente gruesos, algo habitual en esta gama. Estéticamente le quita un poco de modernidad, pero a cambio hacen más cómodo el agarre sin tocar la pantalla todo el rato. Es un punto en el que muchos coinciden: no es la tablet más “sinfín” del mundo, pero es práctica.
La disposición de botones y puertos está bastante bien pensada: el botón de encendido queda en uno de los cantos largos (cuando la usas en vertical) y el control de volumen en el lateral derecho junto a la ranura para tarjeta microSD. En el borde inferior se reúnen el USB-C, el jack de 3,5 mm y dos de los cuatro altavoces, mientras que los otros dos altavoces se reparten en el borde superior.
Además, la Redmi Pad 2 es compatible con teclados Bluetooth y con el Redmi Smart Pen. Este stylus ofrece hasta 4096 niveles de presión y baja latencia, ideal para tomar notas, esbozar dibujos o anotar documentos. Eso sí, se carga por USB, no se acopla de forma magnética al chasis y se pierde con una facilidad tremenda si eres un poco despistado.
Pantalla 2.5K de 11 pulgadas: pensada para interiores
La pantalla es uno de los mayores motivos para comprarse esta tablet. Monta un panel IPS de 11 pulgadas con resolución 2.5K (2560 x 1600) y una densidad de píxeles de unos 274 ppp, lo que se traduce en texto nítido y contenido multimedia muy definido. Para Netflix, YouTube, Twitch, redes o leer documentos largos va sobrada.
La tasa de refresco llega hasta los 90 Hz, seleccionable en ajustes (60 Hz o 90 Hz, además de un modo automático en algunas versiones), frente a tablets como la vivo Pad5e. La recomendación general de los análisis es clara: si quieres una experiencia más fluida al hacer scroll o moverte por la interfaz, activa siempre los 90 Hz salvo que necesites exprimir al máximo la batería.
En cuanto a brillo, se mueve en torno a los 500 nits en condiciones normales y algo más en exteriores, aunque varios reviews coinciden en que se queda corta si la sacas al sol o la usas cerca de una ventana con mucha luz directa. Es una tablet concebida para interiores: salón, dormitorio, tren, avión o clase, más que para terraza a pleno mediodía.
Los ángulos de visión son buenos, típicos de un IPS de cierta calidad, y la calibración de color es bastante agradable, con 10 bits de profundidad y modos que cuidan la vista, como el modo lectura o filtros de luz azul. Sin embargo, el sensor de luz ambiental y el brillo automático no están muy finos: tiende a dejar el brillo demasiado bajo en interiores, obligando a muchos usuarios a desactivarlo y ajustar el nivel a mano.
Otro punto a su favor es el formato 16:10, que hace que el modo pantalla dividida de HyperOS sea realmente útil. Trabajar con dos apps a la vez —por ejemplo, notas y navegador, o clase online y PDF— resulta cómodo y aprovecha bien las 11 pulgadas, sin sensación de estrechez extrema.
Cuando se usa con el Redmi Smart Pen, la respuesta táctil es rápida y precisa, aunque algunos modos reducen la tasa de refresco efectiva a 60 Hz. Aun así, para escribir, subrayar o dibujar a nivel básico va sobradamente bien.
Sonido de cuatro altavoces: sobresaliente en su gama
Si hay un aspecto donde la Redmi Pad 2 da un pequeño golpe en la mesa es en el sonido. Lleva cuatro altavoces estéreo con soporte Dolby Atmos e incluso certificación Hi-Res, algo que no es tan habitual en tablets de este precio.
La calidad global se sitúa por encima de lo esperado: el sonido es potente, claro y sin distorsión apreciable incluso cuando subes el volumen bastante. Los graves no hacen magia —al fin y al cabo es una tablet fina—, pero el conjunto resulta muy disfrutable para pelis, series y música.
El único “pero” que se repite en los análisis es que es muy fácil tapar alguno de los altavoces con las manos cuando sujetas la tablet en horizontal, especialmente si juegas o ves vídeos sujetándola como si fuera una consola. Si la apoyas en una superficie a modo de stand, el problema desaparece y el audio se reparte muy bien por la habitación.
La presencia del jack de 3,5 mm es otro detallito que se agradece mucho. Permite enchufar auriculares con cable sin adaptadores, algo que cada vez es menos común. Y si prefieres inalámbricos, el Bluetooth 5.3 va sobrado para auriculares, altavoces y mandos.
Rendimiento: Helio G100 Ultra y el factor RAM
El corazón de la Redmi Pad 2 es el MediaTek Helio G100 Ultra, un chip de ocho núcleos centrado más en la eficiencia y el rendimiento sostenido que en romper récords de potencia. En benchmarks como AnTuTu ronda los 420.000 puntos, y en 3DMark Wild Life se mueve alrededor de los 1.200 puntos, cifras modestas pero correctas para una tablet de entrada.
La experiencia en el día a día es bastante satisfactoria siempre que el modelo lleve 6 u 8 GB de RAM. Con 8 GB, la navegación por la interfaz, el salto entre apps, el uso de pestañas en el navegador y la multitarea se sienten fluidos, con algún tirón puntual si te pasas abriendo aplicaciones pesadas, pero nada dramático.
En la variante de 4 GB de RAM, varios análisis coinciden en que la sensación de fluidez se resiente: hay más parones, las apps tardan algo más en abrir y la multitarea se nota más limitada. Para uso muy básico (series, YouTube, correo, navegación ligera) puede valerte, pero si quieres que la tablet envejezca bien, lo prudente es irte mínimo a 6 GB, y si el presupuesto lo permite, a 8 GB.
En juegos, el Helio G100 Ultra se defiende mejor de lo que podría parecer, pero con matices. Títulos ligeros y medianos se mueven de forma estable en ajustes medios, y juegos más pesados como Call of Duty: Mobile, Free Fire o Asphalt se pueden jugar bajando la calidad gráfica y, en muchos casos, limitando a 30 fps. Para vicio casual va bien; si lo tuyo son los juegos AAA móviles con todo al máximo, no es la tablet adecuada.
Un punto muy positivo es que el procesador es muy eficiente y apenas se calienta, incluso en sesiones largas de juego o reproducción de vídeo. Esto ayuda tanto a la comodidad (no sientes que estés sujetando un radiador) como a la autonomía, y evita bajadas de rendimiento por temperatura.
Autonomía y carga: batería brutal, enchufe con calma
La Redmi Pad 2 monta una batería de 9.000 mAh, y aquí sí que brilla con fuerza. En uso mixto —navegación web, redes, streaming de vídeo, algo de juegos y ofimática ligera— es perfectamente capaz de ofrecer más de 10 horas de pantalla activa repartidas en dos o tres días sin buscar un enchufe.
Varios análisis reportan ciclos de tres días con unas 2-3 horas diarias y todavía entre un 15 % y un 20 % de batería restante, y jornadas intensivas de vídeo con 7-9 horas de panel encendido y todavía margen al final del día. Para viajar, estudiar o usarla todo el día en casa es una auténtica gozada.
La cruz de la moneda es la carga. Soporta hasta 18 W por cable y el puerto es USB-C pero con estándar USB 2.0, así que la sesión de cargador es larga. Hablar de “carga rápida” aquí es generoso: de 0 a 100 % puede tardar entre 2 horas y media y 3 horas, y alrededor de una hora para llegar al 50 %.
Algunos packs incluyen cargador y otros no, dependiendo de la tienda, pero en cualquier caso la tablet no admite más de 18 W, aunque uses un adaptador muy potente. Lo ideal es enchufarla por la noche o en periodos en los que no la vayas a tocar, olvidarte y despertarte con el tanque lleno.
Software: HyperOS 2 sobre Android 15, multitarea y algo de bloatware
En el terreno del software, la Redmi Pad 2 llega ya con Android 15 bajo la capa HyperOS 2.0, la evolución de MIUI orientada a mejorar el rendimiento y la interconexión dentro del ecosistema Xiaomi, y si necesitas, puedes consultar cómo actualizar Android en tu tablet. En tablet, HyperOS brilla sobre todo por cómo gestiona la pantalla grande.
Tienes un sistema de multitarea muy cómodo, con pantalla dividida accesible desde un botón superior, ventanas flotantes y un dock inferior que puedes desplegar deslizando desde la parte baja de la pantalla, incluso con una app en primer plano. Esto hace muy natural tener, por ejemplo, un vídeo a un lado y apuntes o navegador al otro.
La otra gran baza de HyperOS es la integración con móviles y ordenadores del ecosistema Xiaomi. Puedes contestar llamadas del móvil en la tablet, compartir el portapapeles entre dispositivos, conectar a la red de datos del teléfono con un toque, o manejar dispositivos del hogar desde Xiaomi Home con bastante comodidad. También se ha impulsado la integración con Windows para compartir archivos y notificaciones.
En IA, HyperOS incorpora funciones como la integración con Google Gemini (invocable con el botón de encendido en algunos ajustes), la característica “Rodea para buscar” de Google —que permite buscar rodeando con un círculo parte de la pantalla— y algunas ayudas para redacción de textos o mejora de contenido. No es una tablet “centrada en IA”, pero las funciones están ahí como extra.
No todo es perfecto: la capa sigue viniendo bastante cargada de bloatware. Además de las apps de Xiaomi y Google, trae instaladas de serie aplicaciones como Booking, TikTok, Temu, WPS Office, LinkedIn, Spotify o Netflix. La mayoría se pueden desinstalar o desactivar, pero es un rato de limpieza inicial que muchos usuarios preferirían ahorrarse.
Otro detalle criticado es que algunas apps siguen mostrándose como si estuvieras en un móvil cuando usas la tablet en horizontal (Aliexpress, Temu, Booking, LinkedIn, TikTok…). HyperOS ha mejorado mucho, pero aún le falta pulir la experiencia en ciertas aplicaciones que no están bien adaptadas al formato grande.
Conectividad, seguridad y extras
En conectividad inalámbrica, la Redmi Pad 2 apuesta por WiFi 5 y Bluetooth 5.3. No es lo último del mercado (hubiera sido ideal WiFi 6), pero en la práctica cumple de sobra para streaming, videollamadas y uso intensivo en casa. Algunas versiones en mercados concretos incluyen modelos con 4G, pensados para usar la tablet fuera de casa sin depender de WiFi.
El puerto físico principal es el USB-C 2.0, que sirve para carga y transferencia de datos, y se complementa con la ranura para microSD de hasta 2 TB, un conector de auriculares clásico de 3,5 mm y los cuatro altavoces ya comentados. A nivel de almacenamiento es difícil que se te quede corta si combinas la memoria interna con una buena tarjeta.
Donde Xiaomi ha sido muy conservadora es en biometría: no hay lector de huellas de ningún tipo. El desbloqueo se basa en un sistema de reconocimiento facial sencillo usando la cámara frontal, que el propio fabricante y los análisis avisan de que no es especialmente seguro. Para uso doméstico sin datos críticos puede valer, pero no es el método ideal si quieres un plus de seguridad.
Cámaras: justas pero cumplidoras para lo que se usan en una tablet
Como pasa en casi todas las tablets de este rango de precio, el apartado fotográfico es puramente testimonial. La cámara trasera de 8 MP con apertura f/2.0 permite sacar fotos correctas con buena luz, escanear documentos y hacer alguna captura rápida, pero sufre bastante cuando baja la iluminación o intentas capturar paisajes exigentes.
La cámara frontal de 5 MP, con apertura f/2.2, está pensada prácticamente en exclusiva para videollamadas. Con buena luz la imagen es nítida y suficiente para Zoom, Google Meet, Teams o cualquier app de clase online; con poca luz aparecen ruido y pérdida de detalle, así que lo suyo es buscar un sitio bien iluminado antes de conectarte.
En vídeo, ambas cámaras graban hasta 1080p sin grandes alardes ni estabilización avanzada. Para una tablet que no se compra precisamente por sus cámaras, cumple su cometido: que se te vea y se te escuche sin dramas en una reunión o una llamada familiar.
Alternativas y posición en el mercado
En la gama de entrada y media de tablets Android, la Redmi Pad 2 tiene competidores claros. La rival más directa es la Samsung Galaxy Tab A9+, que ofrece un diseño también muy sólido, buena pantalla y sonido notable, pero una autonomía algo por debajo y, en muchos casos, un precio ligeramente superior salvo ofertas muy concretas.
Otra alternativa dentro de la propia Xiaomi es la Xiaomi Pad 7, un peldaño por encima: monta un panel de 11,2 pulgadas con resolución 3.2K y tasa de refresco de hasta 144 Hz, procesador Snapdragon 7+ Gen 3, mejor rendimiento y carga rápida de 45 W sobre una batería algo menor. Es una tablet mucho más potente y completa, pero también más cara, con PVP en torno a los 330 euros (aunque a menudo cae por debajo de 280 en ofertas). Para comparar opciones de gama superior también puedes revisar información sobre la Xiaomi Pad 6s Pro.
Frente a estas opciones, la Redmi Pad 2 se posiciona como la opción calidad-precio para quienes no quieren gastar demasiado, pero sí exigen buena pantalla, audio competente, gran batería y un rendimiento más que decente en tareas del día a día. Los recortes —carga lenta, brillo justo en exteriores, ausencia de lector de huellas y cámaras modestas— son asumibles para su rango de precio.
En esa franja de menos de 200 euros (y con ofertas puntuales muy por debajo), se ha convertido en una de las tablets más recomendadas para estudiar, teletrabajar ligero y ocio multimedia, sobre todo si se elige la versión con al menos 6 GB de RAM.
La Xiaomi Redmi Pad 2 queda como una tablet muy redonda para quien prioriza pantalla 2.5K de 11 pulgadas, sonido de cuatro altavoces, batería de 9.000 mAh y buen precio por encima de extras como la carga ultra rápida, el WiFi 6 o las cámaras de lujo; con la configuración adecuada de memoria y un poco de paciencia con la carga, es un dispositivo que encaja a la perfección en rutinas de estudio, trabajo ligero y mucho contenido multimedia sin obligarte a rascarte demasiado el bolsillo. Comparte esta información y más usuarios sabrán todo sobre el Xiaomi Redmi 2.
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