
Cuando sacas al ZTE Axon M de su caja, lo primero que te llama la atención es su grosor. Es un teléfono algo gordo, con marcos muy cuadriculados. Recuerda mucho a las líneas por las que la división móvil de Sony apuesta. Pero todo cambia cuando le damos la vuelta. Porque no tiene parte trasera, en realidad tiene dos pantallas.
El extraño ZTE Axon M destacó en su presentación por esto mismo: contar con dos pantallas unidas por una sencilla bisagra. En su momento fue el único, y sigue siendo el único, que apuesta por este detalle. Dos pantallas que podemos juntar en una misma superficie, como si se tratase de una única pantalla de gran tamaño.
Especificaciones del ZTE Axon M

- Pantalla doble de 5,2 pulgadas con resolución Full HD. Una vez desplegada la diagonal queda en 6,75 pulgadas
- Procesador Snapdragon 821
- GPU Adreno 530
- 4 GB de memoria RAM
- 64 GB de memoria interna + microSD
- LTE 4G, USB de tipo C, Bluetooth 4.2 y jack de 3.5mm
- Batería de 3180 mAh con carga rápida Quick Charge 3.0
- Cámara única de 20 Mpx con apertura f/1.8 y estabilización de imagen.
- Doble altavoz estéreo con chip de sonido AKM 4962 HiFi
- 150.8 x 71.6 x 12.1 mm, 230 gramos
ZTE Axon M, el móvil con 2 pantallas que se convierte en tablet
ZTE ha presenta su apuesta por la innovación: el ZTE Axon M. Dos pantallas, smartphone plegable, posibilidad de combinar ambas para formar una tablet...
ZTE ha presenta su apuesta por la innovación: el ZTE Axon M. Dos pantallas, smartphone plegable, posibilidad de combinar ambas para formar una tablet...

En su estado natural, el ZTE Axon M es como un teléfono normal y corriente. Quizás choca demasiado la ubicación de los botones en el lado derecho, incluyendo el botón con lector de huella dactilar. Para los zurdos es perfecto, pero agarrarlo y desbloquearlo con la mano derecha es un desafío. Sólo el tiempo dirá si uno se termina acostumbrando a esta peculiaridad.
Si el teléfono está plegado, sólo se enciende la pantalla frontal, la principal. La pantalla trasera permanece siempre apagada, casi irreconocible, hasta que giramos la bisagra. El teléfono detecta cuando esto ocurre, y enciende la segunda pantalla. Ahí es cuando se ilumina un icono con forma de M en la barra de navegación.
Una doble pantalla con luces y sombras

Este icono es el que nos permite controlar el funcionamiento de esta segunda pantalla. Podemos extender la pantalla principal para formar una única pantalla partida, controlar una aplicación por cada pantalla, hacer que la pantalla secundaria sea un espejo de la primera o forzar su apagado.
Quizás es el modo de pantalla extendida el que más terminas utilizando, junto al de mantener dos aplicaciones abiertas. La bisagra molesta al leer texto, pero es más ignorable cuando se tratan de gráficos o de videojuegos. Así que el modo extendido es perfecto para jugar a videojuegos, mientras que el otro es más para las situaciones en las que usarías la pantalla dividida.

Aunque hay dos aspectos que, a primera vista, ya chirrían en la combinación. Para empezar, la primera pantalla no tiene la misma calibración que la segunda pantalla. Mientras que la primera es correcta, la segunda es amarillenta, algo que se nota mucho cuando vemos blancos. Y la primera pantalla está un poco por encima de la segunda, haciendo que las cosas cortadas no coincidan por unos píxeles.
Si somos capaces de ignorar esto, no es una mala combinación. Jugar con una pantalla grande, sin las desventajas de llevar una tablet encima, parece apetecible. Y aplicaciones como Google Maps ganan mucho al tener su propia pantalla, sin estorbar con otra aplicación que podamos estar usando. Es un paso más hacia la multitarea real, en otras palabras.
Curiosa, ¿aunque funcional?

Aunque la verdadera pregunta es para qué vale todo esto de tener dos pantallas. Sí, podemos ampliar la pantalla y usar más aplicaciones a la vez, ¿pero qué aporta sobre cualquier otro dispositivo con una pantalla? ¿Qué me permite hacer que no haga dividir la pantalla? ¿O que una notificación persistente haga sin ocupar tanta pantalla?
En el poco tiempo que he estado con él, no he conseguido encontrar algo que me haga decir “ya no puedo vivir sin esto“. Todavía me quedan varios días para intentar encontrar la respuesta, pero no soy capaz de ver esto como una futura tendencia del mercado. Quizás las pantallas flexibles puedan hacerme cambiar de opinión.

El resto del dispositivo no trae grandes sorpresas, aparte de la cámara, porque en realidad sólo tiene una. La gracia es que se enciende una u otra pantalla si queremos sacar una foto a algo o sacarnos un selfie. Se supone que la detección es automática, así que en ocasiones deja que desear, pero funciona y es un truco curioso.
Las especificaciones parecen competentes, tiene memoria de sobra para cumplir y aspectos como la batería parecen suficientes, aunque no sobresalientes. En general es un buen teléfono, aunque genere una única pregunta determinante: si merece la pena o no tener dos pantallas.
Precios del ZTE Axon M, exclusivo con Vodafone

Ya conocemos su disponibilidad en España. Llega hoy de la mano de Vodafone como exclusiva, al igual que ha ocurrido en otros países. Los precios son los siguientes, siempre con potabilidad y permanencia de 24 meses en Vodafone.
- Mini S | 135€ + 28,5€ al mes durante 24 meses = 819€
- One S / Smart | 75€ + 31€ al mes durante 24 meses = 819€
- One M / RED M | 0€ + 34€ al mes durante 24 meses = 816€
- One L / RED L | 0€ + 34€ al mes durante 24 meses = 816€
En cualquier caso, esto no es todo. Nos hemos hecho con una unidad, y estaremos probándola a lo largo de los próximos días. Así que permaneced atentos para ser los primeros en leer nuestro análisis aquí, en El Androide Libre.
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